En España, la ecografía intestinal para la enfermedad inflamatoria intestinal (EII) no está suficientemente extendida. Sin embargo, en países como Alemania, Canadá e Italia es una prueba que se utiliza de forma rutinaria.
En España, la ecografía intestinal para la enfermedad inflamatoria intestinal (EII) no está suficientemente extendida. Sin embargo, en países como Alemania, Canadá e Italia es una prueba que se utiliza de forma rutinaria.
En España, existe una falsa sensación de que la entero-RM es más fiable que la ecografía para evaluar la enfermedad de Crohn, sin embargo, en la literatura está ampliamente demostrado que ambas técnicas son similares en manos expertas.
En la unidad de EII del Hospital Universitario La Paz, comenzamos a realizar ecografías en estos pacientes hace ocho años y hemos hecho más de 2.500 exploraciones. Esto ha supuesto disminuir de forma clara el número de entero-RM y, por lo tanto, la presión asistencial que tienen estos equipos para la realización de otras exploraciones. Esto ha condicionado un gran ahorro para el hospital, dado la diferencia de precios entre una y otra exploración. Por este motivo, a nuestra unidad acuden médicos de otros hospitales para formarse y poder aplicarla en sus unidades.
Esta técnica se utiliza fundamentalmente en la enfermedad de Crohn ya que por ser transmural, es visible mediante ecografía. Sin embargo, en la colitis ulcerosa tan solo está afectada la capa mucosa por lo que no es visible en ecografía, salvo en brotes moderados o graves. Para esta exploración, se emplean sondas de alta frecuencia que permiten ver la pared del tubo digestivo con gran resolución. Por lo general, tan solo es necesario ayuno de 4-5 horas. Aunque en determinadas ocasiones es preciso emplear una pequeña cantidad de contraste oral, sobre todo en el diagnóstico de estenosis intestinales.
En la enfermedad de Crohn, la ecografía se puede utilizar en distintas situaciones clínicas como: sospecha de la enfermedad, evaluación de la respuesta a los tratamientos, valoración de pacientes intervenidos previamente y diagnóstico y seguimiento de las estenosis, las fístulas y los abscesos abdominales. Por lo tanto, se propone como un método fiable, no invasivo, accesible, barato e inocuo para la evaluación de estos pacientes.
En los últimos años se está trabajando en la utilidad que tiene el contraste ecográfico intravenoso en la valoración de la actividad de la enfermedad, permitiendo aportar un dato objetivo adicional que pueda ser útil en la monitorización del tratamiento.
Sin duda la principal ventaja que aporta es su inocuidad, es decir, que no es invasiva para el paciente como podía ser la colonoscopia. Cada vez existe más evidencia científica de la buena correlación de la ecografía con los hallazgos endoscópicos, por lo que en cierta medida podría disminuir las indicaciones de la colonoscopia.
Por otra parte, la ecografía permite valorar tramos de intestino que no son alcanzados en la endoscopia. Sin embargo, no siempre se puede evitar, ya que muchas veces aporta información complementaria y puede ser necesario la toma de biopsias.
Si la comparamos con la entero-RM, la gran ventaja que tiene la ecografía es su accesibilidad y menor coste. La entero-RM suele tener más lista de espera y. generalmente. un retraso en el manejo de la enfermedad. Por otra parte, la entero-RM puede resultar incómoda para el paciente ya que precisa de la administración de contraste intravenoso y buscapina (para paralizar el movimiento intestinal) y, en ocasiones, genera claustrofobia. Sin olvidar que el precio de una ecografía es aproximadamente diez veces inferior al de una entero-RM.
En cuanto a la tomografía axial computarizada, es una prueba que radia al paciente y debe limitarse a situaciones muy concretas. La ecografía no radia por lo que puede realizarse tantas veces como sea necesario sin perjudicar al paciente. Por último, hay que tener en cuenta que la curva de aprendizaje en la ecografía del tubo digestivo está en torno a 150-200 exploraciones, que no difiere tanto en comparación con la entero-RM ya que también requiere de especialización.
noviembre 1/2018 (diariomedico.com)