La substancia pegajosa que cubre los cerebros de las personas con la enfermedad de alzhéimer recibe toda la notoriedad, pero “otro culpable está ganando atención renovada”: los ovillos de proteínas que obstruyen las células cerebrales y pudieran determinar cuán pronto empeoran los pacientes.
Nadie sabe qué causa la afección, aunque la principal sospechosa es la placa beta amiloide, característica de la enfermedad. Pero todos los intentos por crear un tratamiento antiamiloide han fracasado, el último de ellos el mes pasado cuando Eli Lilly & Co. abandonó el ensayo de un fármaco experimental que causó daños y ningún beneficio.
Ahora ha aparecido una nueva pista: una segunda proteína conocida como tau parece indicar cuán agresiva va a ser la condición que afecta la memoria. Investigadores descubrieron que pacientes con la enfermedad de alzhéimer moderada y altos niveles de proteína tau tenían también una alteración genética que a su vez pronosticaba que iban a empeorar más rápidamente.
Esto sugiere que, si los científicos pueden determinar cómo reducir los niveles de la proteína tau, ello pudiera ayudar a retrasar la demencia senil, destacó la investigadora Alison Goate, de la Universidad Washington en San Luis.
Millones de personas sufren la condición en todo el mundo, pero los medicamentos existentes solamente alivian temporalmente los síntomas, sin demorar la enfermedad.
Para las familias que tratan de planear la atención médica es importante intentar determinar cuán pronto un ser querido se deteriorará, y el estudio dirigido por Goate es el primero en identificar indicadores genéticos para ayudar a pronosticar por cuánto tiempo un paciente puede funcionar independientemente y cuándo pudiera necesitar una institución especializada.
Pero no se espera un examen genético para detectar la proteína tau por el momento. El estudio es un primer paso que tiene que ser validado por otros laboratorios. Goate dice que es probablemente apenas un indicador genético de muchos que aún falta por descubrir.
Por el momento, algunas compañías farmacéuticas se están concentrando en el estudio de la proteína. Funcionarios de la TauRx Therapeutics, entidad radicada en Singapur, le informaron a The Associated Press que han comenzado a planear un fármaco experimental antitau conocido como LMTX. Es una versión de una droga llamada Rember que generó entusiasmo en pruebas iniciales hace unos pocos años. Y el descubrimiento genético seguramente aumentará el interés.
Lo hemos estado diciendo durante años: “Examínenlo todo, que uno no sabe qué dará resultado”, precisó el doctor John Trojanowski, de la Universidad de Pensilvania, que este año comenzó a colaborar con la empresa farmacéutica AstraZeneca para crear complejos antitau.
El trabajo abre una “importante puerta” hacia la neurobiología de la enfermedad de alzhéimer, pero no rechaza el actual enfoque en la placa amiloide, destacó el doctor Paul Aisen, especialista en demencia de la Universidad de California, en San Diego. “Tanto la amiloide como la tau son evidentemente importantes, y ambas representan áreas plausibles para el desarrollo de fármacos”, afirmó Aisen.
Washington, septiembre 21/2010 (AP)

septiembre 22, 2010 | Lic. Sandra Rodríguez García | Filed under: Enfermedades neurodegenerativas, Genética, Neurología | Etiquetas: , , , |

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