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Ya se sabe que sonreír es bueno para la salud. Pero sonreír sin ganas, por obligación, para no atemorizar y espantar a los clientes, puede inducir a beber alcohol. Un equipo de las universidades de Pensilvania y de Buffalo, en Estados Unidos, ha estudiado los hábitos de consumo de las personas que trabajan atendiendo a otras: dependientes de comercios y bares, centros de atención telefónica, enfermeras y profesores de colegios. Read more
noviembre 2, 2019 | Dra. María Elena Reyes González | Filed under: Medicina del Trabajo, Psicología, Psiquiatría | Etiquetas: alcoholismo, risa forzada |