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16
El estudio, publicado en Science Translational Medicine, fue coordinado por Luis Álvarez Vallina, jefe de la Unidad de Investigación Clínica en Inmunoterapia del Cáncer H12O-CNIO.
Esta nueva inmunoterapia está basada en las llamadas ‘células puñal’ (células STAb) y aún tiene que superar ensayos clínicos. La inmunoterapia está mejorando ya las opciones de tratamiento en muchos cánceres, pero los grupos de investigación siguen explorando formas de potenciar el sistema inmune del organismo y dirigirlo contra el tumor, ha demostrado ser más efectiva que la inmunoterapia que se emplea ahora de manera preferente.
La nueva inmunoterapia se basa en las llamadas células puñal, por su acrónimo en inglés, células STAb.
Ha sido probada solo en modelos experimentales, por lo que aún debe superar ensayos clínicos (en humanos) y, por tanto, pasarán al menos dos años antes de que llegue a la clínica.
Las células STAb superan a las células CAR-T (terapia de células T con receptores quiméricos de antígenos) en que logran que otras células T del organismo, que no han sido modificadas, también combatan a las células cancerígenas, amplificando así el efecto de la terapia. Además, las células STAb generan memoria inmunológica, lo que podría indicar un control a largo plazo de la enfermedad en los pacientes tratados.
El mieloma múltiple es el segundo cáncer hematológico más común en adultos, solo por detrás de los linfomas. “En los últimos años estos cánceres se están empezando a tratar con inmunoterapia de células CAR-T -explica Luis Álvarez-Vallina-, que han supuesto una mejora sustancial respecto a las herramientas terapéuticas que existían antes. Pero a pesar de ello, y aunque los pacientes tienen ahora supervivencias más prolongadas, se trata de una enfermedad en la una proporción importante de pacientes recae, y son necesarios tratamientos para las recaídas”.
Esta investigación ha comparado este tratamiento con otra inmunoterapia celular basada en las células puñal o STAb-T, y que puede considerarse una evolución de las terapias con células CAR-T. En ambos casos, las células modificadas en el laboratorio reconocen un mismo antígeno, llamado BCMA, que solo está presente en las células tumorales. De esta forma las células modificadas se dirigen y atacan solo a las células de cáncer.
El estudio muestra que las células STAb-T superan a las CAR-T en que logran que otras células T del organismo, que no han sido modificadas, también combatan a las células cancerígenas, amplificando así el efecto de la terapia.
El grupo de investigación aspira a hacer un ensayo clínico en colaboración con el Hospital Universitario 12 de Octubre para tratar a personas con mieloma múltiple con esta nueva inmunoterapia STAb-T.
Ver articulo completo: Díez Alonso L, Falgas A, Arroyo Ródenas J, Romencín P, Martínez A, Gómez Rosel M, et al. Engineered T cells secreting anti-BCMA T cell engagers control multiple myeloma and promote immune memory in vivo. Science Translational Medicine[Internet].2024[citado 15 feb 2024];16(734). DOI: 10.1126/scitranslmed.adg7962
14 febrero 2024| Fuente: EurekAert| Tomado de | Comunicado de prensa
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Los medicamentos más modernos no llegan al cáncer de páncreas, la leucemia mieloide y el mieloma múltiple que son los tumores que, en España, sufren más retrocesos en la financiación pública de sus tratamientos, pese a tener demostrada eficacia en otros países y estar recomendados por la Sociedad Europea de Oncología Médica.
Así lo recoge el indicador Oncoidex, que analiza la financiación pública de las terapias oncológicas autorizadas por la Agencia Europea del Medicamento (EMA) y constata que solo 42 de las 140 terapias oncológicas modernas están financiadas en España frente a 30 que no tienen financiación disponible y 68 que están con restricciones, es decir los tratamientos siguen pautas diferentes a las recomendadas por los estándares europeos.
En el caso del cáncer de páncreas los medicamentos no financiados caen un 40%, por delante de la leucemia mieolide aguda (22,2% de bajada) y el mieloma múltiple (13,6%), un retroceso que ya venían denunciado las asociaciones de pacientes y que desde la Fundación oncológica Alivia explican por la ‘lentitud’ de España en incorporarse a los nuevos fármacos, proceso que puede demorarse de cinco meses hasta tres años.
Mientras sube la financiación para los tratamientos de cáncer de más prevalencia como el de vejiga (100%), hígado y vías biliares (71,4%) y el cáncer de colon y recto (57,1%). Pacientes fallecen a la espera de que aprueben su fármaco En el caso de los pacientes con mieloma múltiple las quejas por la falta de financiación se remontan a hace años, y las achacan a cuestiones de ‘racionalización del gasto público’, tal y como argumenta el último informe de la asociación española de laboratorios de medicamentos huérfanos y ultrahuérfanos (AeLmhu), que son aquellos que se dirigen a enfermedades minoritarias.
Este informe admite que de los medicamentos huérfanos que no se financian, un 40% corresponden a áreas oncológicas y la mitad de ellos esperan más de tres años para recibir financiación.
En una entrevista con EFE, la presidenta de la Comunidad Española de Pacientes con Mieloma Múltiple (CEMMp), Teresa Regueiro, que convive con esta enfermedad desde hace 15 años, subraya que gracias a la investigación y a los fármacos innovadores se ha conseguido aumentar la supervivencia media en esta enfermedad, que era de dos a tres años en 2009 a un promedio de diez en la actualidad.
El mieloma múltiple es un cáncer hematológico que cada año se cobra en España 2.000 muertes y una incidencia, según la Red Española de Registros de Cáncer (Redecan), de 4 y 6 casos por cien mil habitantes, lo que lo sitúa en el límite de las enfermedades raras, aquellas con una prevalencia de cinco casos o menos por cien mil. Por ello, desde la CEMMp, su presidenta insiste en la importancia de incorporar toda la innovación posible porque el mieloma múltiple es incurable, pero también ‘tratable’ y el principal objetivo es cronificar la enfermedad, es decir, frenar la evolución y reducir los síntomas. Las opciones de tratamiento varían en función del paciente, de su edad, estado general y presencia de otras enfermedades y el propósito es eliminar las células plasmáticas malignas de la médula ósea. Regueiro, que fue diagnosticada a los 45 años y nunca esperó ‘llegar hasta aquí’, subraya que los más efectivos son los fármacos de nueva generación y la inmunoterapia con anticuerpos monoclonales. Fármacos caros, peor financiación Para esta paciente y presidenta de la asociación, están a la espera de aprobación varios ‘fármacos de nueva generación e inmunoterapia, y las terapias de células CAR-T que, aunque autorizaron una hace un mes, no es suficiente’.
Los pacientes con mieloma deberíamos tener al menos dos terapias CAR-T porque son las que ayudan al sistema inmunitario a encontrar y atacar a las células cancerosas’, explica.
Las demoras son largas y, según Reguerio, las excusas desde el Ministerio de Sanidad son vagas y se refieren a que ‘el laboratorio no ha presentado el expediente. No se aprueban por el precio, porque son caros y por la sostenibilidad del sistema de salud’. Regueiro admite que el mieloma múltiple es ‘una enfermedad en la que hace dos décadas nos moríamos, pero con la llegada de nuevos fármacos el Gobierno ha decidido quedarse parado y pese a que los hematólogos españoles son muy reconocidos, los afectados no están recibiendo los tratamientos que debieran’.
Eso deriva en que los pacientes, atrapados en ese limbo, intenten los ensayos clínicos gracias a que el Grupo Español de Mieoloma Múltiple (GEM) es uno de los más proactivos de Europa.
31 enero 2024| Fuente: EFE| Tomado de la Selección Temática sobre Medicina de Prensa Latina. Copyright 2019. Agencia Informativa Latinoamericana Prensa Latina S.A
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22
Los virus de las hepatitis C y B son una de las causas de este tipo de cáncer, uno de los más frecuentes en la sangre, y de las patologías que lo preceden, las gammapatías monoclonales
Identificar precozmente una infección por esos virus puede ayudar a prescribir el tratamiento adecuado y evitar que derive en patologías malignas
El trabajo ha merecido un editorial en la revista Haematologica.
Hace unos años la curación de un paciente de mieloma múltiple tras haber sido tratado de una hepatitis C sorprendió a los investigadores del grupo de Joaquín Martínez, de la Unidad de Investigación Clínica de Tumores Hematológicos H12O-CNIO, una colaboración del Hospital 12 de Octubre (H12O) y el Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO). El mieloma múltiple es uno de los cánceres de la sangre más frecuentes.
El deseo de entender la curación de ese paciente ha llevado a descubrir que los virus de las hepatitis B y C son una de las causas del mieloma múltiple, y que eliminar la infección con antivirales es la vía para combatir muchos casos de este tipo de cáncer.
El hallazgo del grupo del CNIO y el Hospital 12 de Octubre, realizado en colaboración con Sylvie Hermouet, de la Universidad de Nantes (Francia), ha merecido un reciente editorial en la revista Haematologica. “El reconocimiento de esta asociación entre la hepatitis vírica y el mieloma múltiple, así como con las patologías que se sabe que anteceden a la aparición del mieloma, las gammapatías monoclonales, tiene importantes implicaciones clínicas”, señala Haematologica.
Y añade: “Identificar precozmente una infección por el virus de hepatitis B o C en estos individuos puede conducir al tratamiento antiviral adecuado y la consiguiente mejora de los resultados”.
Se desconoce qué causa el mieloma múltiple, y aunque se sospecha hace tiempo que tiene relación con patógenos infecciosos, nunca se había comprobado esta conexión ni entendido la razón.
Las investigadoras María Linares y Alba Rodríguez-García, de la Unidad Clínica de Cáncer Hematológico H12O-CNIO y de la Universidad Complutense de Madrid (UCM), decidieron estudiar la sorprendente curación del paciente con hepatitis. Para ello recurrieron a la teoría que atribuye la causa del mieloma múltiple a la exposición crónica del organismo a un agente infeccioso.
Un exceso de anticuerpos frenado por antivirales
El mieloma múltiple (MM) consiste en una proliferación excesiva de las células de la sangre que generan los anticuerpos (también llamados inmunoglobulinas), las proteínas que defienden al organismo de infecciones. En el mieloma, un determinando anticuerpo –distinto en cada caso, en función del agente infeccioso— es producido de manera continua y excesiva. Una teoría propone que esta anomalía se debe a la exposición crónica al agente infeccioso, que altera las señales bioquímicas implicadas en la producción del anticuerpo específico contra ese agente.
La curación del paciente con mieloma y hepatitis C tras haber sido tratado de esta enfermedad infecciosa parece apoyar esa teoría. Linares y Rodríguez-García conjeturaron que el organismo dejó de estar crónicamente expuesto al virus de la hepatitis porque el fármaco antiviral lo eliminó, y por eso el mieloma desapareció –las células que fabrican anticuerpos anti-hepatitis C dejaron de reproducirse en exceso–.
Para investigar si en efecto había ocurrido así se realizaron 2 estudios en los que se incluyeron 54 pacientes con gammapatía monoclonal (la patología que antecede al mieloma múltiple) y hepatitis: 9 pacientes con hepatitis C, en un primer trabajo, y 45 pacientes con hepatitis B, en el trabajo publicado en Haematologica. En gran parte de ellos comprobaron que el anticuerpo que estaban produciendo de manera constante y excesiva era, efectivamente, contra el virus de la hepatitis.
Después pasaron a analizar una cohorte mucho más amplia de pacientes de mieloma múltiple (más de 1.300) infectados de hepatitis B, y de hepatitis C (más de 1.200). En ambas cohortes concluyeron que en quienes recibieron tratamiento con antiviral “la probabilidad de supervivencia fue significativamente mayor”.
Nuevas opciones para detección temprana y tratamientos
Los autores, que también publican sus resultados en Haematologica, aseguran que, “en pacientes infectados por el virus de las hepatitis B o de la hepatitis C el mieloma múltiple o la gammapatía pueden estar causadas por estos virus, y el estudio demuestra la importancia del tratamiento antivírico en estos pacientes”.
El editorial de la revista concluye: “La asociación entre la hepatitis vírica y el desarrollo de mieloma múltiple y otras gammapatías monoclonales se ha convertido en un importante campo de investigación. Las infecciones crónicas por el virus de las hepatitis B o de la hepatitis C contribuyen a la patogénesis de estas neoplasias hematológicas, lo que justifica un aumento de las estrategias de concienciación, detección y tratamiento”, concluye Haematologica.
Añade que en pacientes de gammapatías dirigidos por estas hepatitis –que pueden ser identificados tras el análisis del anticuerpo que están produciendo en exceso–, “la terapia antiviral debe ser prescrita lo antes posible”.
Referencia: Rodríguez García A, Mennesson N, Hernandez Ibarburu G, Luz Morales M, Garderet L, Bouchereau L, et al. Impact of viral hepatitis therapy in multiple myeloma and other monoclonal gammopathies linked to hepatitis B or C viruses. Haematologica[Internet].2024[citado 21 ene 2024]; 109(1). https://doi.org/10.3324/haematol.2023.283096
18 enero 2024| Fuente: EurekaAlert| Tomado de | Comunicado de Prensa
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Un ensayo clínico, publicado recientemente en la prestigiosa revista científica The Lancet, demuestra los beneficios de una nueva combinación de fármacos para el tratamiento del mieloma múltiple. Este nuevo tratamiento mejora significativamente la supervivencia de pacientes recién diagnosticados de esta enfermedad sin opción a trasplante de médula ósea. Read more
dic
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El mieloma múltiple es el segundo cáncer hematológico más común. El primer paciente descrito con esta enfermedad se remonta a 1 844. Hasta 1 958 -más de un siglo después- no se descubrió el primer fármaco activo, melfalán. Y con la peculiaridad de que fueron científicos rusos los que lograron el hallazgo y, en plena Guerra Fría, lo publicaron en una revista científica estadounidense. Read more
ago
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La adición del anticuerpo monoclonal daratumumab mejora los resultados en mieloma múltiple que ha recaído. Controla la enfermedad mínima residual, que se traduce en más supervivencia y mejor pronóstico.