nov
26
La COP30 abre este martes con debates centrados en salud indígena, justicia socioambiental y nuevas narrativas climáticas, en una jornada en la cual Brasil estimulará acciones concretas para fortalecer la respuesta sanitaria y la participación comunitaria.
Según la programación del foro, en horario matutino se abordará un tema emblemático en la XXX Conferencia de Naciones Unidas sobre el Clima (COP30): la defensa de los derechos indígenas en el corazón de la Amazonia.
En la llamada Zona Verde, sede de convenciones, el Ministerio de Salud de Brasil organiza el panel “Saneamiento indígena en la agenda climática: salud, territorio y justicia socioambiental”.
Se espera que especialistas y autoridades de la Secretaría de Salud Indígena analicen cómo la falta de infraestructuras esenciales agrava la vulnerabilidad de miles de comunidades frente al cambio climático.
Provenientes de áreas técnicas y de gestión territorial, los expositores colocan el foco en un dilema histórico: sin acceso a agua segura, tratamiento básico de residuos y protección de territorios ancestrales, cualquier estrategia climática pierde efectividad.
El mensaje es claro: la adaptación empieza con dignidad e inversiones que garanticen salud y autonomía.
Tal debate se enlaza con el Plan de Acción en Salud de Belém, un documento que Brasil presentó como un punto de inflexión en la política climática internacional.
La iniciativa propone medidas dirigidas a fortalecer los sistemas de salud y a integrar la variable climática en la vigilancia epidemiológica, la formación profesional y la estructura presupuestaria de los gobiernos.
Con el plan, el gigante sudamericano busca convertirse en un articulador global que impulse compromisos verificables en materia sanitaria.
En paralelo, la Convención Marco de Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (Unfccc, por sus siglas en inglés) convoca a jóvenes portavoces y divulgadores digitales a la sesión Verified Champions (Comunicadores climáticos), destinada a mejorar la narración pública de la crisis climática.
Realizado en la zona oficial de la conferencia, este encuentro busca que las historias locales, muchas veces ignoradas por los medios tradicionales, se integren a la agenda global a través de plataformas digitales y nuevos lenguajes expresivos.
La Unfccc apuesta por formar voceros capaces de explicar, con claridad y contexto, por qué decisiones técnicas tomadas en salas cerradas tienen impacto directo en la vida de millones de personas.
Mientras estos debates avanzan, los pabellones oficiales mantienen un ritmo intenso. El Pabellón Brasil presenta encuentros sobre financiamiento climático, restauración de ecosistemas amazónicos y cooperación intergubernamental para enfrentar eventos extremos.
18 noviembre 2025 | Fuente: Prensa Latina | Tomado de | Noticia
nov
24
El cambio climático está causando la muerte de más de medio millón de personas cada año debido al calor extremo, ocasionando una emergencia sanitaria mundial, según un informe publicado hoy en la Cumbre del Clima COP30.
El reporte sobre salud y cambio climático, publicado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) y el Gobierno brasileño, advierte también que uno de cada 12 hospitales podría enfrentarse a cierres relacionados con el clima.
La investigación pide la adopción de medidas urgentes para proteger los sistemas de salud en un mundo que se calienta rápidamente.
Lo anterior siguió la presentación el jueves del Plan de Acción de Salud de Belém, una iniciativa emblemática de la COP30 que sitúa la salud en el centro de la política climática.
«La crisis climática es una crisis sanitaria, no en un futuro lejano, sino aquí y ahora», afirmó el director general de la OMS, doctor Tedros Adhanom Ghebreyesus.
Este informe especial aporta pruebas sobre el impacto del cambio climático en las personas y los sistemas sanitarios, así como ejemplos reales de lo que los países pueden hacer para proteger la salud y reforzar los sistemas sanitarios, apuntó.
Según el documento, entre 3 300 y 3 600 millones de personas viven en zonas muy vulnerables a los efectos del clima, mientras los hospitales enfrentan un riesgo 41% mayor de sufrir daños por fenómenos meteorológicos extremos en comparación con 1990.
Sin una rápida descarbonización, el número de centros sanitarios en riesgo podría duplicarse a mediados de siglo.
El propio sector sanitario contribuye con alrededor del 5% de las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero, lo cual subraya la necesidad de una rápida transición hacia sistemas bajos en carbono y resistentes al clima.
Se destaca igualmente las graves deficiencias en la planificación de la adaptación sanitaria, pues solo el 54% de los planes nacionales de adaptación sanitaria evalúan los riesgos para los centros de salud.
Asimismo, menos del 30% tiene en cuenta las disparidades de ingresos y solo el 20 por ciento tiene en cuenta el género, y además, menos del uno por ciento incluye a las personas con discapacidad.
Y aunque el número de países con sistemas de alerta temprana multirriesgo se duplicó entre 2015 y 2023, la cobertura sigue siendo desigual, especialmente en los países menos adelantados y los pequeños Estados insulares.
14 noviembre 2025 | Fuente: Prensa Latina | Tomado de | Noticia
nov
20
El ministro brasileño de Sanidad, Alexandre Padilha, presentó hoy el denominado Plan de Acción de Salud de Belém, en el contexto de la cuarta jornada de la XXX Conferencia de Naciones Unidas sobre el Clima (COP30).
Desarrollada en colaboración con la Organización Mundial de la Salud, la iniciativa define directrices globales para preparar los sistemas de salud ante los efectos del cambio climático y fortalecer la cooperación internacional.
El documento reúne una serie de medidas que los países pueden adoptar para fortalecer sus sistemas sanitarios y prepararlos para los impactos del cambio climático.
«La crisis climática es, ante todo, una crisis de salud pública. Ya no nos enfrentamos a un riesgo futuro, sino a una realidad que ya está ejerciendo presión sobre los sistemas de salud, causando muertes y exacerbando las desigualdades», afirmó Padilha.
Con un enfoque en las poblaciones más vulnerables, el proyecto prevé la participación voluntaria de gobiernos, instituciones internacionales, la sociedad civil, la academia, el sector privado y entidades filantrópicas.
«Aquí en Belém, en el corazón de la Amazonía, reafirmamos que la respuesta a esta crisis debe unir ciencia, cooperación y humanidad. Brasil demuestra al mundo que la salud y el clima son agendas inseparables, y que adaptar nuestros sistemas es proteger vidas, comunidades y el futuro del planeta», recalcó el ministro.
También señaló que, con este plan, Brasil asume el liderazgo en la integración entre salud, medio ambiente y justicia social.
«Nuestro país, que ya ha demostrado su capacidad para enfrentar epidemias y construir el sistema de salud pública más grande del mundo, ahora asume el liderazgo global en la integración entre salud, medio ambiente y justicia social. No hay tiempo que perder; es hora de transformar los compromisos en resultados concretos», refirió.
Respecto a la propuesta de salud de Brasil, aludió a palabras del presidente Luiz Inácio Lula da Silva, quien asegura que esta «es la COP de la verdad: la verdad de la ciencia, la implementación y la acción».
Para Padilha, el gigante sudamericano llegó al foro con la convicción de que enfrentar la crisis climática exige valentía política y un compromiso con la vida.
Brasil también presentará el Plan Nacional de Adaptación al Cambio Climático (AdaptaSUS), desarrollado con amplia participación social y diálogo federal.
Es la propuesta de un país que se compromete con el diálogo y servirá de ejemplo para las acciones que permitan afrontar y responder al impacto del cambio climático en la salud de las poblaciones de todo el mundo.
13 noviembre 2025 | Fuente: Prensa Latina | Tomado de | Noticia
may
17
El papa Francisco expresó hoy que se requiere una «sinfonía de cooperación y solidaridad global» ante la crisis climática, que representa una amenaza existencial para la humanidad, otros seres vivos y todos los ecosistemas.
El Sumo Pontífice hizo ese llamado esta mañana, al recibir en audiencia en el Palacio Apostólico a los participantes en un encuentro promovido por las Academias Pontificias de Ciencias y Ciencias Sociales, con el tema «De la crisis climática a la resiliencia climática», señala una nota de la oficina de prensa del Vaticano.
«La obra debe ser sinfónica, armoniosa, de todos juntos», enfatizó el Obispo de Roma, quien apuntó que el cambio climático es «una cuestión social global e íntimamente ligada a la dignidad de la vida humana», y lamentó que los datos sobre el mismo empeoran cada año «y, por tanto, es urgente proteger a las personas y la naturaleza».
Francisco expresó que el progreso ordenado es obstaculizado por la búsqueda voraz de ganancias a corto plazo de industrias contaminantes y por la desinformación, que crea confusión y dificulta el esfuerzo colectivo para revertir el rumbo.
«La negativa a actuar rápidamente para proteger a los más vulnerables, expuestos al cambio climático provocado por el hombre, es un pecado grave», aseveró.
El Pontífice manifestó que «son los pobres de la tierra los que más sufren, a pesar de ser los que menos contribuyen al problema».
Las naciones más ricas, con alrededor de 1000 millones de habitantes, producen más de la mitad de los contaminantes que atrapan el calor. En cambio, los tres mil millones de personas más pobres contribuyen con menos de 10,0 puntos porcentuales, pero soportan el 75,0 por ciento de las pérdidas resultantes, afirmó.
Más de 3 500 millones de personas viven en regiones muy sensibles a los estragos del cambio climático, lo que impulsa la migración forzada, mientras la contaminación del aire se cobra prematuramente millones de vidas cada año, añadió.
El papa Francisco pidió «desarrollar una nueva arquitectura financiera que responda a las necesidades del Sur Global y de los estados insulares gravemente afectados por los desastres climáticos».
Reafirmó asimismo la necesidad de una «reestructuración y reducción de la deuda, junto con la elaboración de una nueva carta financiera mundial de aquí a 2025, que reconozca una especie de deuda ecológica», una iniciativa que «puede ser una ayuda válida para mitigar el cambio climático».
16 mayo 2024|Fuente: Prensa Latina |Tomado de |Noticia
abr
12
La humanidad apenas tiene dos años para salvar al mundo y revertir el curso actual, una advertencia de la ONU que reconoce hoy los riesgos de la crisis climática que amenaza al planeta.
En recientes declaraciones, el secretario ejecutivo de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, Simon Stiell, pidió cambios dramáticos para frenar las emisiones y decisiones financieras que prioricen el clima.
«¿Quién tiene exactamente dos años para salvar el mundo? La respuesta es cada persona de este planeta», dijo Stiell en un evento en Londres donde se hizo eco de las advertencias del organismo luego de que el 2023 acumulara algunas de las peores estadísticas para el planeta.
«Cada vez más personas quieren acción climática en todas las sociedades y espectros políticos, en gran parte porque están sintiendo los impactos de la crisis climática en su vida cotidiana y en sus presupuestos familiares», reconoció.
Si las emisiones continúan al ritmo actual, advirtió Stiell, afianzarán aún más las enormes desigualdades entre los países y comunidades más ricos y más pobres del mundo.
El más reciente Informe sobre Financiamiento para el Desarrollo Sostenible 2024 estima que se necesitan 4,2 billones de dólares anuales para cerrar la brecha de financiamiento para el desarrollo, una cifra mucho mayor que los 2,5 billones necesarios antes de la pandemia de la Covid-19.
La ONU reconoce que ese contexto es, en buena parte, causado por las crecientes tensiones geopolíticas, los desastres climáticos y una crisis mundial del costo de la vida que afectan a miles de millones de personas y perjudican los avances en materia de atención sanitaria, educación y otros objetivos de desarrollo.
De acuerdo con el análisis, en los países menos desarrollados el servicio de la deuda será de 40 mil millones de dólares anuales entre 2023 y 2025, más del 50 por ciento más que los 26 mil millones de dólares en 2022.
En ese contexto, los desastres relacionados con el clima más fuertes y frecuentes representan más de la mitad del aumento de la deuda en países vulnerables.
Al presentar el estudio esta semana, la vicesecretaria general de la ONU, Amina Mohammed, pidió medidas urgentes para rescatar los Objetivos de Desarrollo Sostenible al advertir del lamentable desvíos de las metas trazadas.
La representante consideró indispensable un aumento de la inversión y una reforma del sistema financiero internacional ante el riesgo de que 600 millones de personas vivan en la pobreza extrema en 2030 de mantenerse el ritmo actual.
Aproximadamente el 40 por ciento de la población mundial -unos tres mil 300 millones de personas- viven en países donde los gobiernos ahora gastan más en pagos de intereses que en educación o salud.
«Las tasas promedio de crecimiento han disminuido constantemente en los últimos 25 años, desde más del seis por ciento antes de la crisis financiera mundial hace más de 15 años a alrededor del cuatro por ciento en la actualidad», dijo.
11 abril 2024|Fuente: Prensa Latina |Tomado de la Selección Temática sobre Medicina de Prensa Latina. Copyright 2023. Agencia Informativa Latinoamericana Prensa Latina S.A. |Noticia
sep
14
Los picos de mortalidad durante las olas de calor son cada vez más frecuentes y acabarán siendo habituales en el futuro. Así lo revela un análisis probabilístico realizado por investigadores europeos, con datos de ciudades como París y Barcelona.
La mortalidad relacionada con el calor se ha identificado como uno de los principales extremos climáticos que suponen un riesgo para la salud humana. Las investigaciones actuales se centran sobre todo en cómo aumenta esta mortalidad con el aumento de la temperatura media mundial.
Sin embargo, estos cambios están fuertemente impulsados por eventos extremos que se vuelven más frecuentes e intensos, hasta ahora invisibles, que alcanzan territorios inexplorados.
Así lo muestra un nuevo estudio publicado en Nature Communication, liderado por centros de investigación suizos y en el que participa el investigador Dominic Royé de la Fundación para la Investigación del Clima (FIClima), donde se cuantifican los cambios en la frecuencia de eventos extremos por calor y la mortalidad asociada.
La mortalidad por calor de un evento de uno cada 100 años a principios de este siglo se espera una vez cada diez o veinte años en el clima actual
A través de un análisis probabilístico, los autores combinan, por una parte las relaciones entre el calor y la mortalidad para 748 localidades de 47 países, y por otra, los datos de grandes conjuntos de modelos climáticos, para identificar probables eventos estivales pasados y futuros de gran impacto.
Así, en la mayoría de los lugares, la mortalidad por calor de un evento de uno cada 100 años en el año 2000 o principios de este siglo se esperaría una vez cada diez o veinte años en el 2020 o el clima actual.
Bajo estas condiciones se prevé que estos periodos de retorno se acortan aún más bajo niveles de calentamiento de 1,5 °C y 2 °C, donde los extremos de mortalidad por calor del clima pasado acabarán convirtiéndose en habituales si no se produce ninguna adaptación.
Los resultados subrayan la urgente necesidad de una fuerte mitigación y adaptación para reducir los impactos sobre la vida humana.

