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La comunidad médica celebra hoy el Día Mundial de la Alergia por la importancia de educar para prevenir dichas enfermedades y buscar tratamientos que mejoren la calidad de vida de las personas que las padecen.
Según la Organización Mundial de la Salud, la alergia es la cuarta enfermedad más relevante en el mundo y para 2050 más de la mitad de la población padecería alguna.
Se trata de reacciones exageradas del sistema inmunológico, que al estar en contacto con ciertas sustancias presentes en el ambiente como polvo, ácaros, animales, plantas, ciertos alimentos, picaduras de insectos y algunos fármacos, pueden provocar reacciones alérgicas en las personas.
Esta enfermedad se produce por una abrupta liberación de mediadores inflamatorios y que son los primeros causantes de los síntomas que experimentan los pacientes.
Las alergias pueden ser hereditarias y por eso es necesario realizar estudios anticipados en los niños para tomar las debidas precauciones y evitar que la enfermedad se desencadene, trayendo complicaciones futuras.
Estas afecciones pueden provocar muchos síntomas, pero no en todas las personas se manifiesta de igual forma.
Hay pacientes que experimentan cambios importantes en el sistema digestivo por la ingesta de algunos alimentos y existen casos que comienzan con trastornos en las vías respiratorias debido a la presencia de ácaros, polen y otros agentes que circulan en el ambiente.
Pueden ocurrir cambios en la piel producto de ciertas sustancias químicas como jabones, cremas, detergentes o algunos medicamentos, que pueden provocar salpullidos, enrojecimiento de la piel e incluso ulceraciones.
Otros síntomas frecuentes son picazón, estornudos, enrojecimiento e inflamación de la zona afectada, secreción nasal o trastornos más severos como el asma y alteraciones del aparato respiratorio.
Pese a los altos niveles de contaminación ambiental en todo el planeta, algunos consejos pueden ayudar a evitar la exposición a ciertos agentes alérgenos.
Entre ellos, evitar el contacto directo con ciertos agentes alérgenos como el polvo, el polen, los ácaros y ciertos alimentos, pelos de animales y algunos fármacos.
Mantener una buena higiene en el hogar, pero evitando el uso de ciertas sustancias químicas que puedan desencadenar alergias.
Los pacientes alérgicos deben permanecer en control médico, cumpliendo el tratamiento según cada caso.
No practicar ejercicios de alto impacto durante la época de polinización, pues en los asmáticos puede causar serios trastornos al sistema respiratorio.
En pacientes con intolerancia a ciertos alimentos se debe sustituir los mismos por aquellos que no representen un mayor riesgo a la salud.
08 julio 2024|Fuente: Prensa Latina |Tomado de la Selección Temática sobre Medicina de Prensa Latina. Copyright 2024. Agencia Informativa Latinoamericana Prensa Latina S.A.|Noticia
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11
La Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica de Estados Unidos (NOAA), publicó un pronóstico de actividad del polen que puede vaticinar cómo las cargas de esa sustancia influirán en el clima.
La herramienta también prevé el impacto del clima en las concentraciones de polen y predice, en tiempo real, hacia dónde se transporta, por lo cual las personas alérgicas podrán ajustar sus actividades al aire libre y sus medicamentos.
Dicha herramienta es un módulo del sistema experimental de predicción del tiempo y la química atmosférica Rapid-Refresh Chemistry (RAP-Chem), encargado este último de realizar la predicción del tiempo y la calidad del aire de próxima generación que simula la química y el transporte en fase gaseosa y de aerosoles. Cada 24 horas, el modelo produce un pronóstico de dos días para el ozono, el humo, el polvo y otros parámetros relacionados con la calidad del aire y la química atmosférica, incluido ahora el polen.
RAP-Chem también tiene en cuenta la influencia que el polen, el polvo y el humo pueden tener en el clima, aclara el informe de la NOAA.
Los granos de polen como todas las partículas suspendidas, dispersan la luz solar, sirven como semillas para formar nubes y afectar la temperatura, la visibilidad y las precipitaciones.
El polen se emite durante el día, impulsado principalmente por los vientos simulados por el modelo y en la noche, las emisiones se detienen y las concentraciones de polen disminuyen a medida que las partículas se depositan en el suelo.
Por otro lado, la lluvia también tiende a limpiar el aire y reducir la cantidad de polen, aunque las corrientes descendentes frías creadas por las tormentas pueden concentrar partículas de polen, empeorando la picazón en los ojos o el asma, señalan los investigadores.
10 mayo 2024|Fuente: Prensa Latina |Tomado de |Noticia
abr
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La inmunoterapia representa un enfoque cada vez más frecuente frente a las alergias porque permite combatirlas desde dentro y de raíz, modificar el curso de la enfermedad y controlar la sintomatología intensa que no responde a otros tratamientos, con una indicación en aumento para evitar la aparición de complicaciones mayores.
«Afortunadamente los tratamientos están evolucionando a la vez que evolucionan las patologías», subraya. en una entrevista con EFE, la especialista de Alergología del Hospital Sierrallana de Torrelavega (Cantabria) Aurora Gutiérrez.
Explica que ahora mismo existe una gama importante de fármacos biológicos para poder tratar los casos más graves de asma, de dermatitis atópica o de urticaria, «que son patologías a veces muy incapacitantes».
Además, la inmunoterapia es una herramienta muy útil en Alergología, destaca.
«Llevamos muchos años utilizando este tipo de vacunas que también se van actualizando a medida que se conoce más sobre los mecanismos de producción de las alergias», advierte esta especialista, que agrega que, de este modo, se consiguen frenar o controlar los síntomas de la alergia y evitar la evolución de la enfermedad.
Las ‘vacunas de alergias’, según abunda esta doctora, se reservan para casos en los que la clínica es muy intensa a pesar de estar realizando un tratamiento sintomático adecuado, aunque «esta actitud está cambiando y se está ampliando su indicación en determinados pacientes», como la población pediátrica.
«En los niños con rinoconjuntivitis alérgica se intenta instaurar antes, ya que hemos visto que en algunos casos se puede evitar la aparición de asma alérgico», comenta.
Esta época del año primaveral es complicada, sobre todo para los pacientes alérgicos al polen. La doctora Gutiérrez explica que las lluvias ayudan a limpiar la atmósfera, pero si finalmente llega una primavera predominantemente seca y cálida, habrá mayor carga de polen en el ambiente y a esto último se une la contaminación atmosférica.
Esta concurrencia de factores hace que las partículas que están en el ambiente sean más agresivas y causen mayor inflamación de la vía aérea, y más problemas a las alérgicos.
En las consultas de Alergología notan un aumento importante de la derivación de pacientes nuevos y, también, en el caso de los que están en seguimiento se percibe empeoramiento del control de los síntomas que obliga a hacer ajustes en el tratamiento.
Generalmente, los síntomas que presentan estos pacientes son los estornudos, moqueo, lagrimeo, picor nasal y ocular, y algunos de ellos presentan dificultad respiratoria por un asma alérgico. Otros pacientes también pueden presentar brotes de urticaria o empeoramiento de la dermatitis atópica de base.
Se recomienda que los pacientes acudan al especialista cuando todos estos síntomas interfieren en su calidad de vida. En estos casos se pueden beneficiar de un estudio de alergias para saber un poco qué es lo que está ocurriendo y pautar un tratamiento.
La prevalencia de alergias ha crecido y actualmente se estima que un 30 % de la población de España tiene algún problema de este tipo. «Los especialistas tenemos la sensación de que este porcentaje va en aumento», dice Gutiérrez, que considera las alergias «un problema grave de salud pública».
También cree que cada vez más la población está más concienciada sobre los problemas de alergia porque afectan a la calidad de vida.
El aumento de los alérgicos se debe «a múltiples factores» y es un fenómeno que está «en constante investigación». «A los especialistas nos interesa mucho», señala Gutiérrez, que cita estudios que afirman «que determinados factores, como el cambio climático, la contaminación, el hábito sedentario o el tabaquismo», están detrás de este crecimiento.
Cuando un paciente acude a una consulta de Alergología, lo primero es realizar una entrevista. Se le hacen unas preguntas con las que se cataloga el tipo de problema y se planifica un estudio. Se hacen pruebas en la piel de los antebrazos con múltiples alérgenos alimentarios y ambientales y, al testarlo, se consigue saber qué sustancias son las que están causando la situación clínica al paciente.
También se solicitan analíticas de sangre con las que realizar un diagnóstico molecular, que consiste en identificar en concreto las proteínas de los alérgenos que están causando el problema al paciente, lo que permite «hacer una medicina de precisión».
Y se pueden hacer otras pruebas, como por ejemplo la espirometría, que sirve para medir la capacidad respiratoria y saber si está alterada o no.
17 abril 2024|Fuente: EFE |Tomado de la Selección Temática sobre Medicina de Prensa Latina. Copyright 2023. Agencia Informativa Latinoamericana Prensa Latina S.A.|Noticia