La enfermedad cardiovascular (ECV), que comprende la enfermedad cardíaca, el accidente cerebrovascular (ACV) y la enfermedad vascular periférica, es la causa principal de enfermedad y muerte en las mujeres de todo el mundo.
Las diferencias biológicas y físicas, como el área de superficie corporal más pequeña, el tamaño más pequeño de los vasos coronarios y los factores hormonales relacionados con el sexo son exacerbados por factores socioculturales y contribuyen a las diferencias en la prevalencia, la presentación y la historia natural de la ECV en ambos sexos.

enfermedad coronaria
Las mujeres con ECV experimentan un retraso en el diagnóstico, tienen menos posibilidad de ser tratadas según guías y estándares, y sufren tasas de complicaciones más elevadas y peores resultados que los hombres.
Las mujeres están significativamente menos representadas en los ensayos cínicos mientras que las estrategias diagnósticas y de manejo no están incluidas en las guías clínicas actuales.

Epidemiología

 Australia, 3 de cada 10 mujeres mueren por ECV, incluyendo la enfermedad arterial coronaria (EAC). Se estima que entre los 45 y los 64 años, 1 de cada 9 mujeres desarrollará alguna forma de ECV, con un aumento de 1 cada 3 a partir de los 65 años. Las mujeres indígenas australianas están particularmente en riesgo, sobre todo las más jóvenes.

En 2016, las mujeres indígenas  ≥25 sufrían un evento coronario agudo representado por infarto de miocardio o angina inestable, a una tasa  de 3,8 veces más que otras mujeres australianas. Se destaca que en las últimas décadas, en Australia las tasas de mortalidad por EAC han ido declinando. Desde 2006 hasta 2016, la tasa cayó un 46% para las mujeres (desde 78 a 44/100.000 habitantes) y un 40% para los hombres (de 135 a 84/100.000 habitantes).

Por otra parte, entre 2001 y 2016, la prevalencia de los eventos coronarios agudos (infarto de miocardio y angina inestable) en las mujeres australianas cayó un 57% (de 465 a 215 evento/100.000). Sin embargo, las tasas de declinación son menores en las mujeres <55 años, con un aumento de los ACV y de los infartos de miocardio.

Factores de riesgo cardiovascular

Existen varios factores de riesgo tradicionales específicos relacionados con el sexo que aumentan el riesgo de ECV en las mujeres.

Factores de riesgo tradicionales

Estos factores son frecuentemente poco reconocidos y tratados en las mujeres, En comparación con los hombres, afectan el riesgo de ECV de manera diferente en ambos sexos.

Factores de riesgo específicos del sexo

Varios factores relacionados con el sexo femenino aumentan el riesgo de ECV en las mujeres.

Anticonceptivos hormonales

Los anticonceptivos hormonales combinados aumentan 12 veces el riesgo de infarto agudo de miocardio (IAM) en las mujeres con hipertensión y deben evitarse en este subgrupo. En las mujeres con mayor riesgo de IAM los anticonceptivos a considerar deben ser los compuestos solo por progesterona. Antes del uso de los anticonceptivos hormonales no se observaba un aumento del riesgo de ECV subsecuente.

Trastornos relacionados con el embarazo

Los trastornos hipertensivos y metabólicos del embarazo también están independientemente asociados con un aumento del riesgo de ECV materna. Estos trastornos incluyen la hipertensión gestacional, la preeclampsia, la eclampsia y el desprendimiento de placenta (placenta abrupta).

El comienzo precoz de la preeclampsia (<34 semanas) y su mayor gravedad confieren un aumento particular del riesgo de ECV materna más tarde en la vida, potencialmente debido a la disfunción endotelial resultante, la cual persiste durante muchos años después del embarazo afectado y está relacionada con la ateroeseclerosis. Las mujeres con diabetes gestacional tienen mayor riesgo de ECV subsecuente, y más del 50% desarrollará diabetes mellitus tipo 2 crónicamente.

 Menopausia

Luego de la menopausia, el riesgo de ECV aumenta sustancialmente, lo que posiblemente esté relacionado con un aumento importante del colesterol ligado a lipoproteínas de baja densidad hacia el final del período menstrual. Las concentraciones más bajas de estrógenos y más elevadas de andrógenos contribuyen al aumento del riesgo. La menopausia antes de los 60 años aumenta el riesgo de ECV.

Tratamiento hormonal en la menopausia

Ensayos aleatorizados y controlados no han mostrado ningún beneficio en la prevención primaria o secundaria derivado del uso de la terapia de reemplazo hormonal. El uso de estrógenos provoca un pequeño pero significativo aumento del riesgo de eventos cardiovasculares, en particular en las mujeres que inician el tratamiento 20 o más años después de la menopausia, o al menos, a partir de los 70 años. En las mujeres con IAM, la terapia hormonal menopáusica debe ser suspendida.

 Otros factores hormonales

La menarca precoz (<12 años), el primer embarazo a edad temprana, los antecedentes de aborto, la muerte fetal, el parto prematuro y los bebés con peso bajo al nacer se asocian de manera independiente con un aumento del riesgo de ECV durante el resto de la vida. Posiblemente, esto esté mediado por un estado de inflamación sistémica aumentado y la disfunción endotelial, lo cual acelera la ateroesclerosis.

El síndrome del ovario poliquístico se asocia con aumento del riesgo de ECV, específicamente la EAC. Las causas pueden ser la asociación de resistencia a la insulina, obesidad y síndrome metabólico, el cual lleva a la diabetes tipo 2, la dislipidemia y la hipertensión.

Radioterapia y quimioterapia para el cáncer

La radiación puede causar lesión endotelial de las arterias coronarias llevando a un estado proinflamatorio, la ruptura de a pared vascular, la agregación plaquetaria, la trombosis y el reemplazo de la íntima dañada por miofibrosis, estenosis vascular y ateroesclerosis. Las mujeres con antecedentes de cáncer de mama tratadas con radioterapia muestran un aumento relativo de7,4% en el riesgo de eventos cardiovasculares con cada gray de exposición a la radiación.

Por otra parte, por razones poco claras, las mujeres tratadas con radiación del campo de manto, o mediastinal por linfoma Hodgkin tienen tasas significativamente superiores de eventos cardiovasculares y mortalidad comparadas con las de los hombres, lo que destaca la necesidad de una mayor vigilancia. La menor vigilancia específica cardiovascular también ha sido observada en las mujeres tratadas con radiación por cánceres cervical y uterino.

Evaluación del riesgo cardiovascular

El riesgo cardiovascular debe ser evaluado de manera diferente en la mujer que en el hombre.

El Framingham Risk Score subestima el riesgo de ECV en las mujeres. El Reynolds Risk Score es más adecuado para las mujeres. Este algoritmo para la predicción del riesgo cardiovascular a los 10 años, para mujeres >45 años, incluye 2 variantes de riesgo adicionales: la concentración de proteína C reactiva de alta sensibilidad, una historia parental de EAC prematura antes de los 60 años.

Muchas evaluaciones de riesgo específico no incluyen los factores específicos del sexo en relación a la prevención de riesgo primaria. En este algoritmo, la evaluación del riesgo en las mujeres mejoraría si hubiera más investigaciones que promuevan la incorporación de los factores de riesgo específicos de las mujeres.

Tipos de enfermedad arterial coronaria (EAC)

Entre ambos sexos se observan diferencias entre los distintos tipos de EAC.

 Enfermedad arterial coronaria (EAC)

En general, la EAC tiene manifestaciones similares en ambos sexos siendo el síntoma más común el dolor en el centro del pecho. En las mujeres hay mayor posibilidad de que el comienzo del dolor sea en reposo, durante el sueño o si se halla bajo estrés mental. Con más frecuencia, las mujeres tienen dolor atípico en la parte superior de la espalda, los brazos, el cuello y la mandíbula, así como disnea, diaforesis, indigestión, náusea, palpitaciones, mareos y debilidad.

Por otra parte, la proporción de mujeres ≤55 que se presentan con síndrome coronario agudo sin dolor precordial es significativamente superior a la de los hombres (19% vs. 13,7%). Como resultado, corren mayor riesgo de ser dadas de alta a pesar de estar sufriendo un síndrome coronario agudo, las mujeres con EAC también desarrollan con mayor frecuencia que los hombres una insuficiencia cardíaca sintomática. Esto puede deberse al impacto de la coexistencia de hipertensión artertial, un factor de riesgo de EAC importante, lo que conduce a una mayor incidencia de hipertrofia ventricular izquierda, responsable de la menor respuesta al tratamiento antihipertensivo en las mujeres, provocando una disfunción diastólica e insuficiencia cardíaca con fracción de eyección preservada.

 Isquemia con enfermedad arterial coronaria no obstructiva

La isquemia con EAC no obstructiva es una condición provocada por la disfunción microvascular coronaria o el espasmo de la vasculatura epicárdica.

Es más común en las mujeres, especialmente entre los 45 y los 65 años. Si esta condición o la estenosis coronaria no es diagnosticada se puede cometer el error de ignorar la presencia de enfermedad cardíaca y no ser tratada, lo cual aumenta el riesgo de eventos cardíacos. Un meta-análisis ha revelado un incremento global estimado de la incidencia de mortalidad global o de infarto de miocardio de 0,98 por 100 personas-años en pacientes con EAC no obstructiva comparado con 0,2 por 100 personas-años en la población general comparable.

Por otra parte, el 50% de las pacientes con EAC no obstructiva experimentará episodios repetidos de dolor de pecho isquémico, similar a aquellos con EAC obstructiva, además de atenuar la importancia de la condición. Para evaluar la resistencia macroscópica, la reserva de flujo coronario y la resistencia microvascular es necesaria una angiografía coronaria funcional, para confirmar el diagnóstico, que de otro modo puede no ser detectado por los estudios no invasivos de rutina.

 Infarto de miocardio con enfermedad arterial coronaria no obstructiva

Este tipo de EAC es unas 3 veces más común en las mujeres que en los hombres, según un análisis de 10 estudios agrupados que reclutaron pacientes con EAC no obstructiva y pacientes con infarto de miocardio y EAC obstructiva. Asimismo, casi el 25% de los pacientes del primer grupo presentaron angina, equivalente a la prevalencia en los pacientes con EAC obstructiva.

En aproximadamente una cuarta parte de los casos de EAC no obstructiva, se desconoce la fisiopatología. Se cree que el responsable es el proceso que involucra la enfermedad de los vasos epicárdicos y de la microvasculatura coronaria, lo que entorpece el aumento del flujo sanguíneo miocárdico en respuesta al aumento de la demanda de oxígeno. También puede ser una superposición con las formas leves del síndrome de Takotsubo.

Síndrome de Takotsubo

Este síndrome es responsable del 7,5% de los casos de IAM en las mujeres; el 90% ocurre en la posmenopausia, entre los 50 y los 75 años. Se desencadena por el estrés emocional o físico, lo cual se asocia con mayor actividad simpática. Los pacientes presentan dolor de pecho y cambios electrocardiográficos característicos del síndrome coronario agudo, pero sin EAC obstructiva en la angiografía. Estos pacientes presentan una dilatación ventricular reversible. En el 5,9% de los pacientes se produce el paro cardíaco.

Disección espontánea de la arteria coronaria

Hasta el 25% de las mujeres ≤60 años, este cuadro causa IAM en ausencia de los factores de riesgo convencionales. Es la causa más común de infarto de miocardio asociado al embarazo. Ocurre principalmente en el tercer trimestre o en el posparto. Existe un gran riesgo de recurrencia, con un proceso patológico independiente de enfermedad ateroesclerótica. Si bien las estrategias para prevenir la disección espontánea de la arteria coronaria incluyen evitar la terapia hormonal y futuros embarazos, actualmente no hay evidencia que permita establecer una guía terapéutica.

Tratamiento de la enfermedad cardiovascular

El manejo de la ECV en las mujeres debe tener en cuenta los factores específicos del sexo incluyendo el tamaño de las arterias coronarias, el riesgo de hemorragia y el estado hormonal, así como las potenciales diferencias farmacocinéticas y farmacodinámicas.

 Revascularización

En comparación con los hombres, las mujeres tienen más posibilidades de ser sometidas a una angioplastia coronaria percutánea pero menos de recibir un bypass coronario.

No está claro si esto representa un tratamiento inconveniente o apropiado dada la mayor mortalidad que presentan las mujeres luego del bypass coronario ligado a un aumento de las comorbilidades, incluyendo los vasos coronarios más pequeños.

Farmacoterapia cardiovascularEn las mujeres más jóvenes, la terapia antiplaquetaria dual da como resultado un riesgo mayor de hipermenorrea y anemia, con necesidad de un monitoreo más riguroso.

Es importante discutir con la paciente acerca de la anticoncepción, ya que las estatinas y los inhibidores de la enzima convertidora de angiotensina están contraindicadas en el embarazo. La prescripción puede diferir en las mujeres según su edad reproductiva, otros tratamientos hormonales y el uso de anticonceptivos. Las mujeres con ECV tienen más posibilidades de estar tratadas con nitratos, bloqueantes de los canales de calcio y sedantes, y menor posibilidad de recibir aspirina y estatinas que los hombres, lo que posiblemente explique la mayor prevalencia de ECV no ateroesclerótica.

Las estatinas luego del IAM también son significativamente menos indicadas en las mujeres que en los hombres, lo que. en parte, depende de los médicos, pudiendo ser apropiado cuando el infarto de miocardio está provocado por una EAC no obstructiva, más común en las mujeres. Sin embargo, el menor uso de estatinas en las mujeres con EAC obstructiva puede estar relacionado con una menor preocupación de los médicos por los riesgos de una enfermedad cardíaca recurrente en las mujeres y la menor posibilidad de considerar a la enfermedad cardíaca como la principal amenaza para la salud femenina. Aún las mismas mujeres suelen considerar que la mayor amenaza para su salud es el cáncer. Esto puede explicar por qué las mujeres reciben estatinas con menor frecuencia después de un infarto de miocardio, en comparación con los hombres. Hasta el momento, no hay evidencia que apoye que el uso de estatinas sea más seguro en los hombres que en las mujeres.

Un metaanálisis sugiere que las estatinas indicadas para prevenir los eventos cardiovasculares mayores tienen un efecto similar en ambos sexos y que, por lo tanto, el menor efecto en las mujeres sería el resultado de la práctica actual.

Conclusión

Las guías actuales para el diagnóstico, la investigación y el tratamiento de la EAC no discriminan entre los sexos y están basadas en estudios con mayor cantidad de hombres. Las mujeres tienen mayor posibilidad de experimentar retrasos en el diagnóstico y menores posibilidades de recibir atención médica basada en guías establecidas.

Para reducir el riesgo de ECV en las mujeres es fundamental atender a las diferentes contribuciones de los factores de riesgo tradicionales, como la diabetes, el cumplimiento por parte de los médicos de las pautas establecidas para el manejo de la hiperlipidemia, y un enfoque en los factores del estilo de vida. Por otra parte, reconocer la importancia de los factores de riesgo específicos del sexo, como los trastornos hipertensivos y metabólicos del embarazo, es vital para mejorar los resultados.

Si bien la investigación cardiovascular específica del sexo ha aumentado significativamente en los últimos años, esto no se ha traducido en cambios en la atención recomendada por las guías, ni ha mejorado los resultados clínicos para las mujeres.

Fundamentalmente, la ECV en las mujeres sigue siendo poco estudiada, diagnosticada y tratada. Hasta que esto se modifique, las mujeres seguirán experimentando una morbilidad y mortalidad cardiovascular desproporcionadamente elevada.

agosto 8, 2023 |IntraMed

hipertension arterialLos pacientes en estado crítico con shock circulatorio (cuando el corazón no puede bombear suficiente sangre y oxígeno al resto del cuerpo, a menudo como resultado de una insuficiencia cardíaca, sepsis o hemorragia) requieren una estrecha vigilancia y tratamiento, especialmente para mantener una presión arterial adecuada para prevenir lesiones en órganos importantes.

Un equipo dirigido por investigadores del Hospital General de Massachusetts (MGH) en colaboración con investigadores del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) desarrolló recientemente un método para monitorear a estos pacientes, que puede ayudar a los médicos a controlar su presión arterial y función cardíaca para reducir el riesgo de muerte. y otros resultados negativos para la salud. El método fue probado y validado en un estudio publicado en Nature Medicine.

El trabajo consistió en diseñar un enfoque para medir una propiedad de la circulación llamada presión crítica de cierre, que es la presión sanguínea a la que los vasos sanguíneos pequeños colapsan y el flujo sanguíneo se detiene. La presión de cierre crítica puede proporcionar una indicación del tono de los vasos sanguíneos en respuesta a la enfermedad y la terapia, pero no ha sido posible medir este parámetro de forma rutinaria en la atención clínica.

El desarrollo del nuevo enfoque utilizó datos de forma de onda de alta resolución del control de la presión arterial de 5532 pacientes en la unidad de cuidados intensivos cardíacos en MGH. Los investigadores desarrollaron un análisis basado en parámetros medidos (incluida la presión arterial, la presión del pulso y la frecuencia cardíaca) para definir la presión de cierre crítica.

Luego definieron un valor llamado presión de perfusión tisular, que se calcula como la diferencia entre la presión arterial promedio y la presión crítica de cierre, y descubrieron que predecía el riesgo de muerte de un paciente, la duración de la estadía en el hospital y el nivel máximo de lactato sanguíneo (un indicador de la oxigenación tisular).

«Cuando se trata a pacientes con shock circulatorio, es esencial mantener objetivos de presión arterial adecuados, aunque los objetivos estándar no se personalizan para pacientes individuales. Hemos desarrollado una nueva métrica que puede identificar a las personas con una perfusión tisular inadecuada que corren el riesgo de sufrir resultados adversos. Creemos que este método se puede utilizar para optimizar las decisiones de tratamiento para los pacientes en la unidad de cuidados intensivos», dice el autor principal Aaron Aguirre, MD, Ph.D., cardiólogo asistente y especialista en cuidados críticos en MGH y profesor asistente de Medicina en Harvard. Escuela de Medicina.

El equipo del Dr. Aguirre llevará a cabo estudios adicionales para comprender cómo varía la presión de perfusión de los tejidos con las diferentes terapias. También planean diseñar ensayos clínicos para probar si su nuevo método puede ayudar a guiar la atención clínica y mejorar los resultados de salud en pacientes en estado crítico.

Referencia: Aaron Aguirre et al, Tissue Perfusion Pressure Enables Continuous Hemodynamic Evaluation and Risk Prediction in the Intensive Care Unit, Nature Medicine (2023). DOI: 10.1038/s41591-023-02474-6 www.nature.com/articles/s41591-023-02474-6

 

Medicalxpress

 

 

fibrilación auricularEl método, desarrollado bajo la dirección de científicos del Centro Nacional de Investigaciones Cardiovasculares (CNIC), integra de forma simultánea y no invasiva información de los cambios mecánicos y eléctricos en la arritmia.

Con la fibrilación auricular, la sangre puede quedar atrapada en el pequeño apéndice auricular izquierdo y formar un coágulo, como en esta representación 3D.

Diagnosticada en al menos diez millones de personas en Europa (más de 700 000, en España), esta arritmia cardiaca puede conducir a complicaciones como ictus o insuficiencia cardiaca.

La fibrilación produce una serie de cambios en las características eléctricas, mecánicas y estructurales de las aurículas (lo que se conoce como remodelado auricular). Contar con una «foto» lo más precisa posible de esas alteraciones en cada paciente y por tanto, contribuye a un manejo personalizado de la arritmia.

Un nuevo sistema, cuyos detalles se publican en se publican hoy viernes en Nature Communications, conseguiría afinar ese diagnóstico y el pronóstico de la enfermedad.

La técnica ha sido desarrollada por científicos del CNIC) en una colaboración durante diez años con investigadores nacionales e internacionales. El procedimiento efectúa una evaluación de forma simultánea y no invasiva de la actividad eléctrica y mecánica (contráctil) de las aurículas durante fibrilación auricular.

“Era un reto sin resolver”, comenta el investigador principal del estudio, David Filgueiras, jefe del grupo Desarrollo Avanzado sobre Mecanismos y Terapias de las Arritmias del CNIC y cardiólogo del Instituto de Investigación Sanitaria del Hospital Clínico San Carlos (IdISSC). Por un lado, “la tecnología disponible no permitía integrar ambos tipos de información para obtener un marcador que proporcionara una evaluación más completa”; por otro, “durante la fibrilación auricular los movimientos de contracción de las aurículas del corazón son de baja intensidad y su caracterización supone todo un reto tecnológico”.

Unir dos señales

Con este trabajo se demuestra que “es posible integrar la información eléctrica y mecánica de las aurículas de los pacientes en fibrilación auricular y así obtener información pronóstica personalizada con respecto a la evolución clínica de la arritmia”, afirma Filgueiras.

Para ello, en una primera fase trabajaron clínicos, ingenieros y físicos hasta dar con una solución que integrara los datos electromecánicos. Lo consiguieron uniendo la señal de imagen Doppler tisular de las aurículas para evaluar la actividad mecánica, con la señal del electrocardiograma de superficie, para evaluar la actividad eléctrica.

Las dos señales se registran de manera no invasiva durante un estudio de ecocardiografía transtorácica, una sencilla prueba que evalúa la forma y función del corazón y parte de sus estructuras internas.

Distingue la velocidad de progresión

La clasificación de los pacientes con fibrilación auricular se basa en esencia en criterios que atañen al tiempo que el paciente ha estado con la arritmia. Sin embargo, explica David Filgueiras, “esta clasificación temporal no permite determinar el grado de remodelado subyacente de un paciente en concreto, lo cual tiene especial importancia en los primeros meses de evolución de la fibrilación auricular cuando el grado de avance de los procesos patológicos subyacentes puede seguir distintas velocidades de progresión”.

Para Filgueiras, “la relevancia de este nuevo abordaje diagnóstico se pone de manifiesto en su capacidad para hacer una evaluación personalizada del grado de avance del remodelado auricular en un paciente en concreto, más allá de la clasificación clínica basada en un criterio temporal”.

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DALLAS, 2 de agosto de 2023 — La American Heart Association, una fuerza incansable cuyo objetivo es prolongar la vida y la salud de todos, ha premiado a 2,671 organizaciones de cuidados de salud y de sistemas de respuesta a emergencias, casi 145 más que en 2022, por su compromiso de mejorar los resultados de salud para los pacientes cardiovasculares a través del cuidado eficiente y coordinado basado en evidencia.

cuidados de salud

Get With The Guidelines® y Mission: Lifeline® de la American Heart Association son programas de reconocimiento de mejora de la calidad para hospitales que utilizan las pautas científicas basadas en evidencia más actuales para salvar vidas y agilizar los tiempos de recuperación en la atención de la salud. Por medio de estos programas, la American Heart Association premia a los hospitales, clínicas y sistemas de servicio de emergencias médicas participantes por demostrar su dedicación para mejorar la atención de calidad y reducir las barreras para obtener un rápido tratamiento, lo que finalmente resulta en salvar más vidas, tiempos de recuperación más cortos y menos retornos al hospital.

Las categorías de los premios de los programas Get With The Guidelines y Mission: Lifeline cubren el tratamiento de ataque o derrame cerebral, colesterol alto, paro cardíaco, insuficiencia cardíaca, ataque cardíaco con infarto de miocardio con elevación del segmento ST, diabetes tipo 2 y fibrilación auricular. Los niveles de los premios van desde Gold Plus hasta Bronze, según la cantidad de requisitos que se cumplan para cada designación.

“Los pacientes que experimentan eventos cardiovasculares dependen de un cuidado eficiente y coordinado para sobrevivir”, dijeron Joseph Wu, MD, PhD, FAHA, Presidente Voluntario de la American Heart Association, Director de Stanford Cardiovascular Institute y Simon H. Stertzer, MD, Profesor de Medicina y Radiología en Stanford University. “Los programas Get With The Guidelines® y Mission: Lifeline® de la American Heart Association ayudan a los hospitales a seguir las normas más recientes basadas en la investigación para garantizar que cada uno de sus pacientes tenga las mejores posibilidades de supervivencia y la mejor calidad de vida posible”.

En el cuarto año, los ganadores del premio incluyen a los sistemas de cuidados de salud de los 50 estados y Washington, D. C., Guam y Puerto Rico. Este año se otorgaron aproximadamente 13,000 premios a la mejora de la calidad, y muchas organizaciones obtuvieron más de un reconocimiento*.

“Durante más de 20 años, la American Heart Association ha promovido la mejora de la calidad en la salud y la atención médica, y estas instituciones ganadoras trabajaron para garantizar un cuidado equitativo y de calidad en las comunidades de todo el país”, expresó Wu. “Miles de organizaciones de cuidados de salud ven el valor que aportan estos programas y cómo la American Heart Association apoya su compromiso con los cuidados de salud de calidad”.

Cada 40 segundos, alguien en los EE. UU. sufre un ataque o derrame cerebral o un ataque cardíaco, y las enfermedades cardíacas y los derrames cerebrales son las causas de muerte número 1 y número 5 en los Estados Unidos, respectivamente, según la Actualización estadística de 2022 de la American Heart Association. Los estudios demuestran que los pacientes pueden recuperarse mejor cuando los proveedores siguen las pautas de tratamiento de forma consistente.

agosto 04, 2023 | EurekAlert!

menopausia-1

Coincidiendo con el Día Internacional de la Acción por la Salud de la Mujer, celebrado el pasado 28 de mayo, la Sociedad Española de Arteriosclerosis (SEA) quiere hacer una llamada de atención respecto al cuidado de la salud vascular de las mujeres en período de menopausia y post menopausia. Se trata de una etapa crítica de la salud femenina, en la que se debe hacer una reevaluación completa del riesgo vascular (RV), ya que a partir de este momento de la vida, aumenta considerablemente la morbimortalidad de las mujeres por enfermedad vascular.

La menopausia influye en algunos factores de RV clásicos: los niveles de colesterol LDL aumentan hasta en un 10% entre el año previo y el año posterior al cese de la menstruación. Y el colesterol HDL, que se considera un factor protector del RV, en este período de la vida de las mujeres pierde su efecto protector: no hay cambios relevantes cuantitativamente, pero sí en la distribución y función.

Mismo RV que los hombres

«A partir de la menopausia, el RV de las mujeres se equipara al del hombre. La enfermedad vascular en la mujer se retrasa unos 10 años respecto a la del hombre. pero en la transición a la menopausia la prevalencia llega prácticamente a igualarse», asegura la Dra. Rosa Argüeso, miembro de la SEA, especialista en Endocrinología, Diabetes, Lípidos y Nutrición Clínica, e investigadora del Hospital Universitario Lucus Agustí (HULA) de Lugo.

Y, sin embargo, la mujer está infradiagnosticada respecto al RV, y, por tanto, infratratada. Y tiene poca representación en los ensayos clínicos. Deben darse dos situaciones que inviertan esta situación, según la Dra. Argüeso: «Mayor conciencia por parte del médico que trata a la paciente, y también por parte de la propia mujer, que con frecuencia también infraestima su riesgo».

Terapia Hormonal Sustitutiva (THS)

La prescripción de la THS para mujeres en menopausia ha cambiado mucho desde los años 90. Tal y como explica la Dra. Argüeso, «actualmente tiene un gran consenso científico la hipótesis del tiempo. La THS tiene sus riesgos pero sabemos que está indicada en mujeres menores de 60 años o con duración de la menopausia inferior a 10 años, para tratamiento de síntomas persistentes de la menopausia: trastornos vasomotores, como sofocos y sudores; síntomas genito urinarios, como sequedad, dispareunia; síntomas depresivos, y en la prevención de pérdida de masa ósea o fractura. Pero no es un tratamiento aprobado para la cardioprotección».

En mujeres que hayan tenido antecedentes de enfermedad vascular arteriosclerótica o enfermedad tromboembólica venosa no está indicado el tratamiento, porque puede aumentar el riesgo. Y en mujeres que lleven más de 10 años sin reglas o que sean mayores de 60 años está totalmente contraindicado.

Cuando sí se recomienda con un elevado nivel de consenso científico es en mujeres con menopausia precoz, antes de los 40 años, hasta la edad de la menopausia natural, que estaría alrededor de los 50 años.

La mejor prevención: estilo de vida

Para vivir con calidad de vida y buena salud después de la menopausia, la mejor receta es el adecuado estilo de vida: implementar la verdadera dieta mediterránea, que es la que ha demostrado mayor protección respecto al RV; realizar ejercicio físico tanto aeróbico como de fuerza, para mantener activa la musculatura, y evitar la ingesta de tóxicos como tabaco y alcohol. «Estas son medidas fundamentales para toda la población, pero muy en especial en el caso de mujeres en edad de menopausia. Y también hacerse controles médicos para revisar la tensión, los niveles de colesterol y el peso», recomienda la Dra. Argüeso.

 

Mayo 29/2023 (IMmédico) – Tomado de Atención primaria, Cardiología, Obstetricia y Ginecología  Copyright 2023: Publimas Digital

 

sobrevive paro cardíaco

La Heart Rhythm Society (HRS), la Asia Pacific Heart Rhythm Society (APHRS) y la Latin American Heart Rhythm Society (LAHRS) han publicado hoy una nueva guía de práctica clínica sobre estrategias de estimulación cardiaca fisiológica (ECF) para restaurar la sincronía ventricular y mejorar el rendimiento cardiaco.

La «Guía 2023 HRS/APHRS/LAHRS sobre Estimulación Fisiológica Cardíaca para Evitar y Mitigar la Insuficiencia Cardíaca» pretende orientar a los electrofisiólogos cardíacos clínicos, cardiólogos y otros médicos sobre el uso de la estimulación fisiológica cardíaca, que incluye la terapia de resincronización cardíaca y la estimulación del sistema de conducción, en pacientes con indicación de marcapasos o insuficiencia cardíaca. La guía se publica en Heart Rhythm.

La insuficiencia cardíaca es una de las principales causas de morbilidad y mortalidad y es responsable de importantes costes sanitarios. Se ha demostrado que la terapia de resincronización cardiaca reduce los síntomas de la insuficiencia cardiaca y mejora la función cardiaca y las tasas de supervivencia en determinados pacientes.

En los últimos años, han aparecido nuevos datos sobre la optimización de las técnicas de estimulación y nuevas terapias relacionadas con la estimulación para mejorar la supervivencia de los pacientes con insuficiencia cardíaca. Con los recientes avances tecnológicos, la estimulación del sistema de conducción ha surgido como una alternativa potencial a la estimulación tradicional y a la terapia de resincronización cardiaca.

«El campo de la estimulación fisiológica ha experimentado una expansión significativa y estos avances tecnológicos han dado lugar a preguntas sobre la selección de pacientes, las indicaciones y los procedimientos de seguimiento», dijo Mina K. Chung, MD, FHRS, de la Clínica Cleveland y presidenta de la guía. «Esperamos que esta guía responda a esas preguntas y proporcione una orientación práctica basada en la evidencia sobre las prácticas de estimulación en pacientes con insuficiencia cardíaca».

A lo largo de la guía, los autores subrayan la importancia de la toma de decisiones compartida entre proveedores y pacientes a la hora de considerar el tratamiento con un dispositivo de PPC. Estas conversaciones deben tener en cuenta los valores, las preferencias y los objetivos asistenciales del paciente, así como las posibles ventajas y riesgos asociados a la terapia de estimulación. Además, los autores reconocen que siguen existiendo lagunas críticas en nuestra comprensión actual dentro del campo y destacan nuevas direcciones para la investigación futura.

«Se necesitan más ensayos aleatorizados y datos a largo plazo, específicamente en torno a los resultados clínicos de la estimulación del sistema de conducción», dijo Kristen K. Patton, MD, FHRS, de la Universidad de Washington y vicepresidenta de la guía. «Hemos identificado varias áreas para futuros estudios, y esperamos que este documento sirva como una guía valiosa para los investigadores y socios de la industria involucrados en el avance de estos dispositivos y procedimientos.»

Esta directriz es el resultado de una colaboración internacional entre expertos de renombre en los campos de la electrofisiología, la cardiología, la electrofisiología y la cardiología pediátricas, así como la bioestadística y la epidemiología. El comité de redacción contó con la participación activa de un paciente en el proceso de desarrollo para garantizar que las recomendaciones dieran prioridad a ofrecer la mejor atención posible al paciente en consonancia con sus deseos, necesidades y preferencias.

La guía, dirigida por la HRS, fue desarrollada en colaboración con la APHRS y la LAHRS, y con el respaldo del American College of Cardiology, la American Heart Association, la Heart Failure Society of America, la International Society for Holter and Noninvasive Electrocardiology y la Pediatric and Congenital Electrophysiology Society.

La guía se publica conjuntamente en Heart Rhythm y Journal of Arrhythmia. Su publicación coincidirá con una sesión de Heart Rhythm 2023 en Nueva Orleans, un evento de primer orden que reúne a profesionales del ritmo cardiaco de todo el mundo para hacer avanzar el campo de la electrofisiología y mejorar los resultados de los pacientes mediante el intercambio de conocimientos científicos de vanguardia, tecnologías innovadoras y terapias que salvan vidas.

 

Mayo 21/2023 (MedicalXpress) – Tomado de Cardiology  Copyright Medical Xpress 2011 – 2023 powered by Science X Network.

 

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