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La salud pública uruguaya registra como hito este 27 de agosto, la intervención quirúrgica de alta complejidad efectuada en el Hospital Maciel de Montevideo, capital de este país, que incluyó la extirpación de un tumor y la colocación de una prótesis 3D.
La operación fue realizada a una mujer de 26 años por el Centro de Referencia de Cirugía de Tórax del Hospital Maciel, que atiende a pacientes de todo el país.
El diario El Observador dio la primicia y consideró que se trata de un avance en términos quirúrgicos y tecnológicos, que marca un importante paso para la atención de los usuarios de la Administración de los Servicios de Salud del Estado (ASSE).
La paciente estaba diagnosticada con un sarcoma de Ewing, un tumor raro y agresivo que invadió su pared torácica.
El tratamiento comenzó un año antes, con radioterapia y quimioterapia para reducir el volumen del tumor, permitiendo finalmente su extirpación.
La ubicación del tumor requirió la remoción del pulmón derecho, así como de músculos y costillas de la pared torácica, un desafío médico y quirúrgico de gran complejidad que tiene como objetivo evitar la recurrencia del tumor.
La reconstrucción de la zona afectada fue posible gracias al uso de una prótesis 3D de titanio, diseñada de manera personalizada para la paciente.
Esta prótesis fue confeccionada en Argentina, y su diseño digital se adaptó a la anatomía exacta de la mujer.
La prótesis tiene la capacidad de dar estabilidad, proteger los órganos vitales y favorecer una mejor recuperación respiratoria.
Además, se utilizó un sistema de barras y mallas, fijadas a medida, para asegurar la colocación de la prótesis. El costo de esta pieza fue absorbido por el Hospital Maciel, informó la fuente.
27 agosto 2025 | Fuente: Prensa Latina | Tomado de la Selección Temática sobre Medicina de Prensa Latina. Copyright 2025. Agencia Informativa Latinoamericana Prensa Latina S.A. | Noticia
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21
Un equipo de investigadores del Centro de Biología Molecular Severo Ochoa (CSIC-UAM), la Universidad Autónoma de Madrid y el Instituto Ramón y Cajal de Investigación Sanitaria han hallado una nueva estrategia para hacer frente al carcinoma cutáneo de células escamosas y que permite aumentar la eficacia de un tratamiento no invasivo como lo es la terapia fotodinámica.
Este procedimiento consiste en la aplicación de una sustancia que vuelve sensibles a las células del tumor, tras lo que se las expone a una luz de una longitud de onda específica, provocando una reacción de las células tumorales mientras preserva mejor la apariencia estética de la piel, en comparación con la cirugía, aunque aún presenta retos como el desarrollo de resistencia al tratamiento por parte de las células cancerosas.
El estudio, publicado en la revista International Journal of Biological Sciences, ha mostrado que la combinación de la terapia fotodinámica con los fármacos N-acetilcisteína, empleado para facilitar la eliminación de mucosidad en enfermedades respiratorias y otras aplicaciones clínicas, o con raloxifeno, utilizado para prevenir la osteoporosis y ciertos tipos de cáncer de mama, favorece una mejor respuesta a la terapia.
Dicha estrategia ayuda a frenar la producción de la molécula TGF-beta1, que ha sido identificada como una de las principales causas de la resistencia que desarrolla el tumor al tratamiento, pues provoca un estado de ‘hibernación’ conocido como quiescencia, en el que las células tumorales dejan de dividirse temporalmente, lo que las hace más resistentes a la terapia fotodinámica, que actúa sobre células activas y en crecimiento.
«En este estudio, revelamos el potencial de la N-acetilcisteína y el raloxifeno como tratamiento de apoyo para mejorar la terapia fotodinámica del carcinoma escamoso de piel», ha destacado la líder del estudio e investigadora del Centro de Biología Molecular y profesora en la Universidad Autónoma de Madrid, Elisa Carrasco.
Tras ello, ha explicado que ambos medicamentos permiten reducir los niveles de TGF-beta1 en modelos celulares y animales debido a que actúa sobre la proteína endoglina, que actúa precisamente sobre los fibroblastos asociados al cáncer, lo que revierte la ‘hibernación’ y, por tanto, la resistencia del tumor al tratamiento, mejorando así su eficacia.
Carrasco también ha apuntado a que la presencia de TGF-beta1 en el entorno del tumor podría servir como un marcador para anticipar la respuesta al tratamiento, lo que acerca la posibilidad de aplicar estrategias personalizadas en pacientes con este tipo de cáncer.
Los científicos han remarcado que este hallazgo permite reforzar la idea de que la adaptación de la terapia a las características biológicas de cada tumor puede mejorar su eficacia, además de abrir nuevas posibilidades para tratamientos más personalizados en el caso del carcinoma escamoso cutáneo.
01 julio 2025 | Fuente: Europa Press | Tomado de la Selección Temática sobre Medicina de Prensa Latina. Copyright 2025. Agencia Informativa Latinoamericana Prensa Latina S.A. | Noticia
Centro de Biología Molecular Severo Ochoa (CSIC-UAM)
Universidad Autónoma de Madrid
Instituto Ramón y Cajal de Investigación Sanitaria
International Journal of Biological Sciences
ARTÍCULO:
jul
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Un equipo de científicos mexicanos desarrolla nuevos compuestos para el tratamiento del cáncer de mama con mayor especificidad, al dirigirse únicamente a las células cancerígenas y así lograr la nulidad o el mínimo efecto secundario en el daño al tejido sano.
El proyecto de investigación es promovido por la institución de educación superior Instituto Politécnico Nacional (IPN) de México y busca reducir las reacciones adversas más comunes en los tratamientos contra este tipo de cáncer, por ejemplo, daños en corazón, riñones o hígado, lo que representa un avance significativo en la búsqueda de procedimientos más seguros y eficaces.
Para implementar la iniciativa, la científica de la Escuela Superior de Medicina del IPN, Marlet Themis Martínez Archundia y sus colaboradores utilizan técnicas bioinformáticas con el fin de examinar alrededor de 1 600 compuestos y predecir un posible efecto sobre la proteína tetraspanina CD-151, relacionada con la metástasis.
«En este laboratorio usamos distintas técnicas computacionales de manera relevante y reciente. Utilizamos reposicionamiento de fármacos, lo cual quiere decir buscar nuevos tratamientos en fármacos ya existentes y previamente probados», explicó Martínez Archundia a Xinhua.
«Entonces, el proyecto va dirigido a buscar nuevos fármacos que pudieran unirse con una afinidad y que tuvieran algún potencial inhibitorio», agregó.
Refirió, asimismo, que la investigación se centra en el estudio del cáncer de mama porque es un problema de salud presente en México y en otros países de América Latina, con cifras de mortalidad elevadas.
«La dificultad real es poder tratar de innovar y de poder tener otras estrategias para el tratamiento del cáncer de mama, que específicamente en México es la segunda causa de muerte en mujeres de 25 a 59 años (…) hay mucho que hacer», mencionó la científica, galardonada por la organización británica para fomentar las relaciones culturales y educativas, British Council, como mentor en Ciencias en 2022.
Se buscan, además, nuevos biomarcadores que se encuentren en niveles muy elevados en las células del cáncer triple negativo.
Para ello, se hacen análisis mediante biología de sistemas en los que se observan las vías que se perturban en células normales y cancerosas de este subtipo para identificar nuevos blancos terapéuticos.
Derivado de estas investigaciones, la científica y sus colaboradores han encontrado un «fármaco estrella», probado en líneas celulares con actividad similar a los medicamentos comerciales, pero con mayor especificidad sobre líneas cancerígenas en comparación con células sanas.
«En el caso de ahora, lo que vamos a hacer es sobre la tetraspanina CD-151, una proteína que está relacionada con procesos metastásicos, tanto para cáncer de mama y cáncer de cerebro», detalló la entrevistada, quien agregó que «es así como usamos las técnicas computacionales para poder seleccionar los fármacos que serían más promisorios».
Ahora, continuó Martínez Archundia, se realiza toda la parte de evaluación biológica en líneas celulares, que «es una de las grandes fortalezas» y «sin esto no se puede progresar ni ir a otras etapas».
La investigadora agregó que hasta el momento no existe cura para el cáncer de mama metastásico, pues solo se le trata con quimioterapia, terapia hormonal y biológica, por lo que el desarrollo de nuevos fármacos y componentes busca ofrecer alternativas basadas en terapias dirigidas.
El cáncer de mama metastásico es la forma más avanzada y agresiva de esta enfermedad, caracterizada por la diseminación a órganos distantes.
Este progreso se considera prometedor para el abordaje del cáncer de mama metastásico, ya que abre nuevas posibilidades de mejorar la respuesta al tratamiento y ofrecer esperanza a pacientes con esta condición avanzada.
25 junio 2025 | Fuente: Xinhua | Tomado de la Selección Temática sobre Medicina de Prensa Latina. Copyright 2025. Agencia Informativa Latinoamericana Prensa Latina S.A. | Noticia
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La investigación, que se ha publicado en la revista Nature Genetics, está liderada por Geoff Macintyre, jefe del Grupo de Oncología Computacional del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO), en colaboración con la Universidad de Cambridge y la empresa ‘spin off’ Tailor Bio, ha desarrollado un método que predice en qué pacientes no serán eficaces los tratamientos estándar con quimioterapias de uso frecuente, basados en los compuestos con platino, taxanos y antraciclinas.
«Hemos hallado la manera de hacer medicina de precisión con quimioterapias estándar», afirma Macintyre, quien ha realizado el trabajo con los investigadores Joe Sneath Thompson y Bárbara Hernando, del CNIO, y Laura Madrid, de Tailor Bio como primeros autores.
La quimioterapia busca acabar con las células tumorales mediante fármacos, y es desde hace décadas un tratamiento habitual contra el cáncer. Sin embargo, no siempre da buen resultado. «Las quimioterapias son buenas para algunos pacientes, pero no son efectivas en todos los casos. Entre un 20% y un 50% de los enfermos de cáncer no responden a estos fármacos», afirma Macintyre, quien recuerda que «estos pacientes sufrirán efectos secundarios causados por la quimioterapia, sin ningún beneficio clínico».
«Es importante destacar que nuestro estudio introduce biomarcadores que permiten la estratificación de pacientes cuando se emplean múltiples quimioterapias no desarrolladas originalmente como terapias dirigidas», escriben los investigadores.
«Hemos desarrollado un test genómico que permite que tres quimioterapias estándar se usen de forma dirigida, es decir, en pacientes que sabemos que pueden responder a ellas», explica Thompson. «Este test puede aplicarse a diferentes tipos de cáncer; nuestros resultados pueden beneficiar a unos cientos de miles de pacientes al año», añade.
ENSAYO PARA LLEVAR ESTA TECNOLOGÍA A LA CLÍNICA
Una vez desarrollados los biomarcadores, el equipo del CNIO puso a prueba sus biomarcadores de manera innovadora: con un ensayo emulado, es decir, con datos ya existentes. Los autores recurrieron a gran cantidad de datos procedentes de pacientes con cáncer que ya habían sido tratados con las quimioterapias analizadas en el estudio.
En concreto, el grupo trabajó con datos de 840 pacientes con diferentes tipos de cáncer. «Hemos utilizado datos de pacientes con cáncer de mama, próstata, ovario y sarcoma», indica Hernando. Así han logrado demostrar la eficacia de los biomarcadores de resistencia que proponen ante alguno de los tres tipos de quimioterapia evaluados -basadas en los compuestos platino, taxanos y antraciclinas-.
Para llevar este conocimiento a la clínica, la tecnología desarrollada por los investigadores del CNIO debe ser ahora validada en un entorno hospitalario. El grupo ya ha recibido para ello financiación del Ministerio para la Transformación Digital y de la Función Pública.
Este proyecto, en colaboración con la empresa ‘spin off’ Tailor Bio y el Hospital Universitario 12 de Octubre (H12O), evaluará la integración de la tecnología en el sistema sanitario analizando muestras ya disponibles de pacientes. Esto demostrará que la tecnología está lista para utilizarse en ensayos clínicos en 2026.
«Llevar un biomarcador de la fase de descubrimiento a la clínica no suele ser sencillo. Pero con persistencia y colaboración es posible convertir un proyecto de investigación en una tecnología realmente prometedora desde el punto de vista clínico», dice Macintyre.
RECONOCER CADA TUMOR POR LAS ALTERACIONES EN LOS CROMOSOMAS
El método desarrollado por el equipo del CNIO se basa en el hecho de que muchos tumores acumulan alteraciones o cambios en el número de cromosomas de sus células. Una consecuencia, explica Laura Madrid, es que «las células cancerosas no tienen la cantidad de material genético adecuado».
«Llevar un biomarcador de la fase de descubrimiento a la clínica no suele ser sencillo. Pero con persistencia y colaboración es posible convertir un proyecto de investigación en una tecnología realmente prometedora desde el punto de vista clínico», dice Macintyre.
El uso preciso de la quimioterapia beneficia no solo a los pacientes, sino al sistema en su conjunto: al reducirse el gasto en terapias ineficaces, y en tratar complicaciones relacionadas con los efectos secundarios de la terapia, disminuye el gasto sanitario.
23 junio 2025 | Fuente: Europa Press | Tomado de la Selección Temática sobre Medicina de Prensa Latina. Copyright 2025. Agencia Informativa Latinoamericana Prensa Latina S.A. | Noticia
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Los tumores se situaron por segundo año consecutivo como primera causa de muerte en 2024 en España, con un 26,6% del total de defunciones, seguidos de las enfermedades del sistema circulatorio, que causaron el 26,1% de las muertes, según los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE) publicados este lunes.
Respecto al año anterior, los fallecimientos por tumores se mantuvieron, mientras que los de enfermedades del sistema circulatorio bajaron un 2,4%. Este descenso implicó que la tasa de muerte por tumores (236,4 por 100 000 habitantes) fuera superior a la de las enfermedades del sistema circulatorio (231,8 por cada 100 000).
En 2024 se produjeron en España 433 357 defunciones: 218 746 de los fallecidos fueron hombres y 214 801 fueron mujeres. El 95,8% de las muertes sucedieron por causas naturales y el 4,2% por causas externas.
Tumores en bronquios y pulmones, los más frecuentes
A nivel más detallado, entre los tumores, el cáncer de bronquios y pulmón fue la causa más frecuente (con 23 239 defunciones, un 1,9% más que en 2023), seguido del cáncer de colon (10 434 fallecidos, un 4,6% menos).
Por su parte, entre las muertes por enfermedades del sistema circulatorio, las enfermedades isquémicas del corazón fueron la causa más frecuente el año pasado, con 26 851 personas fallecidas, un 3,2% menos que en 2023. Por detrás se situaron las enfermedades cerebrovasculares, con 22 786 defunciones (un 2,7% menos).
En las enfermedades más frecuentes, los mayores aumentos de muertes se dieron en la insuficiencia renal (un 10,3 % más) y en la neumonía (7,7%). Por el contrario, las que más descendieron fueron el cáncer de colon y la diabetes mellitus.
Por primera vez desde su aparición en 2020, la covid-19 no figuró en 2024 entre las 15 principales causas de defunción en España, pese a que en el periodo comprendido entre 2020 y 2022 fue la causa más frecuente.
Las mujeres mueren más de demencia
Por sexo, entre las mujeres las causas más frecuentes de muerte fueron la demencia (14 769 fallecidas), las enfermedades cerebrovasculares (12 655) y la insuficiencia cardíaca (11 060).
A los hombres les afectaron más las enfermedades isquémicas del corazón, que causaron 16 892 fallecidos, el cáncer de bronquios y pulmón (16 560 decesos) y las enfermedades cerebrovasculares (10 131).
Fallecimientos por causas externas
En el año 2024 se produjeron 18 304 fallecimientos por causas externas, 271 más que en el año anterior (1,5 %). Por sexo, fallecieron 11 531 hombres (un 0,6 % más que en 2023) y 6 773 mujeres (un 3,1 % más).
La primera causa, por segundo año consecutivo, fueron las caídas accidentales, con 4 407 fallecidos (un 6% más que en 2023), mientras que la segunda fueron los suicidios, con 3 846, una cifra que desciende un 6,6 % con respecto al año anterior.
El suicidio, de hecho, fue la causa de muerte más frecuente entre los hombres, causando 2 834 fallecidos. En las mujeres lo fueron las caídas accidentales, con 2 038 fallecidas, seguidas por el ahogamiento, la sumersión y la sofocación, con 1 736.
Datos por regiones
Atendiendo a las principales causas de muerte, los mayores aumentos de defunciones por tumores se registraron en la ciudad autónoma de Ceuta (con un incremento del 10,2%), Navarra (7,4%) y Asturias (6,6%). Por el contrario, los mayores descensos se dieron en La Rioja (con una bajada del 2,4%), Galicia (2,3%) y Aragón (1,8%).
Por enfermedades del sistema circulatorio, el aumento de decesos más elevado se registró en Baleares (9,2%), Galicia (1,9%) y País Vasco (0,8%). Los mayores descensos ocurrieron en las ciudades autónomas de Melilla (14,9%) y Ceuta (9,4%), y en Canarias (8,5%).
La Rioja presentó el mayor aumento de defunciones por enfermedades respiratorias, creciendo éstas un 44,2%, seguida de Castilla y León (14,1%) y el País Vasco (13,5%).
23 junio 2025 | Fuente: EFE | Tomado de la Selección Temática sobre Medicina de Prensa Latina. Copyright 2025. Agencia Informativa Latinoamericana Prensa Latina S.A. | Noticia
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La Agencia Europea de Medicamentos (EMA) ha dado este viernes su respaldo a Zemcelpro, una terapia celular innovadora destinada a tratar adultos con neoplasias hematológicas (cánceres de las células sanguíneas) que requieren un trasplante de células madre, pero no tienen un donante compatible.
Zemcelpro está indicado para adultos con neoplasias hematológicas, como leucemias, linfomas, mielomas y síndromes mielodisplásicos, que van a someterse a un trasplante alogénico de células madre hematopoyéticas tras un tratamiento con quimioterapia o radioterapia intensiva, y que no disponen de células de un donante compatible.
“Son cánceres comunes, y para muchos de ellos, el trasplante alogénico de células madre es la única opción potencialmente curativa. Este tipo de trasplante sustituye las células de la médula ósea del paciente por células sanas del donante, que regeneran una médula nueva capaz de producir células sanguíneas sanas”, explicó la EMA.
Normalmente, las células madre para el trasplante se obtienen de un donante compatible, como un hermano o un donante no emparentado, pero cuando no se dispone de un donante adecuado, se puede recurrir a células de sangre de cordón umbilical, aunque estas unidades suelen contener un número bajo de células madre, lo que puede retrasar la integración y proliferación de estas células en la médula ósea del paciente.
Ahí es donde entraría a funcionar Zemcelpro: esta terapia está compuesta por células madre obtenidas de la sangre del cordón umbilical de un donante y una parte de ellas ha sido cultivada y expandida en laboratorio (dorocubicel), multiplicando su número y aumentando así la eficacia del tratamiento.
Los efectos adversos más comunes detectados fueron niveles bajos de células sanguíneas y anticuerpos, presión arterial alta, infecciones, además del síndrome de injerto (una reacción inflamatoria que puede ocurrir tras el trasplante), que se registró en el 60% de los pacientes del ensayo clínico en los primeros 100 días.
El desarrollo de Zemcelpro ha sido respaldado por el programa PRIME de la EMA, que apoya terapias con alto potencial para cubrir necesidades médicas no satisfechas. La autorización condicional permite su aprobación pese a que aún falten algunos datos clínicos más completos, siempre que el beneficio potencial sea claro.
La farmacéutica deberá ahora completar estudios de seguimiento a largo plazo, con otro ensayo controlado aleatorizado y otro basado en un registro de pacientes, para confirmar la seguridad y eficacia a largo plazo de esta terapia.
20 junio 2025 | Fuente: EFE | Tomado de la Selección Temática sobre Medicina de Prensa Latina. Copyright 2025. Agencia Informativa Latinoamericana Prensa Latina S.A. | Noticia
