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En estos términos se han referido desde la Sociedad Española de Hematología y Oncología Pediátricas (SEHOP) la doctora Adela Cañete, su presidenta, y las doctoras Carmen Garrido y Maitane Andión, autoras del estudio, que ha sido publicado en la revista Clinical and Translational Oncology (CTO), que pretende establecer pautas que reduzcan secuelas a largo plazo, mejoren la calidad de vida y fortalezcan la transición a la vida adulta de los supervivientes de cáncer entre los 15 y 39 años.
El cáncer en adolescentes y adultos jóvenes (AYACS, por sus siglas en inglés) constituye un reto sanitario de creciente relevancia. Gracias a los avances terapéuticos, la supervivencia en este grupo de edad -definido entre los 15 y los 39 años- ha aumentado de forma sostenida. Sin embargo, estas personas se enfrentan a un horizonte marcado por secuelas físicas, psicológicas y sociales que pueden manifestarse años después del tratamiento.
Ante esta realidad, un grupo de expertos pertenecientes a seis sociedades científicas ha elaborado un documento de consenso que establece recomendaciones prácticas para mejorar su seguimiento, manejo y calidad de vida. Los especialistas señalan que los AYACS tienen necesidades muy diferentes a las de los pacientes pediátricos y adultos. Durante la adolescencia y la juventud se desarrollan etapas críticas de crecimiento personal, académico, laboral y social.
La aparición de toxicidades tardías -cardiovasculares, metabólicas, neurocognitivas, óseas o reproductivas- puede condicionar gravemente este proceso. A ello se suman los riesgos de segundas neoplasias y un mayor impacto en la salud mental y la integración social.
Desde la SEOM, el doctor José Alejandro Pérez-Fidalgo, autor principal del trabajo y oncólogo médico del Hospital Clínico Universitario de Valencia, insiste en que «los AYACS constituyen una población especial de personas que, pese a haber superado su enfermedad oncológica, dado que han sido expuestos a múltiples tratamientos, pueden presentar comorbilidades y riesgo de toxicidades tardías. Debido a esta situación, necesitan un control específico».
«Hasta la fecha, existe una importante escasez de guías clínicas y estrategias interdisciplinares que ayuden y orienten a los profesionales a realizar un seguimiento apropiado. No existen apenas pautas sobre qué pruebas, cada cuánto tiempo y durante cuántos años se debe seguir a estos pacientes. Con la publicación de este documento de consenso, se ha dado un gran paso para establecer pautas que guíen a los profesionales», insiste.
En opinión del doctor Francesc Xavier Díaz Carrasco, coordinador del Grupo de Trabajo del Niño y el Adolescente de SEMERGEN, «el seguimiento de adolescentes y adultos jóvenes supervivientes de cáncer es un reto relevante en Atención Primaria, que resulta esencial para detectar toxicidades tardías e infradiagnosticadas».
Entre las recomendaciones que recoge el documento de consenso se encuentran: La creación de equipos multidisciplinares que integren oncólogos médicos, radioterápicos y pediátricos, hematólogos, radiólogos, psicólogos, trabajadores sociales, dietistas, enfermería especializada y Atención Primaria.
Además, de la necesidad de garantizar la transición fluida entre los servicios pediátricos y los de adultos, evitando la fragmentación asistencial; la entrega de un informe oncológico al alta hospitalaria, que incluya la historia de la enfermedad, tratamientos recibidos, calendario de revisiones, pruebas recomendadas y signos de alerta que deben motivar consulta inmediata; y la incorporación temprana de evaluaciones neuropsicológicas y apoyo en salud mental, que se prolongue a lo largo de la vida adulta.
Por otro lado, la vigilancia específica de factores de riesgo cardiovascular, metabólico y óseo, así como programas de detección precoz de segundas neoplasias; y la inclusión de educación sanitaria adaptada, que fomente estilos de vida saludables: dieta equilibrada, ejercicio físico regular, control de peso y tensión arterial, además de evitar el consumo de alcohol y tabaco.
06 octubre 2025 | Fuente: Europa Press | Tomado de la Selección Temática sobre Medicina de Prensa Latina. Copyright 2025. Agencia Informativa Latinoamericana Prensa Latina S.A. | Noticia
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20
Investigadores del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO) han creado el “reparoma humano”, un catálogo de “cicatrices” en el ADN que ayudará a definir tratamientos personalizados contra el cáncer.
Esta herramienta -en inglés REPAIRome- permitirá a investigadores de todo el mundo consultar rápidamente cómo cada uno de los 20 000 genes humanos afecta a la reparación del ADN, según publican sus autores en la revista Science.
El grupo del CNIO ha identificado los 20 000 tipos de cicatrices que quedan en el ADN humano reparado tras una rotura. Después las ha organizado en una web, el portal del reparoma humano, que queda a disposición de la comunidad científica mundial. Así, viene a ser el catálogo de los patrones de cicatrices en el ADN humano reparado.
Se trata de una información muy valiosa como conocimiento básico, pero también desde el punto de vista médico. Por ejemplo, poder interpretar el patrón de cicatrices en las células tumorales de un paciente puede ayudar a determinar el mejor tratamiento para cada cáncer.
«Es un trabajo ambicioso, que esperamos que se convierta en un recurso verdaderamente útil en la investigación oncológica y también en la práctica clínica», subraya Felipe Cortés, jefe del grupo de Topología y Roturas de ADN del CNIO y autor principal del trabajo.
Para Ernesto López, uno de los primeros autores del estudio, «ha sido un esfuerzo arduo y concienzudo porque son unos 20 000 patrones, tantos como genes en el ADN humano».
El ADN, que está en todas las células, sufre roturas continuamente por el propio funcionamiento celular, a menudo por motivos tan cotidianos como la exposición al sol, pero son heridas peligrosas, que la célula debe reparar para sobrevivir.
Estas reparaciones dejan huella que los investigadores llaman «huella mutacional» o, metafóricamente, de las cicatrices que quedan tras la reparación, que revelan información importante, además de otros detalles sobre, por ejemplo, cómo la célula ha reparado la rotura.
Así, decodificar la cicatriz para entender el daño original, y su reparación, es importante en muchas áreas de investigación y específicamente en cáncer. «Es algo muy relevante para el tratamiento del cáncer, porque muchas terapias oncológicas funcionan precisamente provocando roturas en el ADN», explica Cortés.
A menudo los tratamientos oncológicos dejan de funcionar porque las células tumorales aprenden a reparar las roturas que producen los fármacos, con lo que los tumores se hacen resistentes a la terapia. Así, entender cómo la célula repara las roturas en cada caso puede ayudar a vencer las resistencias.
El patrón de cicatrices que queda en el ADN de una célula es diferente según qué genes falten o estén presentes, es el aspecto fundamental que ha hecho posible el actual avance. El logro del grupo del CNIO ha consistido en desvelar cómo cada uno de nuestros genes afecta a las cicatrices.
CÓMO ES EL REPAROMA HUMANO
El «reparoma humano» contiene todos los patrones de cicatrices posibles: contempla la huella mutacional provocada por roturas en el ADN en 20 000 poblaciones de células diferentes, cada una de ellas sin un gen específico.
De esta forma, «si se observan unas cicatrices determinadas en el ADN de tumores se puede inferir qué genes no están funcionando, y esto es útil para diseñar tratamientos específicos», explica Cortés.
Los investigadores del CNIO generaron unas 20 000 poblaciones celulares distintas, inhabilitando (apagando) un gen diferente en cada una de ellas; después provocaron roturas en cada una de ellas, utilizando la herramienta de edición genética CRISPR. Finalmente observaron la huella (cicatriz) que quedaba en la molécula después de que la célula reparara la herida.
Uno de los principales avances que han hecho posible el estudio ha sido realizar este análisis masivo simultáneamente en las 20 000 poblaciones, y no una a una. Es un desarrollo tecnológico específico que tiene valor por sí mismo y, «puede emplearse para futuros estudios que pretendan analizar simultáneamente el efecto de todos los genes humanos», señala Israel Salguero, co-primer autor del estudio.
Además, «esto ha requerido de un importante esfuerzo computacional, incluyendo el desarrollo de nuevas herramientas de análisis y representación», señala Daniel Giménez, investigador del grupo de Dinámica Cromosómica del CNIO, también co-primer autor. Por esta razón participan en esta investigación también los grupos de Oncología Computacional y de Integridad Genómica y Biología Estructural del CNIO.
«REPAIRome» es un catálogo que muestra cómo cada uno de los alrededor de 20 000 genes humanos influye en los patrones de mutaciones que son consecuencia de la reparación de roturas del ADN –explican los autores–. REPAIRome puede aportar información sobre los mecanismos de reparación del ADN, mejorar la edición de genes y explicar los patrones de mutación observados en el cáncer’.
El portal web del REPAIRome permitirá a investigadores de todo el mundo consultar rápidamente cómo cualquier gen humano afecta a la reparación del ADN, analizar correlaciones funcionales entre genes y explorar rutas moleculares implicadas. Sus autores consideran REPAIRome «una plataforma para nuevos descubrimientos», añade Cortés.
De hecho, los autores exponen ya en Science hallazgos que ya ha hecho posible el REPAIRome. Entre ellos hay nuevas proteínas implicadas en la reparación del ADN, tanto promoviéndola como impidiéndola.
Además, han descubierto un patrón de mutaciones asociado al cáncer de riñón, y también a condiciones de baja oxigenación (hipoxia) en otros tumores. Es un hallazgo del que podrían derivarse nuevas aproximaciones terapéuticas en un futuro.
REPAIRome contempla específicamente la reparación de uno de los tipos de daño más grave que puede sufrir el ADN, la rotura de doble hebra -en inglés DNA double-strand breaks (DSBs)-. Consiste en la rotura simultánea de las dos cadenas de la doble hélice de la molécula ADN, y puede ocurrir por un error durante la replicación del ADN o por factores externos, como la exposición a rayos X, a luz solar (radiación UV) o a fármacos.
De hecho, la quimioterapia y radioterapia oncológicas matan a las células tumorales provocando este tipo de roturas, de ahí la importancia biomédica de entender cómo se reparan -y de cómo evitar la reparación. El conocimiento del reparoma humano puede en ese sentido ayudar a identificar nuevas dianas terapéuticas.
También esperan que contribuya a mejorar las actuales herramientas de edición genética, ya que los nuevos sistemas CRISPR-Cas se basan precisamente en la inducción de roturas para provocar cambios específicos en el ADN.
«Comprender en profundidad cómo operan los mecanismos de reparación de las roturas de doble cadena (…) es un área de extraordinario interés, con implicaciones para la salud humana, incluyendo la biología y el tratamiento del cáncer, así como para nuestros esfuerzos hacia un control total de las tecnologías de edición genética CRISPR-Cas», escriben en Science.
El REPAIRome «es un recurso poderoso para la comunidad científica, y especialmente para aquellos interesados en la reparación DSB y el uso biotecnológico y médico de los sistemas CRISPR-Cas», añaden.
Este proyecto ha sido financiado con fondos públicos estatales y europeos a través a través del programa conjunto “A way of making Europe”, del Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades (Agencia Española de Investigación, AEI) y de los fondos FEDER. Algunos de los investigadores participantes han recibido fondos principalmente estatales de la AEI y la Comunicad Autónoma de Madrid, y becas de la Fundación «la Caixa» y la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC).
03 octubre 2025 | Fuente: Europa Press | Tomado de la Selección Temática sobre Medicina de Prensa Latina. Copyright 2025. Agencia Informativa Latinoamericana Prensa Latina S.A. | Noticia
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10
El Servicio Andaluz de Salud (SAS) ha activado un «circuito preferente» para atender a las mujeres afectadas por los retrasos detectados en el diagnóstico y tratamiento del cáncer de mama dentro del programa de detección precoz de esta enfermedad con el que cuenta la comunidad.
Este circuito va a ponerse en marcha tras los testimonios de distintas pacientes recogidas en los últimos días en medios de comunicación en los que explican que, tras un primer diagnóstico, han tardado meses e incluso años en hacerle mamografías complementarias para confirmar sus tumores ya avanzados.
El presidente andaluz, Juanma Moreno, ha lamentado los errores que se hayan podido producir en las notificaciones a esas mujeres que se hicieron el cribado de cáncer de mama, ha pedido disculpas a las afectadas y ha rechazado el cese de la consejera de Salud, Rocío Hernández, tal y como han solicitado los partidos de la oposición.
Moreno ha dicho que, en su gobierno, cuando hay un error, se tienen que «poner en marcha y rectificarlo y mejorarlo», y que por la información que cuenta la Consejería de Salud no ha recibido ningún aviso «de manera directa» de estos casos sino a través de testimonios.
«Yo no tenía un resfriado, estaba esperando que hicieran una biopsia para ver si tenía cáncer. Me dijeron que había tenido muy mala suerte», ha relatado una de estas mujeres, mientras que otra ha explicado que en mayo le hicieron una mamografía y que no tuvo noticias de la administración sanitaria hasta bastantes meses después.
Un cribado que salva vidas
Moreno también ha pedido a la Asociación de Mujeres con Cáncer de Mama (Amama), que ha informado de la existencia de algunos casos, que se reúna con la consejera para dar a conocerlos, y ha recordado que el programa de cribado del cáncer de mama se amplió en los tramos de edad y se ha traducido en que se han salvado muchas vidas.
Preguntada por estos retrasos en el programa de detección temprana de cáncer en el SAS, la ministra de Sanidad, Mónica García, ha vuelto a decir a los servicios de salud que uno de los elementos fundamentales es la prevención: «Aquellas comunidades que no están ejerciendo sus funciones y sus competencias en materia de detección precoz o prevención están fallando a sus ciudadanos en materia de protección de su salud».
«Desde el Ministerio de Sanidad es algo pendiente de llevar al Consejo Interterritorial, pedirle a las comunidades autónomas los datos sobre prevención y diagnóstico precoz de los cánceres que se pueden prevenir como el de mama, colon o cérvix y en función de los datos que den emprenderemos unas acciones u otras», ha asegurado García.
También desde el Ejecutivo central la vicepresidenta primera, María Jesús Montero, ha urgido a Moreno a dar explicaciones sobre el que considera «escándalo» por las demoras detectadas en el diagnóstico y tratamiento del cáncer de mama.
«Hemos oído el duro testimonio de muchas mujeres relatando las enormes demoras de más de un año que han sufrido en el diagnóstico y tratamiento de su cáncer. Frente a ello, la consejera de Salud ha sido incapaz de tener una mínima empatía y de ofrecer una respuesta clara sobre qué ha pasado», ha dicho la también ministra de Hacienda y secretaria general del PSOE-A.
Petición de dimisión
La oposición de izquierdas en el Parlamento de Andalucía ha exigido este miércoles la dimisión «inmediata» de la consejera Rocío Hernández. Tanto PSOE, como Por Andalucía y Adelante Andalucía han coincidido en señalar que lo que se ha ido conociendo es «un escándalo» para la sanidad pública andaluza que está generando incertidumbre entre las mujeres que se han realizado estas pruebas de diagnóstico precoz.
De momento, la consejera de Salud no ha concretado el número total de mujeres que hayan podido resultar afectadas, aunque ha aclarado que desde el minuto uno han revisado el circuito para aquellas que en la mamografía pudieran tener algunas lesiones con imágenes dudosas.
Además de revisar todo el proceso de cribado y ampliar la automatización de las comunicaciones, se va a crear un «circuito preferente» para aquellas que puedan estar en esta situación, dado que la administración sanitaria no puede revisar las historias clínicas de todas sin su consentimiento.
Tras recibir distintas quejas, la asociación El Defensor del Paciente ya ha solicitado a la Fiscalía Superior de Andalucía que investigue al SAS por la que considera una supuesta dejación de funciones en el marco del programa de detección precoz.
01 octubre 2025 | Fuente: EFE | Tomado de la Selección Temática sobre Medicina de Prensa Latina. Copyright 2025. Agencia Informativa Latinoamericana Prensa Latina S.A. | Noticia
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Aunque la mayoría de los casos de cáncer nace de mutaciones espontáneas o factores ambientales, cerca de una cuarta parte tiene un componente hereditario, por eso, hacer cribados genéticos para estudiar la predisposición genética de los pacientes, en vez de realizar pruebas como mamografías o colonoscopias, salvaría muchas vidas.
Porque «si nos anticipamos, podemos avanzar mucho más» en la lucha contra el cáncer, ha subrayado el catedrático de Medicina Legal de la Universidad de Santiago de Compostela y coordinador del proyecto IMPACT del Instituto de Salud Carlos III, Ángel Carracedo.
Mutaciones y cáncer hereditario
Carracedo ha hecho estas afirmaciones en su intervención en una jornada organizada por el Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO) para conmemorar el Día Mundial de la Investigación del Cáncer, donde ha explicado que las mutaciones genéticas son esenciales para la vida y para la diversidad, pero lamentablemente «a veces pueden producir enfermedades como el cáncer».
Algunas de estas mutaciones se conocen y son responsables de entre un 5 y un 10% de los casos de cáncer pero otras son hereditarias y se agrupan en lo que se denomina «síndrome de cáncer hereditario», es decir, trastornos genéticos que aumentan el riesgo de padecer ciertos tipos de cáncer en una misma familia.
Este síndrome es responsable de entre un 15 y un 20% de los cánceres familiares, pero «queda mucho por descubrir», reconoce el genetista.
Señales de cáncer familiar
«Existen varias señales que pueden indicar que estamos ante un cáncer familiar, como la aparición de tumores en niños y en menores de 20 años, el cáncer bilateral (se produce en órganos pares -ojos, riñones, pulmones-…), cuando hay más de un tipo de cáncer en una sola persona o cuando un cáncer se repite en muchas generaciones», ha explicado Mercedes Robledo, del grupo de Cáncer Endocrino Hereditario del CNIO e investigadora del programa IMPACT.
Ayudar a las familias a las que ha atacado el cáncer es el objetivo principal «del programa IMPACT, que tiene más de un millar de especialistas dedicados a buscar respuestas para estas personas», ha explicado Robledo.
El programa, dividido en varios ejes (Cohorte, Data y Genómico) pretende, entre otras cuestiones, servir para identificar la causa genética en las familias en las que hay cáncer, pero no saben qué mutación o gen las causa y, para ello, se están recogiendo datos de 20 000 personas en España para estudiar los factores genéticos del cáncer.
Un proyecto para secuenciar 20 000 genomas
A largo plazo, el objetivo IMPACT es confeccionar una cohorte de 200 000 personas formada por personas de todo el país, de entre 19 y 79 años, a los que se hará un seguimiento de salud global de 20 años, ha explicado la vicedirectora del Instituto de Salud Carlos III (ISCIII), Rosario Perona.
De ellos, se recogerán muestras y se secuenciarán unos 20 000 genomas -ha dicho-, que serán una imagen de referencia del «genoma español» que permitirá saber cómo es la salud de los españoles y que, además, podrá ser utilizada por los investigadores tanto para estudios científicos y medicina personalizada, y por supuesto para avanzar en el conocimiento del cáncer.
Por su parte, la jefa de la unidad de Cáncer Familiar del CNIO, María Currás, ha explicado que, desde su consulta en el Hospital de Fuenlabrada, estudia más de 600 casos al año en los que intenta averiguar si hay un cáncer familiar: «El 30% de mis pacientes son personas sanas con un familiar con cáncer que sospechan que tienen un tumor familiar».
Para llegar a una consulta como la suya, hay que solicitar al médico de familia que traslade su caso al consejo genético de su hospital de referencia, donde los especialistas en genética intentan averiguar si el paciente es portador de una mutación o no porque «la información es poder», ha subrayado la doctora del CNIO.
Si las personas sospecharan que tienen una mutación causante de cáncer, en muchos casos podría detectarse con un análisis de sangre, y tomar medidas preventivas adecuadas, como extirparse un órgano o someterse a revisiones periódicas para detectar el cáncer a tiempo, ha detallado.
23 septiembre 2025 | Fuente: EFE | Tomado de la Selección Temática sobre Medicina de Prensa Latina. Copyright 2025. Agencia Informativa Latinoamericana Prensa Latina S.A. | Noticia
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Una investigación que se lleva a cabo en Málaga por Ibima Plataforma Bionand en colaboración con la Universidad de Málaga (UMA) busca personalizar el tratamiento del cáncer con un innovador análisis de sangre que permite anticipar la respuesta a la inmunoterapia y radioterapia en pacientes oncológicos gracias a una financiación de más de 145 000 euros de la Fundación “la Caixa”.
Así lo ha informado en un comunicado Ibima, en el que ha destacado que la coinvestigadora principal del grupo de Investigación Traslacional en Inmunoterapia del Cáncer y Epigenética del mencionado centro, la andaluza Isabel Barragán Mallofret, lidera este proyecto junto al miembro del Centro de Investigaciones Médico-Sanitarias (Cimes) de la UMA, Antonio Rueda.
Ambos han sido seleccionados en la convocatoria 2025 del programa CaixaImpulse Innovación con un proyecto que busca transformar la manera en que se aborda el cáncer. Se trata del único proyecto andaluz que ha logrado financiación en esta edición, lo que refuerza el liderazgo de la investigación biomédica desarrollada en Málaga.
Este proyecto ha obtenido 145 200 euros para desarrollar un análisis de sangre no invasivo que permita identificar patrones inmunológicos y tumorales. Mientras que, en total, la Fundación “la Caixa” ha destinado 3,8 millones de euros a 31 iniciativas de España y Portugal, seleccionadas entre 428 candidaturas internacionales, en una de las convocatorias más competitivas en el ámbito de la innovación en biomedicina y salud.
Con el resultado de esta investigación, los oncólogos podrán prever qué pacientes responderán mejor a la inmunoterapia, la radioterapia focalizada o a la combinación de ambas. Este avance supondrá «un paso decisivo hacia la personalización del tratamiento oncológico, ya que permitirá evitar terapias ineficaces, extender el beneficio clínico de la inmunoterapia, reducir efectos secundarios y aumentar las posibilidades de éxito en escenarios tan difíciles como el cáncer metastásico».
«Nuestro objetivo es ofrecer a cada persona la opción terapéutica más adecuada desde el inicio, ahorrando tiempo, costes y, sobre todo, sufrimiento. Esta herramienta puede marcar un antes y un después en la personalización del tratamiento oncológico», señala la doctora Isabel Barragán.
EL RETO DE LA INMUNOTERAPIA
La inmunoterapia ha revolucionado la oncología al estimular las defensas del organismo contra el cáncer, pero la realidad es que la mayoría de los pacientes no responden a este tipo de fármacos, según precisan desde Ibima.
En algunos casos, la combinación de estos con radioterapia consigue aumentar la eficacia de la inmunoterapia y extender su beneficio clínico, sin añadir efectos adversos significativos, aunque continúa siendo difícil predecir qué pacientes se beneficiarán realmente, lo que dificulta la adopción de esta aproximación terapéutica innovadora.
Frente a esto, se desarrolla en Málaga un test sanguíneo que se perfila como una herramienta sencilla, no invasiva y con gran aplicabilidad clínica, que podría acelerar la llegada del tratamiento más adecuado a cada paciente y mejorar así tanto su supervivencia como su calidad de vida.
Entre los proyectos seleccionados por CaixaImpulse en 2025 figuran innovaciones en diagnóstico precoz del cáncer de pulmón, nuevas inmunoterapias celulares para tumores infantiles o terapias avanzadas basadas en ARN para enfermedades genéticas.
En este contexto, el proyecto liderado por Isabel Barragán se sitúa entre las propuestas «con mayor proyección internacional para impactar directamente en la oncología clínica».
Sobre esto, el director científico de Ibima Plataforma Bionand, Francisco J. Tinahones, subraya que «este proyecto ejemplifica la capacidad de nuestra investigación para dar un salto desde el laboratorio a la práctica clínica».
Por último, agrega que «el análisis de sangre que lidera la doctora Barragán puede convertirse en una herramienta clave para seleccionar el tratamiento más eficaz en cada paciente oncológico, evitando terapias innecesarias y aumentando las posibilidades de éxito».
«Este es precisamente el sentido de la investigación traslacional: mejorar la vida de las personas a través de la innovación biomédica», concluye.
23 septiembre 2025 | Fuente: Europa Press | Tomado de la Selección Temática sobre Medicina de Prensa Latina. Copyright 2025. Agencia Informativa Latinoamericana Prensa Latina S.A. | Noticia
sep
23
Por primera vez en la historia, Vietnam logró tratar con éxito, y mediante el empleo de la innovadora inmunoterapia CAR-T, el cáncer de sangre, en este caso en una menor de edad, se conoció hoy aquí.
El logro se alcanzó en el Hospital de Transfusión Sanguínea y Hematología de la sureña Ciudad Ho Chi Minh, donde fue atendida una niña de 12 años diagnosticada con leucemia linfoblástica aguda de células B de alto riesgo.
Según detalló el director de la institución médica, Phu Chi Dung, la paciente recibió primero quimioterapia y luego un trasplante de médula ósea parcialmente compatible donado por su padre, pero la enfermedad reapareció por segunda vez.
Tras más de un año de tratamiento con células CAR-T, su salud se ha estabilizado y permanece bajo estrecha supervisión médica en el citado hospital, indicó la agencia de noticias VNSA al dar a conocer la información.
La terapia con células CAR-T, una forma avanzada de inmunoterapia que exhibe alentadores resultados en varios tipos de cáncer difíciles de tratar, se basa en la utilización de las propias células inmunitarias del paciente modificadas en el laboratorio para atacar de manera más eficaz las células cancerígenas.
En la actualidad se utiliza en casos de cáncer de sangre y de médula ósea que empeoran tras el fracaso de otros tratamientos, o cuando reaparecen la leucemia linfoblástica aguda en niños y adultos jóvenes, algunos linfomas en adultos y el mieloma múltiple en adultos.
Al tratar estas formas graves y potencialmente mortales de cáncer, la terapia CAR-T ha mostrado resultados muy prometedores, incluso impresionantes en algunos casos, al lograr la remisión prolongada de la enfermedad con una toxicidad a largo plazo relativamente baja, indicó la propia fuente.
Sin embargo, uno de los mayores retos para el empleo de esta novedosa terapia es su alto costo, ya que la producción de estas células requiere tecnología avanzada y equipamiento especializado.
17 septiembre 2025 | Fuente: Prensa Latina | Tomado de la Selección Temática sobre Medicina de Prensa Latina. Copyright 2025. Agencia Informativa Latinoamericana Prensa Latina S.A. | Noticia
