sep
16
Se ha sabido desde hace tiempo que la contaminación del aire perjudica el corazón y los pulmones, pero una nueva investigación sugiere que también podría aumentar el riesgo de cáncer de mama.
Investigadores del Instituto Nacional de Ciencias de Salud Ambiental de EE.UU. (NIEHS, por sus siglas en inglees) y el Instituto Nacional del Cáncer (NCI) descubrieron que los mayores incrementos en la incidencia de cáncer de mama estaban entre las mujeres que, en promedio, tenían niveles más altos de contaminación por material particulado de 2.5 micrómetros (PM2.5) cerca de su hogar en los años anteriores a su registro en el estudio.
Las partículas se liberan a través del escape de vehículos motorizados, la quema de petróleo o carbón, el humo procedente de la quema de madera o vegetación y las emisiones industriales. Estas partículas son lo suficientemente pequeñas para ser inhaladas profundamente en los pulmones.
“Observamos un aumento del 8 % en la incidencia de cáncer de mama al vivir en áreas con mayor exposición a PM2.5. Aunque este es un aumento relativamente modesto, estos hallazgos son significativos dado que la contaminación del aire es una exposición omnipresente que afecta a casi todos”, dijo la autora del estudio Alexandra White, jefa del Grupo de Epidemiología del Cáncer y Medio Ambiente en el NIEHS, en un comunicado de prensa del instituto. «Estos hallazgos se suman a un creciente literatura que sugiere que la contaminación del aire está relacionada con el cáncer de mama».
Para el estudio, los investigadores utilizaron datos del Estudio sobre Dieta y Salud NIH-AARP, que inscribió a más de 500 000 hombres y mujeres entre 1995 y 1996 en California, Florida, Pennsylvania, Nueva Jersey, Carolina del Norte y Luisiana, así como en las ciudades de Atlanta y Detroit.
Las mujeres en el grupo tenían, en promedio, unos 62 años. La mayoría eran blancas.
Los investigadores siguieron a estas mujeres durante aproximadamente 20 años, durante los cuales encontraron más de 15 800 casos de cáncer de mama.
El equipo estimó las concentraciones históricas anuales promedio de PM2.5 en los sitios de residencia de cada participante. Estaban particularmente interesados en las exposiciones a la contaminación del aire durante un período de 10 a 15 años antes del registro en el estudio, teniendo en cuenta el tiempo que lleva el desarrollo de algunos cánceres.
La mayoría de los estudios anteriores han evaluado el riesgo de cáncer de mama en relación con la contaminación del aire en el momento de la inscripción al estudio y no han considerado exposiciones anteriores, señalaron los autores del estudio.
«La capacidad de considerar niveles históricos de contaminación del aire es una fortaleza importante de esta investigación», dijo la autora principal, Rena Jones, investigadora principal del estudio en el NCI. “Puede llevar muchos años desarrollar cáncer de mama y, en el pasado, los niveles de contaminación del aire tendían a ser más altos, lo que puede hacer que los niveles de exposición anteriores sean especialmente relevantes para el desarrollo del cáncer».
Los científicos también consideraron cómo la relación entre la contaminación del aire y el cáncer de mama variaba según el tipo de tumor. Evaluaron los tumores con receptores de estrógenos positivos (ER+) y negativos (ER-) por separado, encontrando que las PM2.5 se asociaban con una mayor incidencia de cáncer de mama ER+, pero no ER-.
Esto sugiere que la disrupción endocrina está involucrada. Los tumores ER+ son los tumores de mama más frecuentemente diagnosticados entre las mujeres en Estados Unidos.
Los hallazgos fueron publicados el 11 de septiembre en la revista Journal of the National Cancer Institute.
Más información
Las personas que viven en los Estados Unidos pueden encontrar información sobre la calidad del aire en su localidad ingresando su código postal en el sitio web Air Now de la Agencia de Protección Ambiental.
Referencia
Alexandra J White, Jared A Fisher, Marina R Sweeney, Neal D Freedman, Joel D Kaufman, Debra T Silverman, Rena R Jones, Ambient fine particulate matter and breast cancer incidence in a large prospective US cohort, JNCI: Journal of the National Cancer Institute, 2023;, djad170, https://doi.org/10.1093/jnci/djad170
14/09/2023
Fuente: (HealthDay News)
sep
13
Investigadores de la Universidad de Munich y la Universidad Técnica de Munich están desarrollando una nueva forma de inmunoterapia dirigida a activar al sistema inmunitario frente al cáncer que combina estructuras artificiales de ADN y anticuerpos.
La inmunoterapia, que consiste en la activación del sistema inmunitario frente al cáncer, es una de las aproximaciones terapéuticas con mayor proyección en la oncología clínica.
En muchas de estas terapias, el elemento central son los linfocitos T y el objetivo es dirigirlos o reprogramarlos para que eliminen las células tumorales, sin afectar al resto de células normales del organismo.
El equipo de Sebastian Kobold, de la Universidad de Munich, ha diseñado un método que induce, con alta precisión, el reclutamiento de linfocitos frente a las células tumorales. Combinando nanotecnología de ADN y anticuerpos, los investigadores han creado una plataforma con interesantes ventajas para su potencial utilización en la práctica clínica: una estructura modular, adaptable y que proporciona un alto grado de especificidad.
“Creemos que nuestros hallazgos permitirán el ensayo clínico de nanotecnologías de ADN y demostrarán el potencial de las estrategias de ingeniería biomolecular basadas en el origami de ADN para aplicaciones médicas”, concluyen los investigadores del trabajo, publicado en Nature Nanotechnology.
Cómo activar al sistema inmunitario contra el cáncer y desarrollar una inmunoterapia con origami de ADN y anticuerpos
La pieza central de la estrategia del equipo de Kobold es una nanoestructura artificial de ADN sobre la que se pueden unir de forma específica diferentes anticuerpos.
La creación de este tipo de construcciones de ADN, lo que se conoce como origami o papiroflexia de ADN, deriva de la capacidad natural de esta molécula para plegarse y formar estructuras específicas.
El equipo diseñó un chasis nanoscópico en el que se pueden acoplar diferentes anticuerpos en cuatro posiciones. En uno de los extremos se incluyeron anticuerpos que se unen de forma específica a ciertos tipos de células tumorales. En el otro extremo, los investigadores colocaron anticuerpos que se unen a los linfocitos T y activan su respuesta, como por ejemplo CD3.
Los investigadores produjeron estructuras con 105 combinaciones de anticuerpos y evaluaron cuáles de ellas eran capaces de reclutar y activar los linfocitos T hacia las células diana de interés. A estas, que funcionan en esencia como como anticuerpos biespecíficos o multiespecíficos artificiales, las denominaron “captadores programables de linfocitos T” (PTE en sus siglas en inglés).
Los investigadores han evaluado la efectividad de los PTEs tanto in vitro, en diferentes tipos de células, como in vivo, en modelos de ratón. En ambos casos, las nanoestructuras reconocen las células tumorales diana e inducen su eliminación. En cultivo, por ejemplo, los investigadores han estimado que más del 90% de las células son destruidas en 24 horas tras el tratamiento con los PTEs. In vivo, en condiciones fisiológicas, los PETs se distribuyen de forma adecuada en el organismo y reducen el crecimiento tumoral.
Aplicaciones en cáncer
Los resultados obtenidos apuntan a los PETs como interesantes herramientas para el desarrollo de inmunoterapias.
La mayor ventaja del sistema es que es posible utilizar múltiples combinaciones de anticuerpos y por tanto crear diferentes PTEs adaptados al tipo de célula diana. “Este enfoque nos permite producir todo tipo de PTEs diferentes y adaptarlas para optimizar sus efectos”, destaca Adrian Gottschlich, investigador de la Universidad de Munich y uno de los autores del estudio. “En teoría son posibles infinitas combinaciones, lo que convierte a los PTEs en una plataforma muy prometedora para tratar el cáncer”.
Además, al poder combinar múltiples anticuerpos (dirigidos a diferentes copias del mismo antígeno o a diferentes antígenos) los PTEs permiten actuar sobre las células diana con alta especificidad. Este sistema permitiría discriminar mejor entre las células tumorales y las células sanas.
En paralelo, los investigadores señalan que la activación de los linfocitos podría mejorarse utilizando combinaciones de anticuerpos dirigidos a diferentes rutas de señalización.
Referencia
Wagenbauer KF, Pham N, Gottschlich A, Kick B, Kozina V, Frank Ch, et al. Programmable multispecific DNA-origami-based T-cell engagers. Nat Nanotechnol. 2023. https://doi.org/10.1038/s41565-023-01471-7
https://www.nature.com/articles/s41565-023-01471-7
11/0/2023
(Genotipia.com) Fuente: Genética Médica-Noticias Investigación Copyright 2023 © Genotipia
may
29
Un estudio retrospectivo en pacientes con cáncer de pulmón no microcítico en estadio IV revela que el tratamiento de combinación con afatinib y ramucirumab se asocia a una mediana de supervivencia libre de progresión (SLP) de 71 meses. Este valor estuvo en contraste con el asociado al tratamiento secuencial, primero con afatinib y luego con ramucirumab, que fue de tan sólo 26 meses. La presencia de las mutaciones más comunes en el EGFR en este tipo de cáncer no tuvo impacto sobre la SLP, independientemente del régimen utilizado. Incluso en pacientes con mutaciones infrecuentes en este gen, el tratamiento secuencial ofreció beneficio, como ilustra el caso de dos pacientes que recibieron ramucirumab entre 2 y 3 años después de haber iniciado la terapia con afatinib y que alcanzaron una SLP de más de 52 meses. El estudio tampoco halló diferencias significativas entre regímenes con respecto a la incidencia de los efectos adversos más frecuentes.
Yao-Kuang Wu, investigador del Hospital Tzu Chi de Taipei y director del estudio, afirma que los ensayos clínicos de autorización ya habían demostrado la superioridad de afatinib como tratamiento de primera línea frente a la quimioterapia basada en platino, así como el beneficio de la combinación formada por erlotinib y ramucirumab. Sin embargo, existen muy pocos estudios que hayan analizado el impacto del régimen secuencial o de combinación con afatinib y ramucirumab en pacientes con enfermedad metastásica, asegura Wu. El científico cita como principal limitación del estudio la ausencia de un análisis dirigido a determinar el impacto del tratamiento a largo plazo con afatinib en monoterapia.
Mayo 29/2023 (IMmédico) – Tomado de Equipo Neumología, Oncología Copyright 2023: Publimas Digital
may
25
El CSIC, el Banc de Sang i Teixits (BST) de Catalunya y el Institut d´Investigació Biomèdica de Bellvitge (Idibell) han firmado un acuerdo para investigar la modificación genética de células madre obtenidas de sangre de cordón umbilical para producir células inmunitarias CAR-NK que sean capaces de reconocer y atacar a las células tumorales y otras enfermedades.
La investigación busca mejorar los resultados de las terapias CAR-T (acrónimo en inglés de «células T dotadas de receptores quiméricos de antígenos»), que ya está en uso para algunos tipos de cáncer. La diferencia principal consiste en que las células NK (Natural Killer) son más fáciles de producir a gran escala a partir de células madre, que las células T.
El acuerdo busca crear un banco de células CAR-NK que contenga una batería de genes antitumorales, incluidos los receptores CAR19 o CAR19/20. Estos últimos son modificaciones genéticas que permiten a las células inmunitarias identificar y atacar específicamente la leucemia linfoblástica aguda y el linfoma de células B. El objetivo es almacenar estas células en bancos celulares y tenerlas disponibles para su aplicación inmediata en tratamientos de inmunoterapias contra el cáncer.
Para ello, el CSIC pondrá a disposición del proyecto las dos tecnologías patentadas y desarrolladas en el Centro de Investigación Biológicas Margarita Salas (CIB-CSIC) en Madrid por el equipo dirigido por el investigador Daniel Bachiller, que permiten introducir la modificación genética en las células inmunitarias para hacerlas capaces de reconocer y atacar las células tumorales.
«Creemos que nuestro desarrollo permitirá producir células del sistema inmunitario diseñadas para atacar dianas terapéuticas específicas de una forma mucho más rápida, eficaz y barata que las tecnologías que se están probando actualmente. Nuestro sistema puede aplicarse también a otras enfermedades, como por ejemplo las infecciones fúngicas o las causadas por bacterias resistentes a antibióticos», explica Daniel Bachiller, del CIB.
Por su parte, el BST proveerá las células madre pluripotentes inducidas provenientes de sangre de cordón umbilical y producirá las células NK a partir de ellas, y el IDIBELL, cuyo grupo de investigación también está adscrito al Instituto Catalán de Oncología (ICO), aportará los modelos para la validación in vitro e in vivo de las nuevas terapias.
Una investigación de carácter exploratorio
Las terapias CAR-NK (acrónimo en inglés de células NK dotadas de receptores quiméricos de antígenos) son una prometedora estrategia para combatir el cáncer, aún en desarrollo. Se basan en modificar células NK (natural killer, un tipo de linfocito) para que sean capaces de reconocer y atacar específicamente células cancerosas.
La investigación del CSIC, el BST y el IDIBELL, de carácter preliminar y exploratorio, persigue obtener y modificar estas células a partir de células madre de cordón umbilical, para comprobar después su viabilidad y efectividad en laboratorio.
Las células madre que se emplean en este proyecto, y por tanto las células NK derivadas de ellas, son de donantes compatibles con un elevado porcentaje de la población europea. Gracias a ello las células pueden producirse y almacenarse a la espera de los pacientes que las necesiten.
En la actualidad se usan linfocitos del propio paciente que hay que extraer, modificar y cultivar de forma individual y con posterioridad al diagnóstico, «lo que encarece extraordinariamente el procedimiento y retrasa peligrosamente su aplicación», aclara Bachiller.
La investigación trata de confirmar si es posible mejorar la eficacia de los tratamientos de inmunoterapia celular actuales dotando a las células NK inmunocompatibles de una batería de genes antitumorales que multipliquen el efecto de los CAR.
Se prevé que el banco de células resultante, que estará en el BST, contendrá líneas celulares modificadas de los tipos genéticos más comunes. De esta forma, se dispondría de un banco de células CAR-NK de disponibilidad inmediata para el tratamiento de la leucemia linfoblástica aguda y el linfoma de células B.
Mayo 24/2023 (IMmédico) – Tomado de I+D+I, Oncología Copyright 2023: Publimas Digital
may
18
Un estudio dirigido por investigadores del Centro Oncológico Integral Jonsson de la UCLA sugiere que la IL-21, una molécula soluble implicada en la activación del sistema inmunitario, puede ser una posible diana terapéutica para ayudar a reducir los efectos secundarios autoinmunitarios endocrinos causados por la terapia contra el cáncer con inhibidores de puntos de control.
Los investigadores descubrieron que un grupo específico de células inmunitarias CD8+ con una fuerte actividad letal, denominadas células T CD8+ citotóxicas CXCR6+ IFN-γ, desempeñan un papel central en este ataque autoinmune. También descubrieron que la actividad de estas células CD8+ estaba controlada por la IL-21 y que su bloqueo prevenía la autoinmunidad tiroidea.
«Nuestro estudio es el primero que analiza en profundidad la causa de la autoinmunidad tiroidea asociada a los inhibidores de puntos de control en seres humanos y pone de relieve una posible vía para prevenir esta toxicidad autoinmunitaria relacionada con el tratamiento», afirma la Dra. Melissa Lechner, profesora adjunta de Medicina en la división de Endocrinología, Diabetes y Metabolismo de la Facultad de Medicina David Geffen de la UCLA y primera autora del estudio.
Los inhibidores de los puntos de control son un tipo de terapia contra el cáncer que aprovecha el poder del sistema inmunitario para combatir las células cancerosas y han demostrado tener un éxito notable en el tratamiento de múltiples tipos de cáncer avanzado. Si bien este tipo de terapia ha cambiado la faz del tratamiento del cáncer, con el aumento de la activación inmunitaria pueden producirse ataques autoinmunitarios no deseados contra tejidos sanos. Estos efectos adversos relacionados con el sistema inmunitario se producen en hasta el 60% de los pacientes tratados con esta terapia y pueden contribuir a la interrupción del tratamiento, hospitalizaciones e incluso la muerte prematura.
La causa de estas toxicidades autoinmunes sigue siendo en gran medida desconocida. En la actualidad no existen tratamientos eficaces para prevenir o revertir estos efectos adversos endocrinos inmunes durante la inmunoterapia del cáncer, que casi universalmente resultan en daño permanente de órganos y la necesidad de por vida de la terapia de reemplazo hormonal.
Para investigar la causa de las toxicidades autoinmunes que se producen durante la terapia contra el cáncer con inhibidores de puntos de control, el equipo utilizó la secuenciación de ARN unicelular de muestras de tiroides de pacientes. El equipo demostró entonces que las células T CD8+ efectoras expandidas clonalmente que expresan CXCR6+ Granzima B e interferón-γ están aumentadas en individuos con acontecimientos adversos tiroideos. Además, descubrieron que la IL-21 de las células T helper CD4+ impulsa la función tirotóxica de estas células T CD8+ y que la inhibición de la IL-21 en un modelo de ratón prevenía la autoinmunidad tiroidea asociada a los inhibidores de puntos de control.
Los resultados ponen de relieve las posibles vías inmunitarias que pueden utilizarse para reducir las toxicidades de la inmunoterapia en los pacientes. Entender cómo se desarrollan las toxicidades autoinmunes en pacientes tratados con inmunoterapia contra el cáncer ayudará a los investigadores a desarrollar estrategias para reducir estos efectos secundarios, haciendo que el tratamiento sea más seguro.
Además, los mecanismos que impulsan la autoinmunidad relacionada con la inmunoterapia del cáncer pueden compartirse con enfermedades autoinmunes espontáneas, como la diabetes de tipo 1 y la tiroiditis de Hashimoto. Así pues, los resultados de este estudio también pueden ayudar a los investigadores a identificar dianas para el tratamiento de un amplio número de enfermedades autoinmunes.
El estudio se publicó en la revista Science Translational Medicine.
Mayo 18/2023 (MedicalXpress) – Tomado de Oncology & Cancer – Immunology Copyright Medical Xpress 2011 – 2023 powered by Science X Network.
may
1
El uso de linfocitos obtenidos del paciente para potenciar su capacidad de lucha contra el cáncer ha irrumpido con éxito en el tratamiento de ciertas neoplasias de la sangre con las células CAR-T, éxito cuya replicación se busca en los tumores sólidos con estrategias como las que utilizan los llamados linfocitos infiltrantes de tumor (TIL).
El trabajo de un grupo de investigadores del Cima Universidad de Navarra, en colaboración con científicos del Instituto de Biología y Medicina Experimental de Buenos Aires (Ibyme-Conicet), en Argentina, aporta una nueva pista para que este tipo de modalidades de inmunoterapia celular alcance nuevas cotas de eficacia.
En un trabajo que acaba de publicarse en Cell Reports Medicine, estos científicos han demostrado en modelo experimental que la potencia antitumoral de los linfocitos crece cuando se les modifica mediante ARN mensajeros para que generen dos moléculas específicas a la vez.
“En este trabajo hemos demostrado que los resultados terapéuticos de esta inmunoterapia aumentan notablemente si los linfocitos están transferidos mediante ARN mensajeros (mARNs) para que produzcan simultáneamente IL12 e IL18. Esta combinación sinérgica aumenta la eficacia antitumoral”, apunta Ignacio Melero, codirector del Programa de Inmunología e Inmunoterapia del Cima, integrado en el Cancer Center Clínica Universidad de Navarra, y autor senior del estudio.
Además, el estudio confirma que la terapia mediante transferencia de linfocitos es más eficaz si se administra por vía intratumoral y repetidamente.
Una de las novedades de este estudio es que descubre tres mecanismos moleculares que determinan el fuerte efecto sinérgico y que, además, explican su potente eficacia.
Uno de ellos, desvelado en colaboración con Gabriel Rabinovich -referente internacional en la aplicación de la glicobiología a la inmunoterapia- y Karina Mariño, es la capacidad de las células para adquirir unos ligandos que les vinculan con más eficiencia a las células que conforman los vasos sanguíneos tumorales.
“Este proceso permite que los linfocitos migren con mayor eficacia al interior de las metástasis tumorales a las que así pueden reconocer y destruir. El mecanismo viene determinado por la presencia de azúcares modificados en las proteínas de membrana del linfocito, que actúan como ligandos para receptores de las células de la superficie de los vasos sanguíneos del tumor”, apunta Irene Olivera, investigadora del Cima y primera firmante del estudio.
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