depresion_ansiedadEl 40% de los problemas de ansiedad y el 30% de las depresiones se explican por la rumiación mental, práctica que supone centrar la atención de manera repetida y sin encontrar solución en pensamientos negativos que generan malestar, y constituye uno de los aspectos principales que aleja a las personas del bienestar.

Estas son algunas de las conclusiones que se han extraído del estudio ‘Comprender o rumiar nuestras emociones’, realizado en septiembre a partir de una muestra de 1.700 personas entre 18 y 75 años de todas las regiones de España, y presentado este martes en rueda de prensa por los doctores en Psicología de la Facultad de Salud de la Universidad Camilo José Cela, Ruth Castillo y Juan Ramos-Cejudo.

La rumiación se relaciona con niveles de ansiedad o depresión de una forma muy intensa y es una mala práctica que realizan en mayor medida las mujeres’, ha expresado Ramos-Cejudo, especialista en intervención en la
ansiedad y el estrés.

Este psicólogo ha destacado que negar o rechazar emociones que nos resultan desagradables es otra de las estrategias para enfrentarse a un problema y puede derivar en trastornos de salud mental.

‘Es importante fomentar el entrenamiento de nuestra mente, igual que hacemos con nuestro cuerpo’, ha indicado la doctora en Psicología y experta en inteligencia emocional Ruth Castillo.

En este sentido, Castillo explica que los pasos a seguir para afrontar una dificultad son la identificación de señales emocionales en el cuerpo y la mente, la comprensión de la causa que genera esas emociones y la reinterpretación de esas situaciones para sentirse mejor.

Además, y según este estudio impulsado por Línea Directa aseguradora, un 40% de los españoles afirma haber atravesado problemas de salud mental, siendo los más comunes la ansiedad (68%), depresión (51%) y trastorno del estado de ánimo (29%). Para un 70% de la población, las enfermedades mentales siguen siendo un tabú.

El 31% de las personas encuestadas piensa que soledad es la razón principal por la que tienen problemas de salud mental, seguido del ritmo de vida, para el 30% y la adicción a las tecnologías, un 22 %.

Los jóvenes de 18 a 29 años tienen peor salud mental ‘Los jóvenes de 18 a 29 años presentan mayores problemas de salud mental que el resto de la población’, ha explicado Castillo, que ha destacado que un 54% de ellos ha padecido algún trastorno a lo largo de su vida, frente al 19,2% entre las personas de 65 a 75 años, la cifra más baja.

Esta especialista ha hecho hincapié en que ‘la salud mental tiene género’, ya que las mujeres quienes padecen mayor ansiedad, pensamientos suicidas y trastornos de conducta alimentaria; sin embargo, en los hombres predominan las adicciones, los trastornos del comportamiento y el trastorno bipolar.

En relación a la diferencia de género, ambos expertos señalan que los hombres son los que más reprimen sus emociones y piden menos ayuda a los profesionales. Por comunidades autónomas, Baleares, Cataluña y Cantabria son las que más sufren de malestar mental mientras que La Rioja, País Vasco y Asturias cuentan con las cifras más bajas.

29 noviembre 2023 (EFE) – Tomado de la Selección Temática sobre Medicina de Prensa Latina. Copyright 2019. Agencia Informativa Latinoamericana Prensa Latina S.A.

 

noviembre 29, 2023 | gleidishurtado | Filed under: Ansiedad, Depresión | Etiquetas: , , , |

estres31La mente puede afectar la salud cardíaca de una persona

La depresión, la ansiedad y el estrés crónico pueden contribuir a problemas cardíacos, argumentan un par de nuevos estudios

Los investigadores dicen que las personas con estos problemas de salud mental deben ser evaluadas para detectar factores de riesgo cardíaco

(HealthDay News) — El estado mental de una persona puede tener un tremendo impacto en la salud del corazón, reportan dos nuevos estudios.

La depresión y la ansiedad aceleran el desarrollo de factores de riesgo cardíaco como la presión arterial elevada, el colesterol alto o la diabetes tipo 2, encontró un estudio.

Y el segundo estudio encontró que el estrés crónico estaba asociado con el desarrollo de enfermedades cardíacas y arterias obstruidas.

«Existen asociaciones claras entre la salud psicológica y el riesgo de enfermedad cardiovascular. Estos estudios se suman a un cuerpo creciente de datos que tenemos sobre cómo la salud psicológica negativa puede aumentar el riesgo de enfermedades del corazón y el cerebro», dijo el Dr. Glenn Levine en un comunicado de prensa de la American Heart Association (AHA). Levine presidió la redacción del informe científico de la asociación de 2021 sobre la salud psicológica, el bienestar y la conexión mente-corazón-cuerpo.

Se tiene programado presentar ambos estudios en la reunión anual de la asociación del 11 al 13 de noviembre, en Filadelfia y en línea. La investigación presentada en reuniones generalmente se considera preliminar hasta que se publica en una revista revisada por pares.

Para el primer estudio sobre el estado de ánimo y la salud cardíaca, los investigadores analizaron datos de más de 71,000 adultos recopilados de 2010 a 2020.

Encontraron que las personas diagnosticadas con ansiedad o depresión desarrollaron un nuevo factor de riesgo para la salud cardíaca aproximadamente seis meses antes en promedio que las personas sin un trastorno del ánimo.

La depresión y la ansiedad aumentaron el riesgo de un ataque cardíaco, derrame cerebral u otro evento importante en aproximadamente un 35%.

Además, el desarrollo acelerado de factores de riesgo cardíaco explicó aproximadamente el 40% de la conexión entre los trastornos del ánimo y los eventos cardíacos importantes.

Los investigadores también encontraron que aquellos que tenían predisposición genética al estrés tendían a desarrollar su primer factor de riesgo para la salud cardíaca aproximadamente un año y medio antes en promedio que aquellos sin mayor riesgo genético.

«Desarrollar factores de riesgo cardiovascular más de seis meses antes durante un promedio de cinco años es mucho», dijo el autor principal, el Dr. Giovanni Civieri, investigador postdoctoral en el Centro de Investigación de Imágenes Cardiovasculares en el Hospital General de Massachusetts y la Escuela de Medicina de Harvard, en el comunicado. “El hecho de que el análisis genético respaldara los hallazgos clínicos fue intrigante y brindó más confianza en nuestros resultados”.

El segundo estudio observó a casi 2,700 adultos sin enfermedad cardíaca existente que participaron en un estudio del corazón de Dallas, quienes fueron seguidos un promedio de 12 años.

Los participantes llenaron un cuestionario detallado sobre fuentes diarias de estrés, y los investigadores integraron sus respuestas en una «puntuación acumulada de estrés» para cada persona.

La puntuación de estrés estuvo significativamente asociada con el desarrollo de enfermedad cardíaca, incluso después de que los investigadores tuvieran en cuenta otros factores de riesgo como la presión arterial, la diabetes, el tabaquismo y el colesterol.

El estrés estuvo asociado con un aumento del 22% en el riesgo de acumulación de placa en las arterias y un aumento del 20% en el riesgo general de enfermedad cardíaca.

Los investigadores dijeron que el estrés parece afectar directamente el bienestar físico y también provoca que las personas tomen decisiones de estilo de vida pobres que aumentan el riesgo para la salud cardíaca.

Investigaciones anteriores han demostrado que las hormonas liberadas por el estrés crónico, como el cortisol, pueden afectar los niveles de azúcar en la sangre, la inflamación y otros riesgos sistémicos para el corazón, señalaron los investigadores.

«De hecho, existe una conexión mente-corazón. Cuidar de tu mente puede impactar tu salud física también», dijo la investigadora del estudio sobre el estrés, la Dra. Ijeoma Eleazu. Ella es cardióloga en formación en el Centro Médico del Suroeste de la Universidad de Texas en Dallas.

«Sería excelente ver a más pacientes hablando con sus médicos sobre sus niveles de estrés y a más médicos evaluando una alta carga de estrés en sus pacientes», dijo Eleazu en el comunicado. «De esa manera, podemos trabajar juntos para combatir resultados adversos».

American Heart Association tiene más información sobre el estrés y la salud cardiaca en American Heart Association, comunicado de prensa, 6 de noviembre de 2023

10 noviembre 2023|Fuente: Health Day| Tomado de Noticias de Salud

artritis-reumatoideLos pacientes con artritis reumatoide que además presentan depresión o ansiedad tienen un mayor riesgo de experimentar mala calidad del sueño, según un estudio transversal realizado en México publicado en Medicina.[1]

Las manifestaciones que acompañan a un paciente con artritis reumatoide no se limitan a rigidez y dolor articular. Los pacientes con esta enfermedad son propensos a padecer trastornos psicológicos o alteraciones del sueño, como somnolencia, vigilia, dificultad para conciliar el sueño o sueño de mala calidad, entre otros. Asimismo, estudios realizados en Turquía, Corea, China y Malasia han puesto en evidencia que esta asociación no está limitada a una región.

«Una enfermedad inflamatoria crónica induce en los pacientes depresión y la calidad de vida es mala. Desde ahí quisimos abordar el tema porque era la primera vez que se exploraban estos puntos y ahí nace la idea de esta investigación [en los pacientes con artritis reumatoide]», comentó a Medscape en español la primera autora del trabajo, Isela Juárez Rojop, Ph. D

Para determinar la prevalencia de la mala calidad del sueño y los posibles factores de riesgo asociados con este fenómeno en personas con artritis reumatoide los autores realizaron un estudio transversal con pacientes del Servicio de Reumatología del Hospital Regional de Alta Especialidad «Dr. Gustavo Rovirosa Pérez» en Villahermosa, Tabasco.

Metodología

Se incluyó a 102 pacientes con edades entre 18 y 58 años con diagnóstico de artritis reumatoide y determinación reciente de proteína C reactiva. Se excluyeron aquellos con diagnóstico previo de ansiedad o depresión.

Variables demográficas como edad, sexo, educación, situación laboral y estado civil actual fueron recopiladas mediante una herramienta diseñada para esta finalidad en particular. Por otra parte, variables clínicas e información acerca del tratamiento físico y farmacológico fue obtenida a partir de la historia clínica de cada paciente.

Para clasificar la actividad de la enfermedad los autores utilizaron la puntuación según el Índice de actividad de la enfermedad en 28 articulaciones (DAS28). Variables como niveles de proteína C reactiva y las articulaciones sensibles e inflamadas fueron utilizadas para el cálculo. Aquellos con valores por debajo de 2,6 fueron considerados pacientes en remisión.

Por otra parte, los síntomas de depresión y ansiedad se evaluaron utilizando la Escala de Depresión y , mientras que en la calidad de sueño se utilizó una versión validada del Índice de Calidad del Sueño de Pittsburgh (PSQI).

31 octubre 2023| Fuente: Medscape Tomado de Noticias Médicas

medicamentos-para-el-tratamiento-del-dolor-crónicoUn estudio muestra que millones de personas viven con dolor crónico y síntomas de salud mental concurrentes

En la literatura se observa regularmente la coexistencia de dolor crónico y síntomas clínicamente significativos de ansiedad y/o depresión. Sin embargo, se sabe poco empíricamente sobre la prevalencia poblacional de síntomas concurrentes, ni si las personas con síntomas concurrentes constituyen una subpoblación distinta dentro de los adultos estadounidenses que viven con dolor crónico o los adultos estadounidenses que viven con síntomas de ansiedad y/o depresión (A/D).

Para abordar esta brecha, este estudio analiza datos de la Encuesta Nacional de Entrevistas de Salud de 2019, una encuesta anual representativa del estado de salud autoinformado y el uso de tratamientos en los Estados Unidos (n = 31,997). Aproximadamente 12 millones de adultos estadounidenses, o el 4,9% de la población adulta, padecen dolor crónico y síntomas de A/D concurrentes.

Los síntomas de A/D no remitidos coexistieron en el 23,9% de los adultos estadounidenses con dolor crónico, en comparación con una prevalencia de A/D de 4. 9% entre aquellos sin dolor crónico. Por el contrario, el dolor crónico ocurrió simultáneamente en la mayoría (55,6%) de los adultos estadounidenses con síntomas A/D no remitidos, en comparación con una prevalencia de dolor crónico del 17,1% entre aquellos sin síntomas A/D.

La probabilidad de experimentar limitaciones funcionales en la vida diaria fue mayor entre aquellos que experimentaron síntomas concurrentes, en comparación con aquellos que experimentaron solo dolor crónico o síntomas A/D solos.

Entre aquellos con síntomas concurrentes, el 69,4% informó que el trabajo estaba limitado debido a un problema de salud, el 43,7% informó dificultad para hacer recados solo y el 55,7% informó dificultad para participar en actividades sociales.

Estos datos apuntan a la necesidad de una inversión específica para mejorar los resultados funcionales de casi 1 de cada 20 adultos estadounidenses que viven con dolor crónico concurrente y síntomas de A/D clínicamente significativos.

31 octubre 2023| Fuente: IntraMed | Tomado de Noticias Médicas

octubre 31, 2023 | borrell | Filed under: Ansiedad, Depresión, Dolor Crónico, Problemas de Salud | Etiquetas: , |

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