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Un grupo de investigadores de la Universidad Johns Hopkins, Estados Unidos, ha identificado un conjunto de proteínas que controlan el desarrollo de las células pilosas en el oído interno, lo que podría suponer el surgimiento de futuras terapias que ayuden a restaurar la pérdida auditiva en personas con sordera irreversible.
El estudio, publicado en eLife, se ha llevado a cabo en ratones con el objetivo de encontrar las señales moleculares que desencadenan la formación de estas células, que son las encargadas de detectar y transmitir el sonido.
Aproximadamente el 90 por ciento de la pérdida auditiva genética es causada por problemas con las células pilosas o daño a los nervios auditivos que conectan las mismas con el cerebro. De hecho, la sordera que surge como consecuencia de la exposición a ruidos fuertes o infecciones se da por el daño a las células pilosas.
Además, estas células no pueden regenerarse en el caso de los seres humanos, por lo que una vez que se ha producido el daño la pérdida auditiva puede ser permanente. Así, Angelika Doetzlhofer, profesora de Neurociencia en Johns Hopkins, ha puesto de relieve que son un actor fundamental en la pérdida auditiva, por lo que saber más sobre su desarrollo ayudará a encontrar diferentes maneras de reemplazar las células pilosas que están dañadas.
Función reguladora en el desarrollo de las células pilosas
Su desarrollo comienza en la parte más externa de la cóclea, aquí las células precursoras se transforman en pilosas hasta que llegan a la parte interna. De este modo, los investigadores han destacado dos proteínas, la follistatina y la Activina A, la cual aumentaba en aquellas partes donde las células precursoras se estaban convirtiendo en células pilosas. Por su parte, la follistatina tenía un comportamiento diferente a la proteína anterior, ya que sus niveles eran más bajos en la parte externa y altos en el interior de la espiral coclear.
En este sentido, la experta ha explicado que se conocía el efecto regulador de estas proteínas sobre las células, sin embargo, este estudio ha concluido que puede ayudar a controlar la formación ordenada de las células pilosas a lo largo de la espiral coclear.
Para averiguar cómo desarrollan esta función, los investigadores estudiaron los efectos de cada una de las proteínas por separado. En primer lugar, aumentaron los niveles de Activina A en las cócleas de ratones sanos. En este punto, ocurrió que las células precursoras se transformaron en células pilosas de manera rápida, lo que provocaba que las células pilosas aparezcieran prematuramente a lo largo de la espiral coclear. En el caso de ratones diseñados para sobreproducir follistatina las células pilosas se formaron de forma más tardía y desorganizada, y se dividieron con mayor frecuencia.
De este modo, Doetzlhofer ha concluido que conocer cómo evolucionan las células pilosas puede ayudar a mejorar o desarrollar nuevas estrategias de tratamiento para la pérdida de audición.
agosto 12/ 2019 (Europa Press)
Tomado del Boletín temático en Medicina. Prensa Latina. Copyright 2019. Agencia Informativa Latinoamericana Prensa Latina S.A.