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La Organización Mundial de la Salud (OMS) y los gobiernos llevan mucho tiempo alertando sobre los riesgos que comporta esta adicción al tabaco y como puedes leer en Elembarazo.net y páginas especializadas en la temática, es recomendable dejar el tabaco durante el periodo de nueve meses que dura el embarazo.
Otras cifras hablan de un 30% de mujeres que continúan manteniendo el hábito del tabaco durante el embarazo. De hecho, el 15% de partos prematuros tienen como causa el tabaco durante el embarazo.
La OMS advierte sobre el consumo de tabaco: «cada año, el tabaco mata a 8 millones de personas, como mínimo» y eso sin contar a los millones de ciudadanos que padecen cáncer de pulmón, tuberculosis, asma y otras enfermedades pulmonares crónicas originadas por el consumo de tabaco. Es más, el tabaco sigue siendo el responsable del mayor número de muertes por cáncer en toda la Unión Europea, así como el causante del 90% de los cánceres de pulmón, tanto para fumadores activos como fumadores pasivos.
¿Qué riesgos tiene fumar en el embarazo?
A base de anuncios, lecturas y avisos de expertos, la gran mayoría de la población es consciente de que fumar provoca cáncer y otros problemas de salud muy graves, pero los riesgos se hacen mayores cuando hablamos de un embarazo en el que es el feto el que podría asumir las consecuencias de la adicción de su madre.
La entrada de monóxido de carbono y nicotina, entre otras muchas sustancias tóxicas, a través del aparato respiratorio de la madre llega directamente hasta los pulmones del pequeño, interfiriendo así en el suministro de oxígeno que se le brinda. Es más, la nicotina tiene la capacidad de atravesar la placenta, llegando así a concentraciones de nicotina que superan en un 15% los niveles de nicotina de la madre.
Y es que fumar durante el embarazo puede derivar en un parto prematuro, una reducción del crecimiento normal del bebé, la afectación de cerebro y pulmones del bebé, sangrados anormales, mayor riesgo de padecer SIDS y otro tipo de riesgos, como un labio leporino y paladar hendido que dificulte la forma de comer del niño durante su desarrollo.
Si hablamos con cifras, podemos añadir que aumentan las posibilidades de que el bebé sea víctima del Síndrome de Muerte Súbita Infantil en un 25%. Además, otras consecuencias de fumar en el embarazo incluyen riesgo de sufrir embarazo ectópico, desprendimiento de placenta e influencias negativas en el peso del bebé, que puede pesar menos de lo debido.
Y hay algo mucho más grave todavía y es que el bebé puede acostumbrarse al tabaco y presentar síndrome de abstinencia de nicotina una vez nacido. Así lo reveló un estudio realizado en el Brown Medical School de Nueva York. Según afirman, los bebés pueden presentar estado de nerviosismo, temblores e incluso presión alta o problemas intestinales en las 48 horas siguientes al parto.
Además, muchos hijos de fumadoras presentan hiperactividad y problemas de concentración, así como riesgo de padecer asma, neumonía o bronquitis en niveles más graves.
Pues bien, una vez vistos los riesgos, quizás sería recomendable saber los beneficios que se producen cuando dejas de fumar. Además de reducir las probabilidades de que suceda todo lo anterior, se previenen daños celulares, alergias o se previenen trastornos de aprendizaje.
¿Cómo dejar de fumar ?
Dejar de fumar antes de quedarse embarazada es la mejor opción, pero si no lo hiciste no es tarde todavía. Lo mejor para estos casos es hablar con el médico para saber qué métodos son mejores para dejar de fumar en cada caso.
Y, ¿cuánto fumas? En función del número de cigarrillos que fumes al día será mejor elegir un método para dejar de fumar u otro.
Sea cual sea el método elegido para abandonar el tabaco, debes saber que tu bebé se verá recompensado cuando el humo del tabaco deje de entrar hasta sus pulmones. Por ejemplo, el feto recibirá más oxígeno, crecerá mejor, se reducirán las probabilidades de tener un bebé prematuro (con los correspondientes riesgos que comporta), la madre se sentirá con más energía y ambos reducirán riesgos de tener enfermedades cardíacas, cáncer de pulmón y otras enfermedades cardiovasculares.
Para saber cómo evitar la ansiedad que provoca dejar de fumar en el embarazo, lee más aquí y descubre todo lo que tienes que saber porque por desgracia, la ansiedad y el nerviosismo también influyen negativamente en el feto si no aprendes a controlarlo.
En cuanto a consejos para dejar el tabaco podríamos decir que lo más importante es buscar apoyo y no hacerlo sola, marcarse un día para dejarlo y, a partir de ahí, ser fuerte y pensar en positivo, intentar modificar la rutina para mantenerse entretenida, beber muchos líquidos, moverte, acupuntura y premiarte por cada día que no fumes.
Sea como sea, se recomienda no recuperar el hábito una vez pasado el embarazo y librar al niño de respirar humo de tabaco, con más de 7 000 sustancias químicas tóxicas, durante su crecimiento.
junio 06/2019 (noticias de la ciencia)