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El infarto cerebral representa el 80 % de las enfermedades cerebrovasculares y la terapia con células madre aparece como una prometedora opción de tratamiento que se encuentra en fase de experimentación, por lo que un reciente artículo ublicado en la Revista Neurología , se ha centrado en mostrar la evidencia científica existente sobre el potencial terapéutico de las células madre de la médula ósea en esta enfermedad.
En la actualidad, la trombólisis constituye la única terapia aprobada, pero por su estrecha ventana terapéutica, sólo se aplica a un bajo porcentaje de los pacientes. De manera alternativa, los tratamientos neurorrestauradores, como el de células madre, pueden aplicarse en períodos más prolongados. A través de una búsqueda bibliográfica se han hallado evidencias de seguridad y eficacia de dichas células en diferentes momentos evolutivos del infarto cerebral. Los autores han identificado estudios que en clínica y pre clínica las recolectaron por punción medular y en sangre periférica, y las trasplantaron directamente en el área infartada o por vía intravascular.
El efecto terapéutico se relaciona con sus propiedades de plasticidad celular y liberación de factores tróficos.
Por ello, el concentrado de células mononucleares autólogas, obtenido en sangre periférica o por punción de la médula ósea, y trasplantado por vía intravenosa, es una factible opción metodológica que permitirá rápidamente incrementar el número de ensayos clínicos en diferentes etapas evolutivas del infarto cerebral. Esta terapia muestra seguridad y eficacia, pero deben ampliarse las evidencias que avalen su generalización en humanos