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La meningitis bacteriana en la infancia es poco frecuente, pero quienes la sobreviven se enfrentan a un alto riesgo de sufrir daño neurológico a largo plazo
Los daños estructurales en la cabeza, la pérdida de audición y la discapacidad motora pueden afectar a los sobrevivientes durante décadas
El costo para las familias también puede ser difícil, dijeron los investigadores
La infección en la niñez con meningitis bacteriana deja a un tercio de los sobrevivientes con un daño neurológico a largo plazo, con frecuencia grave, muestra un estudio reciente.
La enfermedad es rara y se trata fácilmente con antibióticos. Sin embargo, como señalan los investigadores suecos, los antibióticos tardan en penetrar la barrera protectora del cerebro.
Eso deja tiempo para que la bacteria Streptococcus pneumoniae, que generalmente causa meningitis, cause estragos en las células nerviosas.
Al comparar los resultados a 23 años de 3 500 personas que lucharon contra la meningitis bacteriana en la infancia con los de 32 000 personas de la población general, los investigadores encontraron tasas mucho más altas de problemas neurológicos a largo plazo entre los supervivientes de la enfermedad.
Estos incluían afecciones graves como deterioro cognitivo, convulsiones, discapacidad visual o auditiva, discapacidad motora, trastornos del comportamiento o daño estructural en la cabeza.
Esto muestra que incluso si la infección bacteriana se cura, muchas personas sufren de deterioro neurológico después», dijo el coautor del estudio, Federico Iovino. Es profesor asociado de microbiología médica en el Instituto Karolinska de Estocolmo.
En comparación con las personas que no habían tenido meningitis bacteriana, los supervivientes se enfrentaron a unas probabilidades 26 veces más altas de daño estructural en la cabeza, un riesgo ocho veces más alto de deterioro auditivo, y cinco veces más probabilidades de deterioro motor, mostró la investigación.
El daño a largo plazo derivado de la meningitis bacteriana puede ser profundo.
«Cuando los niños se ven afectados, toda la familia se ve afectada», explicó Iovino en un comunicado de prensa del instituto. «Si un niño de tres años tiene deterioro cognitivo, una discapacidad motora, problemas o pérdida de visión o audición, tiene un gran impacto. Se trata de discapacidades de por vida que se convierten en una carga importante tanto para el individuo como para la sociedad, ya que los afectados necesitan apoyo sanitario para el resto de sus vidas».
El estudio fue financiado por la compañía farmacéutica Merck y aparece en la edición del 19 de enero de la revista JAMA Network Open.
Referencia: Mohanty S, Johansson Kostenniemi U, Silfverdal SA, Salomonsson S, Lovino F, Sarpong EM, et al. Increased Risk of Long-Term Disabilities Following Childhood Bacterial Meningitis in Sweden. JAMA Netw Open[Internet]. 2024[citado 24 ene 2024];7(1): e2352402. doi:10.1001/jamanetworkopen.2023.52402
22 enero 2024 │ Fuente: HealthDay│ Tomado de │ Noticias de Salud