mar
19
El Centro de Ingeniería Genética y Biotecnología (CIGB) informó que el uso del fármaco HeberFeron ha mejorado la calidad de vida de la comunidad de albinos en Cuba.
El CIGB, una de las instituciones de investigación científica más importantes de la isla, reflejó en su cuenta de la red social X que avanza el proyecto de salud del cáncer de piel para dichas personas en la oriental provincia de Santiago de Cuba.
El HeberFeron es una combinación de interferones alfa y gamma humanos recombinantes, que muestra efectos sinérgicos en la reducción de la proliferación de varias líneas de células cancerosas, una formulación aprobada en Cuba para el tratamiento del carcinoma basocelular.
Este medicamento impacta en una mejor calidad de vida para las personas con esta afección, señaló el CIGB, que trabaja en los campos de medicina y biología en aras de acrecentar la salud humana, el sector agropecuario y el medio ambiente.
Todos los miembros de ese grupo humano con diagnóstico temprano de la enfermedad poseen la posibilidad de recibir un tratamiento con ese fármaco, transmitió la televisión de Santiago de Cuba. Un equipo multidisciplinario, puntualizó, integra el proyecto que se convirtió en una nueva modalidad de consulta donde confluyen especialistas de las áreas de atención a personas con esa patología: dermatología, oftalmología, genética y sicología, entre otras.
La Habana, 18 marzo 2024| Fuente: Prensa Latina | Tomado de la Selección Temática sobre Medicina de Prensa Latina. Copyright 2019. Agencia Informativa Latinoamericana Prensa Latina S.A
mar
19
La ciencia de la medicina celebra el Día Mundial de las Enfermedades Reumáticas de la Juventud, para concienciar sobre esos males autoinmunes que afectan a los menores de 16 años en todo el mundo.
Estas dolencias pueden ser debilitantes y dolorosas, y logran tener un impacto significativo en la calidad de vida de los jóvenes y sus familias. Algunas de las enfermedades reumáticas de la juventud más comunes incluyen la artritis idiopática juvenil, el lupus eritematoso sistémico y la dermatomiositis juvenil.
A pesar de que estos males de salud son relativamente poco comunes, es importante destacar que pueden tener consecuencias graves si no se diagnostican y tratan adecuadamente.
Los jóvenes que sufren estas enfermedades pueden experimentar dolor, rigidez, fatiga, inflamación y otros síntomas que pueden afectar su capacidad para participar en actividades cotidianas y disfrutar de una vida plena y saludable. La concienciación sobre estas enfermedades puede ayudar a mejorar su detección temprana, el diagnóstico y el tratamiento. Aunque hay importantes avances en el diagnóstico y tratamiento, aún queda mucho por mejorar la comprensión de estas enfermedades, identificar nuevas terapias y maneras de prevenirlas.
Washington, 18 marzo 2024 | Fuente: Prensa Latina | Tomado de la Selección Temática sobre Medicina de Prensa Latina. Copyright 2019. Agencia Informativa Latinoamericana Prensa Latina S.A
mar
19
Las lesiones musculares son frecuentes en toda la población activa, y causan la mayoría de bajas de jugadores en el mundo del deporte. Según la gravedad, la recuperación de la función muscular es bastante lenta y puede requerir cirugía, medicación y rehabilitación. Ahora, un estudio liderado por la Universidad de Barcelona revela una estrategia para mejorar y acelerar la recuperación de lesiones musculares que tiene una aplicación potencial en el sector del deporte y la salud en general.
Este es el primer trabajo que aporta evidencias científicas sobre la recuperación más rápida y efectiva de las lesiones musculares a través de la exposición intermitente a una baja disponibilidad de oxígeno (hipoxia) en una cámara de baja presión barométrica (hipobárica) que simula las condiciones de gran altura geográfica.
El nuevo enfoque es importante para la recuperación de deportistas especialmente en la élite competitiva, pero también para paliar el impacto socioeconómico generado por las pérdidas de productividad laboral que causan estas lesiones en la población activa.
El estudio, llevado a cabo con modelos animales, se ha publicado en la revista Journal of Physiology. Los autores del trabajo son los expertos Garoa Santoildes, Teresa Pagès, Joan Ramon Torrella y Ginés Viscor, del Departamento de Biología Celular, Fisiología e Inmunología de la Facultad de Biología de la UB.
¿Por qué la hipoxia ayuda a regenerar el músculo lesionado?
Desde hace tiempo, las cámaras hipobáricas se usan para mejorar la condición física en deportes de alto rendimiento (alpinistas, escaladores, etc.) y en sectores profesionales (minería en altitud, observación astronómica, control fronterizo). En condiciones de hipoxia hipobárica, el cuerpo se expone a un ambiente de baja presión atmosférica en el que las células captan menos oxígeno y generan una respuesta fisiológica. Los efectos beneficiosos que causa la exposición a hipoxia intermitente en el cuerpo están bien descritos, pero todavía se exploran sus potenciales aplicaciones en biomedicina.
El estudio indica que cualquier tipo de lesión muscular podría recuperarse más rápidamente con sesiones de exposición intermitente a hipoxia hipobárica (altitud simulada), pero probablemente también las lesiones mio-tendinosas podrían acelerar su recuperación», apunta el catedrático Ginés Viscor, jefe del Grupo de Fisiología Adaptativa: Hipoxia, Ejercicio y Salud de la UB.
En los tejidos, la hipoxia provoca una activación local de la vía de HIF (el factor inducido por hipoxia), que es un sensor de los niveles de oxigenación. «Cuando la cantidad de oxígeno que llega a las células no es suficiente, la proteína HIF actúa como interruptor que activa una serie de cambios en tutas metabólicas para compensar este déficit», explica la profesora Garoa Santocildes.
Entre otras vías, la proteína HIF activa la proliferación de más vasos capilares a través del factor de crecimiento endotelial (VEGF), un proceso que aportaría a escala muscular más factores de crecimiento, substratos metabólicos y oxígeno que favorecen el proceso de regeneración muscular después de la lesión.
Tal como explica la profesora Teresa Pagès, «en paralelo, la proteína HIF también potenciaría la síntesis de proteínas concretas, la actividad de algunas enzimas y la eficiencia de las mitocondrias, que son los orgánulos celulares que subministran la energía para las funciones celulares».
Lesiones musculares y terapias: un cambio de paradigma
En el abordaje de las lesiones musculares, la visión clásica de la terapia RICE (en inglés, Rest, ice, compression and elevation) ha evolucionado hacia una visión más integral y activa, conocida como PEACE (Protection, elevation, avoid NSADs, compression, education) y LOVE (Load management, optimism, vascularization, exercise).
«Todo esto ha significado un gran cambio de paradigma en el ámbito de la recuperación de las lesiones musculares», detalla el profesor Joan Ramon Torrella. «La exposición a la hipoxia hipobárica —continúa el experto— es totalmente compatible con este nuevo paradigma, e incluso podría contribuir a mejorar los efectos de las terapias emergentes para acelerar la recuperación del músculo lesionado».
La terapia basada en la exposición en bajas concentraciones de oxígeno también podría ayudar a explorar nuevos tratamientos de lesiones fisiopatológicas. Así, sería importante comprobar si la hipoxia puede contrarrestar la atrofia muscular típica de la sarcopenia —una enfermedad caracterizada por la pérdida de masa y fuerza musculares— mediante los procesos implicados en la recuperación muscular (proliferación capilar, metabolismo oxidativo más efectivo, etc.).
«Muy probablemente, en estos casos, la intervención con hipoxia hipobárica mejoraría si se combina con actividades individualizadas de ejercicio físico de fuerza y resistencia. Incluso se podría mejorar su aplicación en la recuperación de afectados por el síndrome de covid persistente», concluye el equipo.
Ver artículo: Santocildes G, Viscor G, Pagés T, Ramon Torrella J. Simulated altitude is medicine: intermittent exposure to hypobaric hypoxia and cold accelerates injured skeletal muscle recovery. The Journal of Physiology[Internet].2023[citado 18 mar 2024].DOI10.1113/JP285398
18 marzo 2024|Fuente: EurekAlert | Tomado de |Comunicado de prensa
mar
19
Investigadores del Instituto de Virología Humana (IHV) de la Facultad de Medicina de la Universidad de Maryland publicaron un nuevo estudio en el Journal of Infectious Diseases que investiga la respuesta de anticuerpos tras la infección por SARS-CoV-2.
Las células plasmáticas de larga vida son responsables de respuestas duraderas de anticuerpos que persisten durante décadas después de la inmunización o la infección. Por ejemplo, la infección por sarampión, paperas, rubéola o la inmunización con vacunas contra el tétanos o la difteria provocan respuestas de anticuerpos que pueden durar muchas décadas. Por el contrario, otras infecciones y vacunas provocan respuestas de anticuerpos de corta duración que duran solo unos pocos años como máximo. Por ejemplo, las vacunas contra el VIH provocan respuestas de anticuerpos que persisten durante menos de un año. Aunque la epidemia de COVID-19 tiene menos de cinco años, se sabe que la infección o vacunación con SARS-CoV-2 provoca respuestas de anticuerpos protectores de corta duración, pero se desconoce el mecanismo subyacente a este problema.
«Sabemos que las células plasmáticas de larga vida pueden producir anticuerpos contra patógenos específicos durante décadas, por lo que queríamos investigar su papel en la infección por COVID-19″, dijo el coautor del estudio, Mohammad Sajadi, MD, profesor asociado de Medicina, División de Atención Clínica e Investigación, Instituto de Virología Humana.
El estudio realizado por los equipos de Sajadi y Lewis examinó la contribución de las células plasmáticas de larga vida en la médula ósea a los anticuerpos anti-pico después de la infección por COVID-19. El estudio estudió a 20 personas con antecedentes de infección por COVID-19 pero sin vacunación. Se analizaron aspirados de médula ósea y muestras de plasma para caracterizar las respuestas de anticuerpos. La investigación encontró una generación deficiente de células plasmáticas de larga vida específicas de la espícula en la médula ósea, lo que ofrece información sobre la corta duración de las respuestas de anticuerpos observadas en pacientes con COVID-19 en recuperación.
«La rápida disminución de los anticuerpos específicos de la espícula que observamos indica una falta de producción duradera de anticuerpos después de la infección natural», dijo el coautor del estudio George Lewis, PhD, director de la División de Investigación de Vacunas del Instituto de Virología Humana. «Esto parece deberse a la generación insuficiente de células plasmáticas de larga vida que mantendrían los niveles de anticuerpos, un fenómeno que hemos observado antes con ciertos virus».
Hace diez años, los investigadores discutieron los posibles mecanismos de este problema con el VIH en una publicación revisada por pares y han estado trabajando en ello desde entonces. Su trabajo sobre la escasa persistencia de las respuestas de anticuerpos a la proteína de pico del SARS-CoV-2 muestra que el problema de la persistencia de anticuerpos se extiende también a Covid-19 y que probablemente se deba a la falta de células secretoras de anticuerpos de larga vida en la médula ósea.
Shyam Kottilil, PhD, director interino del IHV, agregó: «Las respuestas sostenidas de anticuerpos a las infecciones virales son fundamentales para el desarrollo de vacunas y la inmunidad a largo plazo. La presencia de células plasmáticas de larga vida en la médula ósea es un componente crucial para la generación de una inmunidad antiviral eficaz y prolongada. Este estudio realizado por los doctores Sajadi y Lewis y sus colegas proporciona información vital sobre la inmunidad prolongada a la COVID-19, lo cual es un gran avance en nuestra comprensión de la inmunidad antiviral debido a la COVID-19 y otros virus».
Los investigadores dicen que los hallazgos ayudarán a informar el desarrollo de vacunas y terapias que puedan inducir una producción robusta de anticuerpos a largo plazo contra el SARS-CoV-2 y el VIH. Se han diseñado nuevos estudios en personas para averiguar las bases celulares y moleculares de este problema. Este nuevo e intrigante estudio proporciona una posible explicación de por qué las respuestas de anticuerpos al SARS-CoV-2 decaen rápidamente», dijo Mark T. Gladwin, MD, quien es profesor distinguido John Z. y Akiko K. Bowers y decano de UMSOM, y vicepresidente de Asuntos Médicos de la Universidad de Maryland, Baltimore. «Los estudios futuros serán clave para investigar más a fondo las bases celulares y moleculares de por qué el SARS-CoV-2 no provoca células secretoras de anticuerpos de larga vida específicas para la proteína de pico del SARS-CoV-2 con el objetivo final de corregir este déficit en futuros diseños de vacunas».
Ver artículo: Tehrani ZR, Habibzadeh P, Flonko R, Chen H, Abbasi A, Yared JA, et al. Deficient Generation of Spike-Specific Long-Lived Plasma Cells in the Bone Marrow After Severe Acute Respiratory Syndrome Coronavirus 2 Infection. The Journal of Infectious Diseases[Internet]. 2024[citado 18 mar 2024]; jiad603, https://doi.org/10.1093/infdis/jiad603
18 marzo 2024|Fuente: EurekAlert | Tomado de |Comunicado de prensa
mar
19
La bacteria Streptococcus anginosus podría desempeñar un papel importante entre las causas del cáncer de estómago, el quinto cáncer más común en el mundo, según constatan recientes investigaciones.
La bacteria Streptococcus anginosus existe junto con otros gérmenes en la boca, la garganta, los intestinos y la vagina. Dicha bacteria puede causar, ocasionalmente, infecciones leves como dolor de garganta e infecciones de la piel, y, normalmente, no plantea problemas a las personas sanas. Sin embargo, para los pacientes con problemas de salud subyacentes o sistemas inmunológicos comprometidos, dicha bacteria puede provocar infecciones más graves, dañando el corazón e, inclusol, el cerebro.
En este contexto, una investigación codirigida por NTU Singapur y la Universidad China de Hong Kong sugiere que, además, la bacteria Streptococcus anginosus podría desempeñar un papel importante entre las causas del cáncer de estómago, el quinto cáncer más común en el mundo.
Los investigadores encontraron en ratones que la bacteria S. anginosus está involucrada en infecciones estomacales que causan daño celular y cambios que se sabe estimulan el cáncer gástrico. Esto incluye la inflamación gástrica, que da lugar a una irritación del revestimiento del estómago, pudiendo causar daño en las células del revestimiento gástrico y hacer que algunas de ellas se transformen gradualmente en células cancerosas.
Principales hallazgos
Los experimentos con ratones también revelaron que las bacterias estimulaban el crecimiento de células cancerosas de estómago, duplicando el tamaño y el peso de los tumores en algunos casos.
Asimismo, los autores de este trabajo encontraron que la alteración de una proteína en la superficie de la bacteria, que necesitan para interactuar con las células del revestimiento del estómago, reducía la capacidad de S. anginosus de contribuir al cáncer de estómago.
«Nuestros resultados sugieren que la infección prolongada por S. anginosus causa gastritis crónica intensiva que es comparable a la infección por H. pylori. De hecho, estos dos patógenos podrían actuar en colaboración para promover la inflamación gástrica y, eventualmente, el cáncer gástrico. Esto podría cambiar la forma en que abordamos la prevención y el tratamiento de la enfermedad», indicó el prof. Joseph Sung , vicepresidente senior (Salud y Ciencias de la Vida) de NTU y decano de la Facultad de Medicina Lee Kong Chian, y codirector del estudio.
Los hallazgos se suman al número de especies de bacterias que se sabe que causan cáncer gástrico. Si bien se sabe que la infección por otra bacteria, Helicobacter pylori , aumenta el riesgo de cáncer gástrico, hasta ahora no estaba claro si otras bacterias están involucradas.
«Los resultados sientan una base importante para futuros estudios en humanos y que pueden contribuir a una mejor atención a los pacientes afectados», concluyó el prof. Sung.
18 marzo 2024|Fuente: IMMédico| Tomado de |Noticia