La sustancia psicoactiva de los hongos alucinógenos podría aliviar la depresión en algunos casos difíciles, según un estudio preliminar difundido recientemente.

hongo Los efectos fueron leves y desaparecieron tiempo después, pero se presentaron con una sola dosis experimental en personas cuyos antidepresivos ordinarios les ayudaban poco.

El estudio es parte de un resurgimiento en la investigación sobre el posible uso médico de las drogas alucinógenas, y los resultados concuerdan con los de estudios de menor escala sobre la psilocibina contenida en los hongos alucinógenos. Los investigadores dijeron que es necesario efectuar estudios más amplios y durante más tiempo para determinar la efectividad y seguridad de utilizar la psilocibina para tratar la depresión. Sus resultados fueron publicados en New England Journal of Medicne.

‘Los hallazgos son intrigantes’, comentó Bertha Madras, profesora de psicobiología e investigadora en la Facultad de Medicina de Harvard.

En un editorial para la publicación, Madras dijo que el estudio es el más riguroso efectuado hasta la fecha para evaluar el efecto de la psilocibina en el tratamiento de la depresión. Madras no participó en la investigación.

Los investigadores probaron la sustancia en 233 adultos en Estados Unidos, Europa y Canadá. Cada participante ingirió cápsulas que contenían uno de tres niveles de psilocibina durante una sesión de entre seis y ocho horas. Dos especialistas en salud mental los guiaron durante las experiencias alucinatorias.

Los resultados con las dosis alta y media fueron comparados con los del grupo de control a los que se dieron dosis bajas. No se hicieron comparaciones con placebos ni con antidepresivos convencionales, y hubo otras limitantes.

Los síntomas de la depresión disminuyeron en los tres grupos, y la mayor mejoría inicial se registró en el grupo que recibió la dosis más alta. A las tres semanas, 37 % de quienes recibieron las dosis altas habían mejorado sustancialmente. Pero los resultados no fueron tan buenos como los observados en estudios con antidepresivos ordinarios, y el efecto fue perdiéndose en las semanas siguientes.

A los tres meses, 20 % de quienes estaban en el grupo de dosis altas aún mantenían una mejoría importante.

Compass Pathways, una empresa con sede en Londres que desarrolla psilocibina para uso comercial, financió el estudio y colaboró en su realización. La firma anunció hace poco que haría un estudio más amplio y más riguroso.

Los efectos colaterales, como dolor de cabeza y náuseas, fueron comunes en los tres grupos del estudio. Los efectos secundarios graves no fueron frecuentes, pero incluyeron pensamientos suicidas y lesiones autoinfligidas, principalmente entre los participantes con historial de tendencias suicidas.

El doctor David Hellerstein, coautor y psiquiatra investigador de la Universidad de Columbia, dijo que esos efectos secundarios no son sorprendentes dada la intensidad de la experiencia psicodélica con la sustancia. Pero señaló que subrayan la importancia de utilizar la psilocibina en un entorno médico.

‘No es un jonrón, pero sí es muy alentador’, dijo Hellerstein, quien señaló que se observó una mejoría apenas después de una sola dosis.

Agregó que posiblemente se necesiten más dosis para lograr resultados permanentes. El tratamiento con psilocibina podría ser costoso debido a la necesidad de realizarlo bajo una supervisión médica de varias horas.

El sitio web de la Biblioteca Nacional de Medicina enlista más de 180 estudios sobre el uso de la psilocibina y otras sustancias alucinógenas para tratar la depresión, el trastorno por estrés postraumático y otras enfermedades mentales.

El gobierno estadounidense clasifica a la psilocibina como una sustancia controlada sin ningún uso médico aceptado. Diversas ciudades ya han despenalizado los hongos alucinógenos y Oregón es el primer estado del país en aprobar su uso médico.

Philip Corlett, profesor asociado de psiquiatría en la Universidad de Yale, dijo que aún hay muchos desafíos importantes, como determinar si la psilocibina realmente contribuye a disminuir la depresión.

Una teoría es que la psilocibina estimula partes del cerebro que controlan los niveles de la serotonina, una sustancia que influye en el estado de ánimo. También podría reconectar circuitos en el cerebro, pero ninguna de esas teorías está demostrada.

 ‘Creo que deberíamos bajarle al acelerador y averiguar exactamente cómo funcionan (las sustancias alucinógenas) a fin de optimizar su uso’, dijo Corlett. ‘No les sirven a todos’.

noviembre 03/2022 (AP) – Tomado de la Selección Temática sobre Medicina de Prensa Latina. Copyright 2019. Agencia Informativa Latinoamericana Prensa Latina S.A.

noviembre 4, 2022 | Dra. María Elena Reyes González | Filed under: Farmacología, Investigaciones, Psicología, Psiquiatría | Etiquetas: , , , , |

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