La rabiosa actualidad y la vorágine informativa para captar la atención, sobre todo, en redes sociales, merece que, desde ámbitos científicos como la Sociedad Española de Enfermedades Infecciosas y Microbiología Clínica (SEIMC), ofrezcamos un mensaje de tranquilidad y calma ante algunas pseudo noticias que pretenden relacionar y vincular directamente el virus del mono (monkeypox) con el bioterrorismo.

monoDentro de la preparación contra enfermedades emergentes, el bioterrorismo es un riesgo muy poco probable, pero que desgraciadamente no es absolutamente imposible. Y efectivamente, dentro de los microorganismos que se teorizan como potenciales agentes bioterroristas, está monkeypox.

Además, los primeros casos han aparecido sin clara asociación, por lo que en algún medio de comunicación se ha recogido esta preocupación. ¿Debemos entonces planteárnoslo y preocuparnos? Respondamos con base en la información disponible de fuentes abiertas.

La viruela del mono es un microorganismo de difícil contacto a través de gotas, por lo que es muy difícil su dispersión

Para empezar, la viruela del mono es un microorganismo de difícil contacto a través de gotas, por lo que es muy difícil su dispersión. Por suerte, los grupos terroristas no tienen medios para elaborar dispositivos eficaces por sus escasos medios y falta de conocimiento científico.

Además, en el caso de este brote, lo más importante para descartar la hipótesis bioterrorista es la epidemiología y la presentación de los casos. Los casos índices de cada clúster se deben a relaciones sexuales en fiestas de hombres que tienen sexo con hombres (HSH), con aparición de las lesiones características en zona púbica y/o perianal.

No hay forma de explicar cómo se establecerían así las cadenas de transmisión ante un atentado bioterrorista. Si hubiese habido una dispersión por contaminación de materiales, las lesiones aparecerían en manos o pies. Si se transmite por vía inhalatoria, con síntomas generales.

¿Y por qué entonces aparecen tantos casos a la vez?

Por dos motivos. En primer lugar, el estigma de los HSH que, desgraciadamente, sigue siendo una realidad y retrasa su atención médica. Muchos HSH no consultan a los médicos por vergüenza.

Y, en segundo lugar, concretamente en España, recordemos la falta de especialidad en enfermedades infecciosas.

¿Podrían haber sido atendidos estos pacientes por médicos no especializados, no entrenados para reconocer los síntomas de monkeypox antes de lanzarse la alerta?

Una de las muchas razones por las que necesitamos especialistas en enfermedades infecciosas es tener clínicos entrenados para reconocer signos y síntomas de zoonosis y otras enfermedades tropicales fuera de su área geográfica tradicional.

En resumen, apliquemos la navaja de Ockam y huyamos de teorías conspiratorias. Preparación, especialistas formados, acceso universal a los servicios sanitarios y no buscar teorías conspiratorias para lo que tiene una explicación más sencilla. Que nos llevará a solucionar los problemas que han causado este brote de la viruela del mono.

*Javier Membrillo de Novales, es portavoz de la Sociedad Española de Enfermedades Infecciosas y Microbiología Clínica (SEIMC).

junio 05/2022 (Diario Médico)

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