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Más de la mitad de la población española tiene exceso de peso y casi una quinta parte obesidad, una enfermedad crónica en la que intervienen multitud de factores, uno de ellos la falta de ejercicio: cuatro de cada diez ciudadanos son totalmente sedentarios y no le dedican ni una hora a la semana.
Se trata de una de las conclusiones del estudio presentado por la Sociedad Española de Obesidad (Seedo) con motivo del Día Mundial contra la Obesidad que se celebra el 4 de marzo y que confirman las «alarmantes» tasas de obesidad que soporta España y que la pandemia de covid-19 no han hecho más que empeorar.
Así, el 53,8 % de los más de 1 000 encuestados declara tener problemas de peso, un 36,6 % con sobrepeso y un 17,2 % con obesidad; es más frecuente en hombres y va incrementando a medida que aumenta la edad, llegando al 66 % en mayores 65 años, según los datos que ha expuesto la presidenta de la Seedo, María del Mar Malagón.
Se trata además de una enfermedad crónica: seis de cada diez lleva más de 25 años luchando contra ella, aunque solo la mitad ha recibido consejos para reducir su exceso de peso.
Al 70,9 % le gustaría estar más delgado, sobre todo a las mujeres, de las que un 78,2 % ha tratado de perder kilos en algún momento de su vida frente al 67,2 de los hombres.
En total, el 80,6 % de las personas con sobrepeso y el 91,4 % de las que tienen obesidad ha tratado de adelgazar alguna vez, ha añadido Sharona Azriel, adjunta del Servicio de Endocrinología y Nutrición del Hospital Universitario Infanta Sofía de Madrid.
No en vano, la obesidad trae consigo un enorme estigma social: un 43,9 %, se han sentido acomplejadas por ello, de nuevo más las mujeres (54,5 %). El 14,1 % de los encuestados se han sentido incluso rechazado en alguna ocasión.
La falta de ejercico, un motivo más, pero no el único
Hace dos años, la Seedo elaboró otra encuesta tras el confinamiento que puso de manifiesto que el 44 % de los españoles engordó durante el encierro, en su mayoría entre 1 y 3 kilos.
El cambio de rutinas, con una mayor ingesta de alcohol y picoteo, además de la falta de actividad, estaba detrás de esos datos.
Ahora, la implantación del teletrabajo, el pasar más horas sentados delante del ordenador y cerca de la cocina, el estrés o las limitaciones para acudir a los centros deportivos han consolidado esa tendencia, ha precisado Albert Lecube, jefe del Servicio de Endocrinología y Nutrición del Hospital Universitari Arnau de Villanova (Lleida).
De hecho, la mayor parte de los participantes, que fueron entrevistados a finales de enero, atribuyen a la falta de ejercicio sus problemas de peso (32 %), seguido de los malos hábitos nutricionales (20 %) y componentes ansiosos o relacionados con la gestión emocional (19 %).
Hasta un 42,6 % declara ser totalmente sedentario o no dedicar al ejercicio físico (incluyendo andar a paso ligero, correr, trotar, montar en bicicleta, hacer gimnasia o cualquier otra actividad deportiva) ni una hora a la semana.
Casi la mitad, el 47,2 %, pasa entre 1 y 5 horas al día sentados, tumbados o inactivos (sin contar las horas de sueño), el 31 % lo hace entre 5 y 8 horas al día y el 16 % sobrepasa ese tiempo. Cuatro de cada diez dedican de 2 a 5 horas a mirar la pantalla y un 28,1 % superan las 5.
Por contra, un 44,8 % practica algún deporte, sobre todo caminar y actividades de gimnasio, aunque solo un 22,7 % realiza diariamente, por término medio, más de 7 000 pasos.
De la población sedentaria, el 80,7 % admite que podría dedicar al ejercicio al menos 15 minutos diarios durante 4 ó 5 a la semana; un 94,9 % de los jóvenes asegura que podría hacer más de una hora a la semana, pero no lo hacen porque no les gusta o por el alto precio de los centros deportivos.
Frente a ello, César Bustos, CEO de «No hay excusas», propone por ejemplo levantarse cada hora y hacer cinco sentadillas o seguir rituales de ejercicio por redes sociales como Youtube. ¿Qué no les atrae? «Bailar es una actividad divertida y no lesiva. Hay que buscar actividades que nos gusten».
Si se opta por caminar, hacerlo «como si se fuera a perder el autobús» porque para que esta actividad sea realmente efectiva para adelgazar hay que hacerlo a un ritmo de al menos 100 pasos por minuto.
Pero lo más efectivo para la pérdida de grasa, y en contra de lo que se ha pensado durante mucho tiempo, no son las actividades cardio, sino los entrenamientos de fuerza, que contribuyen además a evitar lesiones.
Abordaje integral y tratamientos personalizados
Con todo, los expertos han querido dejar claro que la guerra contra la epidemia de la obesidad requiere un abordaje mucho más global con tratamientos individualizados que contemplen desde dietas a más horas al sueño, menos estrés o mejor acceso a fármacos.
En España, el Sistema Nacional de Salud solo cubre la cirugía bariátrica en casos graves de enfermedad, aunque en los últimos años se han ido desarrollando diversos medicamentos que actúan como inhibidores de la lipasa o aumentan la sensación de saciedad.
Y aunque Lecube a los centros especializados solo llegan los casos más severos que son «la punta del iceberg», la Seedo cree que sería imprescindible una mayor implicación de los profesionales de Atención Primaria para contribuir a un diagnóstico más precoz, ya que los afectados tardan de media hasta seis años en acudir al médico.
«Implicar más la Atención Primaria nos ayudaría al diagnóstico precoz y un abordaje integral, lo que evitaría complicaciones a medio y largo plazo», ha concluido Azriel.
Ante el Día Mundial contra la Obesidad, también la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición ha querido pedir una mayor concienciación contra esta enfermedad que supone un factor de riesgo para múltiples enfermedades como la cardiovascular, la diabetes y al menos 13 tipos de cáncer.
En un comunicado, ha criticado que, a pesar de que el 93 % de los profesionales de la salud consideran la obesidad como una enfermedad crónica, solo el 44 % de los pacientes reciben el diagnóstico por su médico y apenas un 24 % son citados a visita de seguimiento.
La SEEN achaca esta menor atención a múltiples factores como la estigmatización que culpabiliza al paciente de su situación pese a que es una enfermedad de origen complejo y multifactorial, a la escasa disponibilidad de recursos para abordarla, a la falta de financiación de los fármacos y a las largas y restrictivas listas de espera para el tratamiento quirúrgico.
marzo 03/2022 (EFE) – Tomado de la Selección Temática sobre Medicina de Prensa Latina. Copyright 2019. Agencia Informativa Latinoamericana Prensa Latina S.A.