sep
24
La Organización de Naciones Unidas para la Alimentación (FAO) ha alertado recientemente de que la pandemia de coronavirus ha socavado «décadas de esfuerzos de desarrollo«, empujando a entre 83 y 132 millones de personas al «hambre crónica» en 2020, mientras el mundo «se aleja aún más del cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) para 2030″.
En el informe ‘Seguimiento del progreso de los indicadores de los ODS relacionados con la alimentación y la agricultura 2021′, publicado recientemente, la FAO plantea un «panorama alarmante, en el que se ha invertido el progreso en muchas metas de los ODS, con un impacto significativo en todos los aspectos del desarrollo sostenible», ha avisado el jefe de Estadística de la agencia, Pietro Gennari.
La pandemia de coronavirus, subraya el documento, podría haber empujado a entre 83 y 132 millones de personas al hambre crónica, haciendo que «el objetivo de acabar con el hambre sea aún más lejano», mientras que una «proporción inaceptablemente alta de alimentos –un 14 por ciento– se pierde a lo largo de la cadena de suministro antes de llegar al consumidor».
Otra de las consecuencias del coronavirus ha sido perpetuar la desventaja en la que están los pequeños productores de alimentos, algo que se exacerba en el caso de las mujeres productoras, que en los países en desarrollo «ganan mucho menos que los hombres, incluso cuando son más productivas».
A esto se suma que «la volatilidad de los precios de los alimentos ha aumentado, debido a las limitaciones impuestas por la pandemia» y que los avances en el mantenimiento de la diversidad genética vegetal y animal para la alimentación y la agricultura siguen siendo escasos.
El informe de la FAO también recoge la generalización de las desigualdades de género en los derechos sobre la tierra, así como las leyes y costumbres discriminatorios, que siguen siendo un «obstáculo para los derechos de tenencia de las mujeres».
Por último, la agencia de Naciones Unidas lamenta en su más reciente informe que el estrés hídrico sigue siendo «alarmantemente alto en muchas regiones, amenazando el progreso hacia el desarrollo sostenible».
No obstante, a pesar de todos los retrocesos que ha supuesto la crisis sanitaria provocada por la COVID-19, la FAO apunta a algunas áreas en las que «se está avanzando», como más medidas en contra de la pesca ilegal, la gestión sostenible de los bosques, la eliminación de subvenciones a las exportaciones agrícolas, la inversión para impulsar la productividad agrícola, entre otras.
En este sentido, el documento recoge algunas de las acciones que se pueden potencia para seguir con este avance, como «aumentar la inversión en agricultura, mejorar el acceso a las nuevas tecnologías agrícolas, apoyar a los pequeños productores de alimentos, conservar los recursos genéticos vegetales y animales para la alimentación y la agricultura y adoptar medidas para contrarrestar la volatilidad de los precios de los alimentos».
El informe de la FAO coincide con la Cumbre de la ONU sobre Sistemas Alimentarios que se celebra esta semana, cuyo objetivo es concienciar a la población mundial e impulsar acciones para transformar los sistemas alimentarios, erradicar el hambre, reducir las enfermedades relacionadas con la alimentación y sanar el planeta.
septiembre 23/2021 (Europa Press) – Tomado de la Selección Temática sobre Medicina de Prensa Latina. Copyright 2019. Agencia Informativa Latinoamericana Prensa Latina S.A.