Cuando se detectó la enfermedad COVID-19 en el mundo las embarazadas no eran población de riesgo, pero hoy en día sí, dijo a Sputnik el ginecólogo y epidemiólogo uruguayo Claudio Sosa, por lo cual comenzó a recomendarse que se vacunaran.

embarazo y COVID-19«Inicialmente cuando empezó la pandemia (las embarazadas) no eran población de riesgo, hoy en día se considera de riesgo y eso fue lo que motivó que la vacuna, que todavía no la tenemos tan evaluada en el embrazo, se está recomendado», afirmó Sosa, presidente de la Sociedad Ginecológica del Uruguay e integrante del Grupo Asesor Científico Honorario (GACH), que aconseja al Gobierno en COVID-19.

En el último tiempo, ante el crecimiento de los contagios con el nuevo coronavirus en las Américas, también comenzaron a aumentar las infecciones y las muertes en las embarazadas.

El 26 de mayo pasado, Carissa Etienne, directora de la Organización Panamericana de la Salud, informó en un comunicado que en 24 países de las Américas más de 200.000 mujeres gestantes se han enfermado de COVID-19.

Agregó que al menos un millar han muerto por complicaciones vinculadas con esa afección respiratoria y que la situación varía dependiendo el país donde se encuentren.

«Mientras que las mujeres embarazadas tienen menos de un uno por ciento de probabilidades de morir de COVID-19 en Argentina, Costa Rica y Colombia, el riesgo de muerte en Honduras se dispara al cinco por ciento, y el riesgo sigue siendo mayor en Brasil, con un siete por ciento», explicó.

La directora instó a los países a actuar, ya que «está claro que las mujeres embarazadas corren un mayor riesgo de padecer una enfermedad grave y de ser hospitalizadas debido a la infección por el SARS-CoV-2″.

Por qué el cambio

Sosa, quien también es grado 5 de la Clínica Ginecológica «C», una cátedra de la estatal Facultad de Medicina, explicó a esta agencia que en un principio las embarazadas no eran población de riesgo, pero a medida que se fueron haciendo estudios eso cambió.

«Inicialmente cuando empezó la pandemia en Europa (enero de 2020) los datos no parecían que la COVID-19 comprometiera mucho la salud materna», afirmó.

Sin embargo, agregó, después empezaron a salir estudios de que sí estaban entre los grupos de riesgo y cuando la pandemia estuvo más presente en América, como por ejemplo en Estados Unidos, México y Brasil, la mortalidad materna se vio incrementada.

Además, estudios como los de los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades de Estados Unidos demostraron que si bien el riesgo de infección que tienen las embarazadas es el mismo que el de otras personas, una vez efectuado el contagio «le puede ir peor a una embarazada sintomática que a una mujer que tiene el virus y la misma edad, pero que no está embarazada».

El riesgo aumenta en el caso de una mujer gestante que tiene el nuevo coronavirus, es sintomática y que, además, es diabética y obesa, agregó.

En Uruguay mueren entre seis y siete mujeres por año y en lo que va de 2021 han fallecido cinco, solo a causa de la COVID-19.

Sosa dijo que «obviamente es una cifra importante»; sin embargo, cree que ese número «no quiere decir que hay una epidemia de (muertes de) embarazadas, esto es una epidemia que le pega a toda la población».

Recordó que en 2009 con la gripe H1N1 en Uruguay hubo siete muertes de embarazadas por esa enfermedad, «ya hay cinco por COVID-19, si esto no se soluciona va a llegar al mismo valor, que en aquel momento fue tremendo también».

Vacunas

El ginecólogo y epidemiólogo uruguayo recordó que en un principio no se aconsejaba a las embarazadas vacunarse contra la COVID-19 porque no eran población de riesgo, incluso no estaban incluidas en la fase 3 de las vacunas.

Ahora, viendo que la pandemia continua y afecta a las embarazadas, se empezó a hacer. Incluso, el laboratorio Pfizer está haciendo una fase 3, es decir un estudio, que incluye a 4 000 embarazadas, añadió.

El 5 de mayo pasado el ministro de Salud de Uruguay, Daniel Salinas, informó en Twitter que todas las embarazadas eran la nueva prioridad en el plan de vacunación que comenzó el 1 de marzo, debido a que la Comisión Nacional Asesora en Vacunas, basándose en nueva evidencia internacional, aconsejó inmunizar a las gestantes.

«No vacunar está más asociado a las mismas exclusiones que tienen fuera del embarazo, por ejemplo, si, es alérgica a la vacuna; desde el punto de vista de dar la vacuna en el embarazo se puede dar en cualquier momento», informó Sosa.

Agregó que «estudios de Pfizer demuestran que hay un grupo importante de mujeres vacunadas que se hace un test después de vacunadas y estaban embarazadas y lo desconocían, no se ha visto efectos adversos, por eso dicen que es bastante segura y no habría problema».

Sin embargo, dijo que la mayoría de las recomendaciones dicen que la embarazada espere a que pasen las 12 semanas para vacunarse porque el bebé ya está formado.

Sosa contó que, al principio, las embarazadas que lo consultaban eran reticentes a vacunarse, pero ahora, al ver los fallecimientos por la COVID-19 de mujeres gestantes, piden inmunizarse.

junio 03/2021(Mesa América) Tomado de la Selección Temática sobre Medicina de Prensa Latina. Copyright 2019. Agencia Informativa Latinoamericana Prensa Latina S.A.

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