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El doctor, Marcos de Antonio, cirujano traumatólogo en Hospital Beata María Ana, ha apuntado que el verano es la época «más propensa» a la aparición de lesiones traumatológicas, aunque puntualiza que el origen del problema «procede del invierno». «Es importante mantener una actividad física suave durante todo el año para evitar lesionarnos una vez que llega el verano», asegura.
El verano es una época más propensa a que aparezcan lesiones traumatológicas. Sin embargo, el origen del problema procede del invierno, en el que disminuimos la actividad deportiva, atrofiamos musculatura, generamos más rigidez articular y disminuye la elasticidad de nuestros músculos y tendones. Cuando reactivamos la actividad física, la musculatura y las articulaciones están menos preparadas y por tanto se lesionan con más facilidad, resalta.
En este sentido, detalla que las lesiones más prevalentes debido a las atrofias del invierno son las tendinitis, sobrecargas musculares o las lumbociatalgias. «También son propias del verano, debido al aumento de la actividad deportiva, las lesiones de tipo traumatológico y lesiones musculares por sobreesfuerzo», añade.
Al respecto, la primera recomendación que ofrece el traumatólogo es «no disminuir de manera importante la actividad durante el invierno». «Es importante mantener una actividad física suave, apuntarse al gimnasio o, como mínimo, si se trata de personas que no tienen estas actividades incorporadas a su vida diaria, salir a caminar y hacer ejercicios de estiramiento que vayan dirigidos especialmente a las zonas musculares que sobrecargamos con nuestra actividad laboral. Una vez llegado el verano, lo ideal es ser progresivos: aumentar la actividad física día a día y hacer buenos estiramientos y calentamientos previos al deporte», añade.
Al igual que ocurre con la actividad física, indica que el sedentarismo también puede ser fuente de lesiones. «Trabajar durante muchas horas delante de un ordenador fundamentalmente lo que genera son sobrecargas en cuanto a cervicales y dorsales. La posición que adoptamos delante de un ordenador nos genera una tensión muscular continua y dificulta la llegada de nutrientes al músculo. Este defecto en la llegada de nutrientes hace que el músculo trabaje en isquemia, aumentando las contracturas y las microrroturas fibrilares que facilitan estos dolores crónicos y de difícil recuperación», alerta.
Consejos para evitar este tipo de dolencias
El experto da una serie de consejos para evitar estas dolencias, como cuidad la higiene postural. «Es muy importante tener la mesa, la silla y la pantalla a una altura correcta. En segundo lugar, no estar más de una hora sentado delante de un ordenador. Esto es difícil para gente que tiene estrés laboral, pero sería conveniente levantarse cada hora para ir al servicio, comer algo o simplemente para realizar movimientos con la musculatura que faciliten la llegada de nutrientes gracias a la contracción y relajación necesarias. Por último, realizar ejercicios de estiramientos frecuentes, a diario, para ayudar y estimular la preparación muscular para estos sobreesfuerzos», resalta.
Los usuarios que acuden más frecuentemente al servicio de urgencias traumatológicas dependen de la época del año. «En verano, debido al aumento de la actividad deportiva, es más frecuente recibir pacientes niños y jóvenes, mientras que en las épocas de invierno y otoño aumenta la asistencia en adultos y en personas mayores», argumenta el doctor.
agosto 14/2020 (Europa Press) Tomado de la Selección Temática sobre Medicina de Prensa Latina. Copyright 2019. Agencia Informativa Latinoamericana Prensa Latina S.A.