Un algoritmo terapéutico para el uso de la melatonina podría ser una de las soluciones a la enfermedad causada en pacientes con COVID-19. Así se desprende de la investigación realizada por un equipo de Estados Unidos y España, en el que se encuentra trabajando el cardiólogo del Hospital Universitario de Canarias Alberto Domínguez, que lleva investigando esta molécula desde hace 20 años.

Junmelatonina moléculato a Domínguez, los investigadores Russel J Reiter, Pedro Abreu-González, profesor de la Universidad de La Laguna, y Paul Ellis Marik exponen que las múltiples acciones de la melatonina como antiinflamatorio, antioxidante y antivírico (contra otros virus) lo convierten en una opción razonable de uso ante la pandemia actual.

La investigación, que se publicó en la revista científica Frontiers in Medicine, será presentada ante la Organización Mundial de la Salud (OMS) para su estudio y consideración.

A pesar de que poco se sabe sobre los factores cruciales de la gravedad de la enfermedad y la alteración inmune producida por la infección por COVID-19 en humanos, la publicación científica sostiene que las citocinas y las quimiocinas juegan un papel importante en la inmunidad, lo que demuestra que una respuesta inmune exagerada causa daño pulmonar y una mayor probabilidad de muerte.

En individuos infectados con COVID-19, la interleucina (IL) -10, 6 y el factor de necrosis tumoral (TNFa), aumentan durante la enfermedad. Los pacientes más severos tienen niveles muy altos de IL-10, IL-6 y TNFa; y menos células T CD8 + y CD4 +. Estudios previos en animales han demostrado que la tormenta de citocinas amortigua la inmunidad adaptativa contra la infección por COVID-19.

La investigación, financiada por la Fundación Canaria Instituto de Investigación Sanitaria de Canarias, explica que la infección por COVID-19 puede atacar la vía sintética de melatonina, lo que resulta en niveles reducidos de melatonina en un momento en que la melatonina es más necesaria. La respuesta inmune innata no controlada promueve una reacción inflamatoria masiva y causa daño irreversible en los tejidos y mortalidad. La melatonina es un potente antioxidante y regulador inmune que no solo suprime el estrés oxidativo, sino que también controla la respuesta inmune innata y promueve la respuesta inmune adaptativa.

El trabajo de los científicos describe: El hecho de que la melatonina sea un regulador de la autofagia debido a sus propiedades como un potente antioxidante y supresor del estrés del retículo endoplásmico sugiere un papel beneficioso potencial para esta molécula en el tratamiento de algunas infecciones virales. Los virus, incluidos el ébola, el dengue, la encefalomiocarditis, la encefalitis equina venezolana, la enfermedad hemorrágica del conejo, el papiloma humano, entre otros, han demostrado el éxito de la melatonina en la protección contra las infecciones virales. No hay evidencia de que la melatonina sea viricida, sino que reduce la gravedad de estas infecciones.

Los efectos beneficiosos de la melatonina se derivan de sus propiedades antiinflamatorias, actividad de eliminación de radicales libres y funciones inmuno-moduladoras.

Si tal y como expresan los investigadores en su estudio, la tormenta de citocinas conduce a una lesión cardíaca aguda, síndrome de dificultad respiratoria aguda e infección, lo que lleva a una sepsis generalizada, y por tanto conducir a la muerte, prevenir la tormenta de citocinas puede ser clave para el tratamiento de pacientes infectados con COVID-19. Dado que hay una falta de terapias efectivas y los tratamientos inmunológicos pueden ser insuficientes, la melatonina, debido a sus múltiples acciones puede tener efectos beneficiosos para prevenir o atenuar tormenta de citocinas y la reducción de la morbilidad y mortalidad por esta enfermedad’.

Ancianos y comorbilidades médicas

Los científicos se basan en recientes estudios que han demostrado que la edad avanzada es un factor de mal pronóstico en pacientes con COVID-19: Esto se debe al hecho de que en los ancianos su respuesta inmune y funciones fisiológicas disminuyen como resultado de la edad; por lo tanto, son más propensos a desarrollar neumonía severa debido a COVID-19. Estudios recientes han demostrado que los altos niveles de melatonina en la sangre juegan un papel positivo en la salud y el envejecimiento, por lo que consideran que estos hallazgos respaldan una justificación del uso de melatonina en ancianos que padecen COVID-19, ya que fortalece la respuesta inmune.

Así explican que este grupo de investigación tiene una amplia experiencia en el uso de melatonina en el contexto de la fisiología cardiovascular. La melatonina se puede administrar a una dosis total de al menos 120 a 1000 ug / kg / peso del sujeto y por vía intravenosa con un perfil de alta seguridad. Se requiere un enfoque agresivo para prevenir la progresión de la enfermedad por coronavirus y la ventilación mecánica.

La alta mortalidad es causada por la respuesta inmune innata no controlada y la inflamación destructiva. Por ello, indican que la melatonina es una molécula que regula negativamente la reacción exagerada de la respuesta inmune innata y el exceso de inflamación, promoviendo la actividad inmune adaptativa.

Para concluir, la publicación de los investigadores en Frontiers in Medicine destaca que la melatonina está fácilmente disponible, se puede sintetizar fácilmente en grandes cantidades, es económica, tiene un perfil de seguridad muy alto y se puede auto-administrar fácilmente.

mayo 19/2020 (Prensa Latina). Tomado de la Selección Temática sobre Medicina de Prensa Latina. Copyright 2019. Agencia Informativa Latinoamericana Prensa Latina S.A.

 

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