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Una alimentación basada en frutas y verduras, ricas en antioxidantes, como la dieta Mediterránea, previene el envejecimiento. Así lo ha concluido un grupo investigador del CIBER de Obesidad y Nutrición (CIBEROBN), adscrito a la Unidad de Nutrición Humana de la Universitat Rovira i Virgili y del Instituto de Investigación Sanitaria Pere i Virgili. Para ello han realizado una revisión de todas las investigaciones epidemiológicas y los ensayos clínicos en humanos presentes en la literatura científica hasta la fecha, que valoran la relación entre el consumo de determinados alimentos, nutrientes o la dieta global y la longitud de los telómeros.
Los telómeros, cuyo descubrimiento mereció el Premio Nobel de Medicina en 2009, son largas secuencias de ADN repetidas que protegen las extremidades de los cromosomas de su natural acortamiento. Como afirma la Premio Nobel Elizabeth Blackburn, al comparar los telómeros con los refuerzos que se ponen en el extremo de los cordones de los zapatos, «cuanto más largos son estos refuerzos, menos probabilidades habrá de que el cordón se deshile. En cuanto a los cromosomas, cuanto más largos son los telómeros, menos probabilidades habrá de que salten las alarmas en las células».
Los telómeros pueden considerarse como el reloj biológico de la vida celular, ya que su longitud disminuye a medida que envejecemos.
El trabajo, liderado por las investigadoras Sílvia Canudas y Serena Galié, ambas integrantes del equipo de Jordi Salas-Salvadó, ha sido publicado recientemente en la revista científica Advances of Nutrition. Tras revisar 59 estudios observacionales y 11 ensayos clínicos, el equipo detectó que el consumo de alimentos con un elevado contenido de antioxidantes, como por ejemplo los frutos secos, los cereales, las legumbres y el café, se ha asociado a telómeros más largos. «El pescado, la leche y sus derivados también, aunque con resultados contradictorios, se han asociado en algunos estudios a un efecto beneficioso para la salud telomérica», explica a ABC Jordi Salas-Salvadó.
Por el contrario, prosigue el investigador, «un alto consumo de carne procesada y bebidas azucaradas, así como de grasas saturadas, alcohol y, en general, una dieta con elevado índice inflamatorio y estrés oxidativo, se relaciona con telómeros más cortos».
Suplementos vitamínicos
En cuanto a los suplementos multi-vitamínicos, no se llega a establecer una clara función protectora, aunque, entre los estudios revisados la vitamina C parece tener un mayor impacto entre los micro-nutrientes evaluados. «Aunque con un menor impacto, también se ha visto en algunos estudios que las vitaminas D, E, A, los beta-carotenos y folato podrían proteger a los telómeros», apunta Jordi Salas-Salvadó.
El investigador recuerda que siempre la mayor fuente de micro-nutrientes es una alimentación equilibrada. «Si se goza de buena salud y un buen nivel de vida, tomar multi-vitaminas y antioxidantes no es recomendado cuando se lleva una dieta saludable y equilibrada», afirma.
La salud de los telómeros y la consecuente prevención del envejecimiento celular supone un proceso multifactorial en el que entran en juego diferentes variables. Controlar los factores dietéticos beneficia la salud humana, ya que previenen las patologías asociadas a la edad como las enfermedades cardiovasculares, las neurodegenerativas, y la diabetes tipo 2.