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Un 15 por ciento de los hombres en edad universitaria está en riesgo de padecer trastornos de la conducta alimenticia (TCA), pese a ser un conjunto de enfermedades asociadas a las mujeres, cuyo porcentaje de riesgo se sitúa en un 21 por ciento, según el psicólogo y director de la Unidad de TCA de Instituto Centta, Robin Rica.
El dato más difundido es que los TCA, una enfermedad de la salud mental que se manifiesta mediante síntomas y obsesiones relacionados con la comida y la imagen corporal, afectan a 9 o 10 mujeres por cada varón. Sin embargo, tal y como explica el experto, estas cifras pueden estar ‘infradimensionadas’ debido a la escasez de estudios en varones y a la dificultad de los chicos para acudir a los servicios de salud mental, sobre todo cuando se sufre TCA, ya que socialmente se sigue entendiendo como una enfermedad femenina.
A los varones también les afectan cuestiones relacionadas con su imagen corporal, peso y comida, pero les cuesta más acudir a las consultas, a pesar del riesgo, explica con motivo del Día Internacional de la Lucha contra los Trastornos de la Conducta Alimentaria celebrado recientemente.
El psicólogo detalla que los varones experimentan niveles similares que las mujeres de insatisfacción corporal, aspecto nuclear en el desarrollo de estos trastornos. Sin embargo, la principal diferencia es que en el varón esta insatisfacción tiene más que ver con el volumen y la definición de la musculatura.
Así, ya se está investigando sobre los llamados TCA-orientados a la musculatura, donde se incluiría también la dismorfia muscular, a pesar de que hoy en día se la considera dentro de los trastornos dismórfico-corporales, que son a su vez un subtipo del trastorno obsesivo-compulsivo.
Por otro lado, en la bulimia nerviosa, los varones perciben menor sensación de pérdida de control, ingieren cantidades mayores de comida y suelen preferir alimentos salados con alto contenido en proteínas o hidratos de carbono, a diferencia de las mujeres, que se suelen decantar por los dulces.
Antecedentes de obesidad infantil
Rica sugiere que, aunque los TCA generalmente se inician en la adolescencia, en el varón el comienzo es más tardío que en las mujeres. También es frecuente encontrar antecedentes de obesidad infantil y victimización en la infancia-adolescencia de varones con TCA, hasta en un 40 por ciento. Este dato es particularmente preocupante en España si tenemos en cuenta nuestras cifras de obesidad infantil, añade.
Con todo, Rica expresa que los varones cargan con el llamado feeling and talking taboo, lo que supone una barrera importante para el acceso de estos chicos a recursos de salud mental especializados en TCA. Resulta complicado en general que los varones muestren sus preocupaciones sobre cuestiones que se alejan del rol masculino clásico, alerta.
Hablar de preocupación corporal, de inseguridades con el físico, del sufrimiento que supone y de cómo se ven muchas veces ocultando su cuerpo o avergonzándose de él es un tema tabú para el varón’. En este sentido, añade que ‘sentir que uno está sufriendo por cuestiones por las que un hombre no debería preocuparse bloquea la búsqueda de ayuda.
Por ello, anima a visibilizar también estos trastornos con las particularidades que tiene en el varón y a sensibilizar a los profesionales para que exploren y detecten y animar a los chicos a acudir a las unidades especializadas.
diciembre 03/2019(Europa Press). Tomado de la Selección Temática sobre Medicina de Prensa Latina. Copyright 2019. Agencia Informativa Latinoamericana Prensa Latina S.A.