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El daño de los cigarrillos electrónicos alcanza a los vasos sanguíneos, corazón, cerebro y pulmones, advierten los cardiólogos con un estudio que viene a refrendar otros hallazgos recientes.
Los cardiólogos han emitido una firme advertencia sobre el peligro de los cigarrillos electrónicos, especialmente para los jóvenes, pues los resultados de una investigación aportan nuevos datos sobre el daño que causan en cerebro, corazón, vasos sanguíneos y pulmones. El estudio, que se publica en European Heart Journal, también identifica algunos de los mecanismos involucrados, hasta ahora poco conocidos.
El profesor Thomas Münzel, del Departamento de Cardiología del Centro Médico Universitario Mainz, en Alemania, que dirigió el estudio, afirma que los cigarrillos electrónicos eran tan peligrosos y adictivos que los países deberían considerar prohibirlos, acciones que países como India, Brasil, Singapur, México y Tailandia ya han tomado.
Para este especialista, los gobiernos deberían evitar que los jóvenes tengan acceso a los productos del tabaco, deberían gravarlos con cargas elevadas, poner límite a la comercialización de estos productos, educar a los adolescentes y sus familias sobre los peligros de los productos del tabaco e intensificar la investigación sobre las consecuencias adversas para la salud del vaporizador. No podemos permitir que toda una generación se vuelva adicta a la nicotina, dice.
Münzel junto con otros investigadores indagaron en el efecto del vapor sobre el flujo sanguíneo en la arteria braquial de 20 fumadores sanos. Midieron el efecto antes de fumar un cigarrillo electrónico y luego 15 minutos después. También midieron la rigidez de la arteria.
Además, expusieron 151 ratones al vapor del cigarrillo electrónico durante uno, tres o cinco días durante 20 minutos, seis veces al día.
Así constataron que solo un episodio de vapeo aumentó la frecuencia cardíaca y provocó que las arterias se endurecieran; además, el endotelio arterial dejó de funcionar correctamente en los fumadores.
Los resultados de los ratones mostraron que la enzima NOX-2 era responsable del daño en los vasos sanguíneos, incluidos los pulmones y el cerebro, como resultado del vapor del cigarrillo electrónico. NOX-2 está involucrado en las defensas del cuerpo contra las bacterias y en el estrés oxidativo; los animales que no pudieron producir NOX-2 estaban protegidos de los efectos dañinos del vapeo.
Los investigadores también descubrieron que los ratones que fueron tratados con macitentan, un antagonista del receptor de la endotelina para el tratamiento de la hipertensión arterial pulmonar, o bepridil, un bloqueante de canales de calcio, no mostraron signos de disfunción endotelial, estrés oxidativo e inflamación. Los efectos beneficiosos de estos medicamentos sugirieron un papel central de la endotelina 1, que está involucrada en el estrechamiento de las arterias, y de la proteína FOXO-3, que protege contra el estrés oxidativo.
Los resultados de estos estudios identificaron varios mecanismos moleculares por los cuales los cigarrillos electrónicos pueden dañar vasos sanguíneos, pulmones, corazón y cerebro. Esto es una consecuencia de los químicos tóxicos que se producen por el proceso de vapeo y también pueden estar presentes en concentraciones más bajas en el mismo líquido. Asimismo, los efectos beneficiosos de estos fármacos indican que los cigarrillos electrónicos tienen la capacidad de provocar la constricción de los vasos sanguíneos y dañar los sistemas antioxidantes y de supervivencia de nuestras células.
Estos datos, continúa el científico, pueden indicar que los cigarrillos electrónicos no son una alternativa saludable a los cigarrillos tradicionales, y su seguridad percibida no está garantizada. Además, todavía no tenemos experiencia sobre los efectos secundarios para la salud de los cigarrillos electrónicos derivados de largo plazo.
noviembre 14/2019 (Diario Médico)