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Los atletas que realizan esfuerzos físicos bajo condiciones de temperatura y humedad elevadas durante gran cantidad de horas e incluso días consecutivos en eventos multi-etapa, podrían ser víctimas de la Rabdomiólisis, enfermedad relacionada con el ejercicio y el esfuerzo extremo, que podría desencadenar en daño renal agudo, que a posteriori podría conllevar a padecer de Enfermedad Renal Crónica (ERC). Lo anterior se desprende de investigaciones de la Escuela de Movimiento Humano y Calidad de la Universidad Nacional (Ciemhcavi-UNA).
En los resultados, que se darán a conocer pronto en un artículo académico de los investigadores Daniel Rojas y Randall Gutiérrez de Ciemhcavi, junto con Jennifer Crowe, especialista del Instituto Regional de Estudios en Sustancias Tóxicas (IRET) de la UNA, se sugiere que es necesario dar los primeros pasos en el mapeo de ECR en Centroamérica y Caribe, respecto a la incidencia de esta enfermedad en atletas.
Rojas explicó que cuando la carga térmica aumenta al exponerse a condiciones ambientales que sobrepasan la temperatura interna del cuerpo, es de preocuparse, ya que los índices de estrés térmico elevado sobre la salud y el rendimiento de atletas han sido previamente reportados. Asimismo, realizar actividad física de moderada a alta intensidad en condiciones tropicales conlleva a cambios significativos en parámetros de daño. El incremento en la cantidad de pruebas de resistencia realizadas en el Istmo en deportes de larga duración como atletismo, ciclismo y triatlón, entre otros, activaron la alerta, subrayó.
El investigador de Ciemhcavi expresó que regular la hora en que se realizan los eventos, conocer las condiciones de exposición al calor, establecer criterios de participación más estrictos y exigir controles médicos regulares, entre otros, son esenciales para evitar un problema de salud regional relacionado con el ejercicio físico.
La Enfermedad Renal Crónica en el atleta
La rabdomiólisis conllevan a roturas musculares importantes, ya que durante el entrenamiento se producen microroturas en las fibras de los músculos que, al repararse a través del descanso y de una alimentación adecuada, producen el crecimiento muscular. Pero cuando se realiza un esfuerzo extremo (como por ejemplo el de los corredores de maratón) es posible que se produzcan roturas musculares mucho más graves.
Cuando un músculo sufre estas roturas de gran envergadura, éste libera a la sangre algunos de los compuestos que se encuentran en su interior, como potasio, magnesio y fosfato. También se libera en la sangre un compuesto muy rico en hierro denominado mioglobina, que debe ser filtrado por los riñones.
Si se da una gran liberación de mioglobina en la sangre y los riñones no pueden hacer su función, se podría originar un fallo renal, que puede llevar a un fallo multiorgánico y desencadenar en serias complicaciones.
En cuanto a los síntomas es frecuente sufrir rigidez y dolor muscular, calambres, hinchazón, dolor en las articulaciones o fatiga. Sin embargo, la rabdomiólisis también puede producir vómitos o náuseas, convulsiones y fiebre, y uno de los signos que mejor ayuda a reconocerla es el color muy oscuro de la orina.
Hidratarse antes, durante y después del entrenamiento y con indicaciones dirigidas por profesionales son las mejores estrategias para prevenir la rabdomiólisis y sus complicaciones futuras.