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Recientes hallazgos sugieren que el hecho de dormir mal en los adultos mayores podría ser una señal de advertencia de deterioro cognitivo.
Así, la medición de los patrones de sueño podría ser una forma no invasiva de detección precoz de la enfermedad de Alzheimer o de desarrollo de problemas cognitivos y de memoria.
Los científicos estudiaron a 119 personas mayores de 60 años, un 80 % de las cuales no tenían problemas cognitivos, y el resto, solo problemas leves. Encontraron que los participantes que tenían menos sueño de ondas lentas presentaban unos niveles más altos de proteína tau en el cerebro, lo que denotaría que la actividad de ondas lentas podría ser un marcador de la transición entre normalidad y deterioro cognitivo.
También se observó que las personas con unos mayores niveles de proteína tau en realidad dormían más de noche y hacían más siestas durante el día, pero no tenían un sueño de buena calidad. El estudio se publica en Sci Transl Med 2019.
febrero 5/2019 (neurologia.com)