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Los resultados de un estudio multicéntrico publicado en la revista The Lancet Neurology indican que la estimulación eléctrica faríngea (EEF) mejora rápida y significativamente los problemas de deglución derivados de un accidente cerebrovascular. Rainer Dziewas, director del ensayo, afirma que aproximadamente el 12 % de los pacientes que ingresan con ictus requieren respiración artificial y el 16 % requiere una traqueotomía.
En la rehabilitación de estos pacientes la retirada segura de la cánula traqueal es esencial para reducir, tanto el tiempo de estancia en el hospital como el riesgo de complicaciones respiratorias. Sin embargo, la disfagia persistente tras el ictus prolonga la necesidad de la cánula o la hace incluso imprescindible. LA EEF representa un nuevo tipo de neuroestimulación no invasiva con la que es posible reactivar la red nerviosa relacionada con la deglución, prosigue Dziewas. En el actual ensayo la cánula pudo ser retirada de forma casi inmediata tras el tratamiento en el 49 % de los pacientes, en contraste con el 9 % en el grupo placebo.
Además, la respuesta a la EEF redujo en 22 días de media el tiempo de permanencia en el hospital, en comparación con los pacientes que no respondieron. Peter Berlit, secretario de la Sociedad Alemana de Neurología, indica que estos beneficios redundan en la reducción de riesgo de complicaciones. La ausencia de efectos adversos asociados a la EEF ha hecho que los autores la consideren una opción terapéutica viable en esta población de pacientes.
noviembre 18/2018 (immedicohospitalario.es)