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Las personas que nacen con un defecto congénito en el corazón, conocido como foramen oval permeable (FOP), podrían tener un riesgo más alto de ictus tras una cirugía.Los investigadores analizaron el historial de 150 198 personas que se sometieron a una cirugía entre 2007 y 2015. La muestra tenía una media de edad de 55 ± 16 años y 1540 pacientes (1 %) habían recibido el diagnóstico de FOP antes de la cirugía.
En los 30 días posteriores a la operación, 850 personas (0,6 %) sufrieron un ictus isquémico, 49 (3,2 %) de las cuales padecían FOP, que contrasta con el 0,5 % de pacientes que sufrieron un ictus isquémico pero no tenían un FOP.
Ya era conocido que el FOP aumenta el riesgo de un segundo ictus en personas que ya han sufrido un accidente cerebrovascular, pero destaca que el riesgo de ictus durante el breve periodo de observación de 30 días tras la cirugía es incluso más elevado que el riesgo observado a lo largo de varios años en los pacientes que habían sufrido un ictus anterior no vinculado con la cirugía. El estudio fue publicado en JAMA 2018; 319: 452-62.
marzo 18/2018 (neurologia.com)