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Problemas como la depresión y la ansiedad han aumentado entre el personal castrense, una década después de iniciar la ‘guerra contra el crimen’, lo que confirma la idea de que los militares no estaban preparados para ser llamados a participar en esta estrategia.
Informes del ministerio de la Defensa Nacional arrojan que al menos 305 militares han sido diagnosticados con estos trastornos, mientras que otros 8 se han quitado la vida, los dos últimos en 2016.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha señalado que las labores de ‘mantenimiento del orden público’ exponen a quien las realiza a ‘eventos traumáticos o violentos’, que vuelven sus ocupaciones ‘intrínsecamente más estresantes’ que la media.
Según los reportes de las Fuerzas Armadas, obtenidos por el portal Animal Político a través de las normas de transparencia, muestran que entre enero de 2007 y julio de 2016 elementos del Ejército han sostenido 3 842 enfrentamientos con ‘integrantes de la delincuencia organizada’.
En este período 214 militares fueron diagnosticados con depresión, y otros 91 con ansiedad, en el marco de la ‘guerra’ contra las bandas, lanzada en diciembre de 2006 por el entonces presidente Felipe Calderón.
El mayor número de soldados con depresión y ansiedad se alcanzó en 2007, cuando 73 militares fueron diagnosticados con trastornos mentales, según los informes.
La fecha coincide con el lanzamiento de lleno de la ofensiva contra policiaco-militar, pues en diciembre sólo comenzó en el estado sureño de Michoacán.
De los ocho militares que se suicidaron en estos últimos 10 años, el único caso que el Ejército vincula directamente con el estado depresivo de la víctima se registró en 2009, peor en el resto no está confirmado que haya un antecedente de trastornos mentales con la decisión de privarse de la vida.
El ministerio de la Defensa cuenta con 33 médicos especialistas en psiquiatría, distribuidos en las diferentes regiones, que son reputados como altamente profesionales.
Los especialistas han realizado diversos cursos nacionales e internacionales en intervención de crisis, terapia de procesamiento cognitivo, psicoanálisis, neurociencias, psiquiatría de guerra y tanatología, certificados por el Consejo Mexicano de Psiquiatría y Psicología.
Estos médicos se encargan de atender a unos 800 000 militares en activo y retirados, por lo que la cifra es a todas luces insuficiente si se considera que la OMS recomienda que haya al menos 9 psiquiatras por cada 100 000 habitantes.
Las autoridades castrenses llevan adelante campañas preventivas de salud mental, actividades culturales, deportivas, pláticas y orientación diversa para prevenir los suicidios y enfermedades como el alcoholismo y la drogadicción entre las tropas.
En mayo último, las Fuerzas Armadas organizaron por primera vez un curso de salud mental dirigido, en su fase inicial, a 1 000 soldados, ‘con el objetivo de prevenir los trastornos mentales y de la conducta en el personal militar’.
Informes obtenidos por algunos medios mediante la desclasificación de documentos oficiales del ministerio de Defensa revelaron también que se contabilizaron en una década casi 4 000 enfrentamientos directos entre tropas y criminales, 97 % con miembros del Ejército y 3 % con marinos.
El número de militares fallecidos en esos choques asciende a 388 desde diciembre de 2006 a la fecha.
diciembre 18/ 2016 (ANSA).- Tomado del Boletín de Prensa Latina: Copyright 2016″Agencia Informativa Latinoamericana Prensa Latina S.A.”
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