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Investigadores del Sistema de Salud de la Universidad de Loyola, Chicago, Estados Unidos realizaron un estudio de cohorte retrospectivo de 276 pacientes con labio y paladar leporino unilateral completo y bilateral (U/BCLP) para comparar el riesgo de cirugía de revisión nasal secundaria temprana después de NAM y cirugía – que consistió en reparación del labio leporino y reconstrucción nasal quirúrgica primaria –versus la cirugía sola. El grupo de tratamiento NAM consistió de 172 pacientes con UCLP y 71 pacientes con BCLP, mientras que el grupo preparado no-NAM estaba compuesto por 28 pacientes con UCLP y 5 con BCLP.
Los resultados mostraron que el riesgo de revisión nasal secundaria para los pacientes con UCLP fue del 3 % en el grupo NAM y 21 % en el grupo no-NAM.
El riesgo de revisión nasal secundaria para los pacientes con BCLP fue de 7 % en el grupo NAM en comparación con 40 % en el grupo no-NAM. Usando promedios multicéntricos, los investigadores encontraron que las tasas globales de revisión no-NAM fueron 37,8 % para UCLP y 48,5 % para BCLP. El estudio fue publicado en la revista The Journal of Craniofacial Surgery
“NAM es una técnica que moldea el labio, nariz, y las encías del paciente, disminuyendo la amplitud de la hendidura y el contorno de la nariz antes de que se realice la cirugía. Esto hace la cirugía más fácil de realizar y ahora ha demostrado mejorar los resultados y reducir el costo”, dijo el autor principal, el cirujano plástico y reconstructivo, Parit Patel, MD. “La cirugía siempre tiene un cierto elemento de riesgo y el uso de NAM reduce las complicaciones y el número total de cirugías. Esto resulta en un niño potencialmente más sano, que es, realmente, el objetivo final”.
El labio y paladar leporinos son dos de los principales defectos de nacimiento más comunes, resultando del cierre incompleto de los tejidos de la cara durante el desarrollo; la causa se desconoce en la mayoría de los casos. NAM se basa en una placa oral similar a un retenedor dental que normalmente se implanta en la boca de un bebé cuatro a cinco semanas después del parto, ayudando a corregir la deformidad reduciendo el tamaño de la hendidura antes de realizar la cirugía.
septiembre 13/2016 (HospiMedica)