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Las diferencias de sexo y el carácter (rural o urbano) de las poblaciones determinan en gran medida el abordaje integral de patologías dependientes del tiempo, como el ictus, principal causa de hospitalización y mortalidad femenina en nuestro medio.
Un estudio publicado en la revista de Neurología, ha analizado si en un área sanitaria rural del Principado de Asturias se ponían de manifiesto las características diferenciales entre mujeres y hombres con ictus.
Los autores revisaron variables a través de las historias clínicas informatizadas de los pacientes que sufrieron ictus en 2013. Se produjeron 126 altas totales, el 53,2 % en las mujeres, que sufrieron la enfermedad con un retraso de cinco años en relación con los varones, los cuales fueron más fumadores y consumidores perjudiciales de alcohol. La demora pre hospitalaria no arrojó diferencias de sexo significativas.
El trastorno del lenguaje fue el síntoma principal en el grupo femenino, que registró una puntuación superior en la National Institute of Health Stroke Scale
Los estudios complementarios, como el Holter y la ecografía de troncos supra aórticos, se realizaron menos en las mujeres, que recibieron un tratamiento principalmente conservador con mayor hidratación parenteral y reposo. El grupo femenino sufrió más complicaciones, discapacidad al alta y a los tres meses, y registró porcentajes más elevados de institucionalización posterior .
El estudio concluye confirmando la existencia de diferencias de sexo demográficas, en el perfil de riesgo cerebrovascular, la presentación clínica, el manejo hospitalario y la comorbilidad del ictus en esta población rural, que sugieren áreas de mejora.
septiembre 05/ 2016 (Neurología)
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