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Cuanto más activo sea ese gen, menos tazas de café necesitaremos tomar.
El café es una de las bebidas que más consumimos en todo el mundo y una de las principales vías por las que introducimos cafeína en nuestro organismo. ¿Pero qué provoca que unas personas necesiten tomar más café que otras?
Un equipo de investigadores de las universidades de Trieste, Italia y Edimburgo, Escocia, que acaba de publicar un estudio sobre el tema en la revista Scientific Reports, de la prestigiosa editorial Nature, sugiere que la respuesta se encuentra en nuestros genes. Y, en concreto, en un gen bautizado con el nombre de PDSS2 que, al parecer, podría influir en cómo metabolizamos la cafeína cada uno de nosotros.
Los científicos llevaron a cabo dos estudios: el primero, en Italia, con 1 213 personas; el segundo, en Países Bajos, con 1 731 neerlandeses. Y los resultados fueron bastante similares. En ambos casos se analizó la información genética de estos individuos y cruzaron esos datos con el número de tazas de café que consumían a diario.
Así fue como detectaron que el gen PDSS2 podría jugar un papel importante en cómo metaboliza la cafeína nuestro organismo. La relación sería inversamente proporcional: es decir, aquellos en los que la expresión del gen es más activa son quienes tienden a beber menos tazas de café; mientras que aquellos en los que este gen es más débil, son proclives a consumir más.
Eso se debe a que el PDSS2 inhibiría el funcionamiento de otros genes asociados al proceso de metabolización de la cafeína, es decir, la protegería de aquellos que quieren desembarazarse de ella, de manera que esta lograría permanecer durante más tiempo en nuestro cuerpo –así como sus efectos– y, por tanto, necesitaríamos beber menos tazas de café.
En cualquier caso, el equipo de científicos, liderados por Nicola Pirastu, investigador de la Universidad de Edimburgo, reconoce que aún “se necesitan más estudios para aclarar el mecanismo biológico que une el PDSS2 y el consumo de café”.
septiembre 02/ 2016 (Muy interesante)