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La investigación sobre el autismo, basada principalmente en el modelo categórico del Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales, se ha centrado de forma preferente en la epidemiología, las manifestaciones clínicas, los mecanismos cognitivos y los determinantes biológicos y ambientales; sin embargo, se ha prestado escaso interés a las trayectorias evolutivas, las cuales son decisivas de cara al pronóstico a medio y largo plazo.
Un estudio publicado por la revista de Neurología, ha revisado el curso evolutivo de niños diagnosticados de autismo que, aun conservando a medio o largo plazo rasgos conductuales acordes con el perfil inicial, alcanzan una adaptación social y laboral satisfactorias, y además dejan de cumplir los criterios que dieron lugar al diagnóstico inicial. Los autores han revisado la bibliografía sobre el autismo centrada en el análisis de la evolución de las manifestaciones clínicas y de su repercusión desde las primeras edades hasta la edad adulta. Asimismo, se han tomado en consideración aspectos conceptuales sobre el autismo que facilitan la comprensión y el significado de los patrones evolutivos.
La investigación pone en evidencia que alrededor del 20 % de los niños diagnosticados dejan de cumplir los criterios en los que se basó el diagnóstico y, además, alcanzan un ajuste social y laboral satisfactorio. Como factores favorecedores se identifican una inteligencia normal, un buen nivel de lenguaje y una baja incidencia de comorbilidades; por el contrario, en las series notificadas no se señalan como factores determinantes las intervenciones terapéuticas precoces e intensivas.