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«En más de 20 años como médica jamás había visto algo así y con estas consecuencias», fueron las palabras de la pediatra brasileña María Ángela Rocha al describir su desesperación ante el aumento notable en el número de bebés nacidos con microcefalia (o cráneos de tamaño reducido) en el noreste de Brasil.
«Consideramos microcefalia un perímetro igual o menor de 33 cm. Lo normal para un bebé es entre 34 y 37 cm, dependiendo de en qué semana de gestación nace», explicó María Ángela Rocha.
«El departamento de infectología que coordino es de referencia en infecciones congénitas. Para nosotros todo comenzó a fines de agosto e inicios de setiembre», le dijo la médica.
«Antes pasábamos meses sin ver casos de microcefalia y de pronto comenzaron a llegar casos todos los días. Nos preguntábamos, ¿qué está sucediendo?».
«Cuando los bebés nacen los médicos miden el perímetro encefálico, la medida del contorno de la cabeza del bebé en su parte mayor», explicó Rocha.
«También pedimos una tomografía y un análisis de sangre. Cuando ocurre un proceso de infección, que es lo que sospechamos, entre el primer y cuarto mes de embarazo, el agente que causa la infección provoca un proceso inflamatorio que deja cicatrices en el cerebro del bebé», añadió la pediatra.
«Esas áreas están muertas, calcificadas, el cerebro no logra crecer bien sino en forma desorganizada y aparecen otros problemas en su estructura».
Y la causa, según sospechan las autoridades sanitarias brasileñas, es el llamado virus zika, transmitido por el mismo mosquito responsable por la diseminación de otras dos enfermedades, dengue y chikungunya.
El Ministerio de Salud estableció por primera vez la relación entre el virus y la microcefalia en un comunicado que transmite la alarma y el desconcierto ante la epidemia.
«Ésta es una situación inédita en la investigación científica mundial», afirmó el Ministerio en un comunicado.
La epidemia de microcefalia afecta hasta ahora a nueve estados en la región noreste de Brasil, principalmente al estado de Pernambuco, que declaró este fin de semana un estado de emergencia.
«Tres primeros meses de gestación»
El Ministerio de Salud brasileño estableció que el vínculo entre la microcefalia en recién nacidos y el virus Zika tras efectuar un examen de laboratorio a un bebé nacido con microcefalia en el estado de Ceará.
La prueba realizada por el Instituto Evandro Chagas en Belém, un centro de referencia en enfermedades tropicales, confirmó que el pequeño, que tenía otras enfermedades congénitas y falleció, tenía el virus del zika.
Además de la muerte del bebé en Ceará se registraron otros dos fallecimientos por zika, un adulto que padecía lupus y cuyo sistema inmunológico era débil y una adolescente de 16 años.
El Ministerio de Salud agregó que según análisis iniciales, el mayor riesgo de contagio a embarazadas se produce en los tres primeros meses de gestación.
«Pero los trabajos deben continuar para aclarar cómo se transmite el virus, su actuación en el organismo y cómo la infección afecta al feto», señalaron las autoridades.
Expertos del Centro de Prevención y Control de Enfermedades de Estados Unidos (CDC) viajaron a Brasil a solicitud del gobierno de este país para investigar la relación entre el virus y la microcefalia.
Este mes, la Polinesia Francesa informó que también documentó casos de microcefalia en fetos y recién nacidos luego de una epidemia de zika que afectó al territorio en el Pacífico en 2013 y 2014.
Tratamiento por vida
El virus del zika es endémico del oeste de África y tiene síntomas parecidos al dengue o el chikungunya, pero hasta ahora era considerado menos grave, por lo que su notificación no es obligatoria en Brasil.
También es transmitido por el mosquito Aedes aegypti y provoca fiebre, dolor de cabeza, dolores corporales y manchas rojizas en la piel.
Las madres pueden no presentar casi ningún síntoma, aclara Rocha, pero eso no impide que la infección perjudique al bebé.
Rocha le dijo que se están viendo muchos bebés con «cabezas pequeñas, de 27, 28 o 29 cm».
Cada recién nacido será afectado en forma diferente, pero estos niños «necesitarán ser tratados por neurólogos toda su vida».
Algunos mostrarán secuelas menores, pero «también puede haber consecuencias graves, como no hablar, no caminar o presentar alteraciones en todo el desarrollo psicomotor», precisó Rocha.
La médica relató que, como en un principio los bebés están activos, algunas madres dicen: «Su cabeza va a crecer y quedar normal».
Pero la realidad es diferente y devastadora.
«Cuando llegue el momento de realizar otras funciones, el cerebro tendrá limitaciones».
Como médica, «es necesario mantener el equilibrio, enfriar la cabeza para comunicarnos con las familias, intentar transmitirles tranquilidad, pero es muy difícil».
«Una generación está siendo perjudicada. Sabemos de todos los problemas emocionales, sociales y económicos que esto va a causar. Las familias van a tener que lidiar con eso, con mayor o menor intensidad, toda su vida».
El gobierno de Brasil reiteró la importancia de las medidas para combatir al mosquito Aedes aegypti, como evitar acumulación de agua estancada o basura y reportar posibles focos de infección.
Para Rocha, luchar contra la epidemia no será nada fácil. «Sabemos cuán difícil ha sido contener este mosquito en Brasil. Hasta ahora no hemos logrado combatir el dengue».
Guillain-Barré, la otra enfermedad que los científicos creen podría estar vinculada al zika
Mucho se ha hablado del vínculo entre microcefalia y zika. Pero la Organización Mundial de la Salud reconoce que también existen «hallazgos consistentes» del aumento de casos de síndrome de Guillain-Barré en zonas afectadas por el virus.
La máxima autoridad sanitaria subraya que todavía «no está claramente establecida la etiopatogenia (las causas y mecanismos de cómo se produce la enfermedad) ni los factores de riesgo».
Sin embargo, recomienda a los 24 países americanos y del Caribe que detectaron zika en su territorio que preparen a los servicios de salud para responder a una mayor demanda de atención especializada para síndromes neurológicos, incluido el de Guillain-Barré.
La microcefalia, es un defecto congénito por el cual los bebés nacen con una cabeza anormalmente pequeña.
¿Pero qué es este otro síndrome que, según la OMS, se debe vigilar en las zonas afectadas por el zika?
Insensibilidad y parálisis
El síndrome de Guillain-Barré es un trastorno autoinmune que afecta al sistema nervioso y desemboca en la parálisis progresiva de los músculos del cuerpo.
Comúnmente se asocia a procesos infecciosos, aunque hay pocos trabajos concluyentes en torno a esa hipótesis.
Lo que se conoce hasta ahora es que, cuando se contrae la enfermedad, el sistema inmunitario –el que se encarga de proteger al cuerpo de enfermedades identificando y atacando a agentes patógenos– ataca a una parte del sistema nervioso periférico.
Concretamente incide en la mielina, la capa aislante que cubre los nervios.
Como consecuencia, los nervios se vuelven incapaces de transmitir señales con eficiencia.
Y por ello, los músculos comienzan a perder su capacidad de responder y los pacientes comienzan a sufrir debilidad.
Asimismo, el cerebro recibe menos señales sensoriales del resto del cuerpo, y por lo tanto el individuo afectado empieza a perder sensibilidad ante el calor, el dolor, las texturas y otras sensaciones.
La insensibilidad suele empezar en los pies, y avanza hacia el resto del cuerpo, hasta el rostro.
Los síntomas pueden empeorar de manera muy rápida. Si la inflamación afecta a los nervios del tórax y del diafragma –el gran músculo bajo los pulmones que les ayuda a respirar–, y esos músculos están débiles, el paciente puede llegar a requerir asistencia respiratoria.
Enfermedad poco extendida
La OMS estima que la incidencia anual del síndrome de Guillain-Barré oscila entre 0,4 y 4 casos por 100.000 habitantes por año.
No hay una cura específica para el síndrome, y los tratamientos suelen centrarse en reducir la gravedad de los síntomas.
Los procedimientos que los médicos aplican en la fase más aguda del síndrome son la inmunoterapia con plasmaféresis (recambio de plasma) y la administración de inmunoglobulina intravenosa.
La plasmaféresis implica eliminar o bloquear los anticuerpos que atacan las células nerviosas.
Y el segundo tratamiento consiste en inyectar directamente inmunoglobulina, un anticuerpo.
A pesar de la gravedad de sus síntomas, sigue siendo una enfermedad poco extendida. La mayoría de los afectados por el síndrome de Guillain-Barré, sobreviven y se recuperan por completo.
Pero la recuperación puede llevar varias semanas o meses, y con frecuencia puede provocar discapacidad prolongada que requiere rehabilitación.
La coincidencia entre ambos males se detectó por primera vez en la Polinesia Francesa, durante un brote de zika entre 2013 y 2014.
En aquel entonces 74 de los pacientes con zika presentaron también síndromes neurológicos o autoinmunes, y 42 de ellos fueron clasificados como síndrome de Guillain-Barré.
Antes de dos años, en julio de 2015, Brasil informó sobre la detección de pacientes con síndromes neurológicos que tenían un historial reciente de infección por virus zika en el estado de Bahía.
En concreto, las autoridades sanitarias del estado identificaron a 76 pacientes con síndromes neurológicos, de los cuales 42 fueron confirmados como Guillain-Barré.
En noviembre de ese año, el Centro de Investigación Aggeu Magalhães de la Fundación Oswaldo Cruz del estado de Pernambuco informó que 224 muestras que analizaron pensando que tenían dengue, 10 habían sido infectadas por el virus zika.
Y de las 10 muestras pertenecían a pacientes que desarrollaron síntomas de Guillain-Barré.
En enero de 2016, El Salvador informó sobre la detección de un incremento inusual del síndrome autoinmune desde inicios de diciembre de 2015.
De acuerdo a la Organización Panamericana de la Salud, el país centroamericano registra 14 casos de Guillain-Barré por mes (169 por año).
Pero entre el 1 de diciembre de 2015 y el 6 de enero de 2016 se registraron 46 pacientes con el síndrome, de los cuales murieron dos.
El Salvador es uno de los países que han detectado el virus del zika en su territorio.
Según la OPS, las otras naciones que reportaron casos son Barbados, Bolivia, Brasil, Colombia, Ecuador, El Salvador, Guadalupe, Guatemala, Guyana, la Guayana Francesa, Haití, Honduras, Martinica, México, Panamá, Paraguay, Puerto Rico, la isla de San Martín, Surinam y Venezuela.
El Ministerio de Salud de Costa Rica ya confirmó el primer caso en su territorio, el un hombre que fue infectado en un viaje a Colombia.
Y al otro lado del Atlántico, en Austria, Dinamarca y en España, también se han reportado los primeros casos, aunque todos ellos importados.
En Honduras desde el 16 de diciembre se ha registrado un millar de personas infectadas con zika, y en ese tiempo han tenido 13 casos de Guillain-Barré, considerablemente más que en otros años.
Estamos preocupados», reconoció Arnold Thompson, neurólogo del hospital Mario Rivas de San Pedro Sula.
«Pasamos de diagnosticar 10 casos de Guillain- Barré al año a tener 13 pacientes afectados en un mes», explicó.
«El historial médico de estos 13 pacientes indica que tuvieron dengue, zika o chikungunya antes de presentar los síntomas de Guillain-Barré», añadió.
Estas tres enfermedades pueden ser transmitidas por el mismo mosquito del género Aedes, como el Aedes aegypti, y presentan síntomas similares.
Como el país centroamericano, Venezuela, otro de los afectados por el brote del zika, también ha reportado casos de Guillain-Barré.
Luis Rodríguez Gamero, director de salud del estado de Nueva Esparta, en el nordeste del país, confirmó la detección de cuatro casos en el Hospital Luis Ortega de la ciudad de Porlamar.
La OMS reconoce la coincidencia «espacio-temporal» del zika y del síndrome de Guillain-Barré, pero a falta de más datos no establece un vínculo directo entre ambos males.
Y prefiere recomendar a los países afectados por el zika que aumenten la vigilancia de esta enfermedad autoinmune y otros síndromes neurológicos, como el síndrome Fisher, la encefalitis, la meningitis y la meningoencefalitis.
Pero por el momento el Centro para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC) de Estados Unidos ya anunció que a finales de enero 2016, empieza un estudio en Brasil para determinar si existe alguna relación entre la infección por el virus del zika y el síndrome de Guillain-Barré.
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Microcefalia en ralación al zika
Guillain-Barré, podría estar vinculada al zika