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Un equipo de científicos de la Universidad de Oxford, en Reino Unido, ha llevado a cabo uno de los mayores estudios sobre la asociación entre la intimidación por los compañeros en la adolescencia y la depresión en la edad adulta temprana. En trabajo publicado en el British Medical Journal
Los autores realizaron un estudio observacional longitudinal que examinó la relación entre el acoso a los 13 años y la depresión a los 18. En concreto, analizaron los datos de intimidación y depresión de 3.898 participantes del estudio ALSPAC, quienes respondieron a un cuestionario a los 13 años acerca de la intimidación y a los 18 años completaron una evaluación que identifica a las personas que cumplen con los criterios acordados internacionalmente para la depresión.
De los 683 adolescentes que dijeron haber sufrido acoso frecuente (más de una vez a la semana) a los 13 años, el 14, 8 % padecía depresión cinco años más tarde. Entre los 1 446 adolescentes que habían sido víctimas de alguna intimidación (entre una y tres veces alrededor de seis meses), el 7, 1 % sufría depresión. Sólo el 5 , 5 % de los adolescentes que no experimentaron acoso estaban deprimidos a los 18 años.
Además del acoso, otros factores podrían haber favorecido la depresión, como intimidación previa en la infancia, problemas mentales y de comportamiento, composición familiar y acontecimientos vitales estresantes. Cuando se tuvieron en cuenta estos factores, los adolescentes acosados con frecuencia, tanto de sexo masculino como femenino, tenían el doble de probabilidades de depresión en comparación con aquellos que no sufrieron intimidación (odds ratio = 2, 96; IC 95 % = 2, 21-3, 97; p < 0, 001)