El síndrome respiratorio de Oriente Medio (MERS) es una enfermedad respiratoria vírica provocada por un nuevo coronavirus (MERS-CoV) que fue detectado por primera vez en Arabia Saudita en 2012.

Los coronavirus son una extensa familia de virus causantes de enfermedades que van desde el resfriado común al síndrome respiratorio agudo severo (SRAS).

Los síntomas típicos del MERS son fiebre, tos y dificultades respiratorias. Es habitual que haya neumonía, pero no siempre. También se han registrado síntomas gastrointestinales, en particular diarrea.

Aproximadamente el 36 % de los casos de MERS-CoV notificados han desembocado en la muerte del enfermo.

Si bien la mayoría de los casos humanos de MERS se han atribuido a infecciones de una persona a otra, es probable que los camellos sean un importante reservorio para el MERS-CoV y una fuente animal de infección en los seres humanos. Sin embargo, se desconoce la función específica de los camellos en la transmisión del virus, y también la ruta o rutas exactas de transmisión.

No parece que el virus se transmita fácilmente de una persona a otra a menos que haya un contacto estrecho, por ejemplo al atender a un enfermo  sin la debida protección.

Síntomas

El espectro clínico de una infección por MERS-CoV varía desde la ausencia de síntomas (infección asintomática) o síntomas respiratorios suaves hasta una enfermedad respiratoria aguda severa y la muerte. La enfermedad por MERS-CoV se presenta normalmente con fiebre, tos y dificultades respiratorias. Es habitual que haya neumonía, pero no siempre. También se han registrado síntomas gastrointestinales, en particular diarrea. En su versión grave la enfermedad puede provocar insuficiencia respiratoria que exige ventilación mecánica y apoyo en una unidad de cuidados intensivos. Aproximadamente el 36 % de los casos de MERS-CoV notificados han desembocado en la muerte del paciente. El virus parece provocar una enfermedad más grave en personas mayores, personas con inmunodepresión y personas con enfermedades crónicas como cáncer, neumopatía crónica y diabetes.

Origen del virus

El MERS-CoV es un virus zoonótico que se transmite de animales a personas. No se conocen bien los orígenes del virus pero, según se desprende del análisis de varios de sus genomas, se cree que el virus se originó en murciélagos y se transmitió a los camellos en algún momento de un pasado lejano.

Transmisión

Transmisión de animales a personas: La ruta de transmisión de animales a personas no se conoce bien, pero es probable que los camellos sean un reservorio importante del MERS-CoV y una fuente animal de infección en los seres humanos. En varios países, como Arabia Saudita, Egipto, Omán y Qatar, se han aislado en camellos cepas de MERS-CoV idénticas a las cepas humanas.

Transmisión de persona a persona: No parece que el virus se transmita fácilmente de una persona a otra a menos que haya un contacto estrecho, por ejemplo al atender a un paciente infectado sin la debida protección. Ha habido conglomerados de casos en establecimientos de atención sanitaria donde es probable que se trate de una transmisión de persona a persona, sobre todo cuando las prácticas de prevención y control de la infección son inadecuadas. De momento, no se tiene constancia de transmisión comunitaria sostenida.

El virus parece estar circulando en toda la Península Arábiga, principalmente en Arabia Saudita, donde se han notificado la mayoría (85%) de los casos desde 2012. También se han notificado varios casos fuera de Oriente Medio, pero se cree que en la mayoría de ellos la infección fue adquirida en Oriente Medio y exportada desde ahí. El brote actual en la República de Corea es el mayor que ha habido fuera de Oriente Medio y, aunque resulta preocupante, no hay pruebas de que en ese país se esté produciendo una transmisión sostenida de persona a persona. La transmisión secundaria ha sido nula o limitada en todos los demás países con casos exportados.

Prevención y tratamiento

No se dispone actualmente de vacuna alguna ni de tratamiento específico. El tratamiento es de apoyo y depende del estado clínico del paciente.

Como precaución general, las personas que visiten granjas, mercados, establos u otros lugares donde haya camellos u otros animales deber tomar medidas de higiene generales, en particular lavarse sistemáticamente las manos antes y después de tocar a algún animal, y deben evitar el contacto con animales enfermos.

El consumo de productos de origen animal crudos o poco cocinados, por ejemplo leche y carne, conlleva un elevado riesgo de infección por diferentes organismos que pueden provocar enfermedades en los seres humanos. Los productos de origen animal debidamente procesados por cocción o pasteurización no presentan ningún peligro para el consumo, pero deben manipularse con cuidado para evitar que se contaminen por contacto con productos crudos. La carne y la leche de camello son productos nutritivos que pueden seguir consumiéndose tras la pasteurización, cocción u otros tratamientos por calor.

Hasta que se sepa más del MERS-CoV, se considera que las personas que padecen diabetes, insuficiencia renal, neumopatía crónica o inmunodepresión tienen un alto riesgo de padecer enfermedad grave en caso de infección por MERS-CoV. Esas personas deben evitar el contacto con camellos, no deben beber leche de camello cruda u orina de camello, ni consumir carne que no esté debidamente cocinada.

MERS-CoV en los profesionales de la salud

Ha habido transmisión del virus en establecimientos de atención sanitaria de varios países, en concreto transmisión de pacientes a profesionales de la salud y de un paciente a otro en un entorno de atención sanitaria antes de diagnosticarse el MERS-CoV. No siempre es posible detectar a los pacientes con MERS-CoV pronto o sin análisis porque los síntomas y otras características clínicas pueden ser inespecíficos.

Para prevenir la posible propagación del MERS-CoV en los establecimientos de atención sanitaria es fundamental adoptar medidas de prevención y control de las infecciones. En los establecimientos donde se atiende a pacientes con infección posible o confirmada por MERS-CoV deberían adoptarse medidas adecuadas para reducir el riesgo de que el virus se transmita de un paciente infectado a otros pacientes, a los profesionales de la salud o a los visitantes. Los profesionales de la salud deberían formarse y capacitarse en la prevención y el control de las infecciones y actualizar esas competencias periódicamente.

Viajes

La OMS no recomienda imponer restricciones a los viajes ni al comercio, ni controles de entrada en relación con el MERS-CoV.

Respuesta de la OMS

La OMS colabora con clínicos y científicos internacionales y de los países afectados para reunir e intercambiar datos científicos que permitan conocer mejor el virus y la enfermedad que provoca, y para determinar las prioridades de respuesta en caso de brote, las estrategias de tratamiento y los enfoques de tratamiento clínico. Asimismo, la Organización colabora con los países afectados para formular estrategias de prevención en el ámbito de la salud pública a fin de combatir el virus.

Junto con los países afectados y las redes y asociados técnicos internacionales, la OMS coordina la respuesta sanitaria mundial al MERS. En particular, la OMS facilita información actualizada sobre la situación; realiza evaluaciones de riesgos e investigaciones junto con las autoridades nacionales; celebra reuniones científicas; y elabora de orientaciones y material de formación para las autoridades sanitarias y los organismos técnicos de salud sobre recomendaciones provisionales de vigilancia, análisis de casos en laboratorio, prevención y control de las infecciones y tratamientos clínicos.

La Directora General ha convocado un Comité de Emergencia en el marco del Reglamento Sanitario Internacional (2005) para asesorarla sobre si el evento constituye una emergencia de salud pública de importancia internacional y sobre las medidas de salud pública que deben adoptarse. El Comité se ha reunido varias veces desde la detección de la enfermedad. La OMS alienta a todos los Estados Miembros a que intensifiquen la vigilancia de las infecciones respiratorias agudas graves y examinen cuidadosamente las pautas inusuales de esas infecciones o de los casos de neumonía.

Todos los países, independientemente de si han registrado casos de MERS o no, deberían mantener un alto nivel de vigilancia, en particular los países con un elevado número de viajeros o trabajadores migrantes que regresan de Oriente Medio. La vigilancia debe seguir reforzándose en esos países con arreglo a las directrices de la OMS, junto con los procedimientos de control y prevención de las infecciones en los establecimientos de atención sanitaria. La OMS sigue pidiendo a los Estados Miembros que notifiquen a la Organización todos los casos probables y confirmados de infección por MERS-CoV junto con información sobre su exposición, análisis y evolución clínica para orientar la preparación y respuesta internacionales a fin de que sean lo más eficaces posible.

Nota descriptiva N°401. Mayo de 2015. OMS/OPS

 

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