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El hecho de adelantar el reloj una hora no afecta la calidad de vida de las personas, salvo en aquellas que carecen de higiene del dormir, explicó Rubén Santoyo Ayala, fundador de la Clínica del Sueño en el Instituto Mexicano del Seguro Social.
«Los estudios no observan afectación a la salud por cambio de horario en pacientes sanos, pero en aquellos con factores de riesgo como obesidad, hipertensión o diabetes, el periodo de adaptación podría ampliarse de tres días a tres semanas, incluso nunca llegar», dijo.
«Quizá sean las personas mayores quienes más se quejan, pero las repercusiones dependerán de cada individuo, lo cierto es que se descompensará el enfermo que no se cuida, cuando tienes el hábito de dormir temprano, lo seguirás haciendo», puntualizó
Lamentó la falta de cultura del sueño , porque se tiene la costumbre de hacer todo a última hora, explicó que lo ideal es planear las actividades diarias para conciliar el sueño entre siete u ocho horas antes de iniciar una nueva jornada.
Santoyo Ayala resaltó que al menos 10 y hasta 15 % de los mexicanos sufren algún trastorno del dormir, los más atendidos en la Clínica del Sueño son el insomnio y la apnea, pero existen otros como la enuresis, el rechinido de dientes, el sonambulismo y las piernas inquietas.
«En la sociedad actual los padres no favorecen la higiene del sueño en los niños, porque les permiten salir a jugar a altas horas de la noche o utilizar tecnología que les quita horas al dormir, entre ocho y 12 horas diarias, según la edad que tengan», señaló.
Fijar un horario de descanso tiene muchas ventajas, como por ejemplo, «un rendimiento total de la capacidad intelectual y un mejor estado de ánimo, en caso contrario se tiende a los accidentes por falta de atención y a desarrollar un cuadro depresivo», precisó.
La única manera de evitar los estragos de una desvelada es no tenerla, planear en lo posible las actividades a realizar por lo menos un día antes y así descansar las horas necesarias, destacó.
Mencionó que debido al trabajo o a compromisos sociales «mucha gente sólo duerme cuatro o cinco horas y su rendimiento no es ideal».
Santoyo Ayala recomendó atender enfermedades crónico-degenerativas y establecer horarios para alimentarse, ejercitarse y descansar según sus requerimientos personales, para evitar así una baja en el sistema inmune.
Para favorecer el sueño, lo ideal es no beber café ni refrescos de cola después de las 16:00 horas, así como evitar las cenas copiosas, el ejercicio extenuante, el consumo de tabaco y alcohol antes de acostarse, afirmó.
No son recomendables en la habitación: relojes luminosos o ruidosos, la presencia de televisiones, celulares con alertas o computadoras que se opongan a la relajación, indicó.
abril 9/ 2015 (Notimex).-
Tomado del Boletín de Prensa Latina Copyright 2015. Agencia Informativa Latinoamericana Prensa Latina S.A.