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La obesidad aumentó más del doble en el mundo de 1980 a 2014, señaló la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Según ese organismo especializado de Naciones Unidas, en 2014 más de mil 900 millones de adultos de 18 o más años tenían sobrepeso, de ellos más de 600 millones eran obesos.
El pasado año, agregó la entidad de salud, el 39 % de las personas de 18 o más años de edad tenían sobrepeso (38 % de los hombres y 40 % de las mujeres). En ese propio año, alrededor del 13 % eran obesas (11 % de los hombres y 15 % de las mujeres)
La OMS define el sobrepeso y la obesidad como una acumulación anormal o excesiva de grasa que puede ser perjudicial para la salud.
El índice de masa corporal (IMC) es un indicador simple de la relación entre el peso y la talla que se utiliza frecuentemente para identificar el sobrepeso y la obesidad en los adultos. Se calcula dividiendo el peso de una persona en kilogramos por el cuadrado de su talla en metros (kg/m2).
Si bien el sobrepeso y la obesidad eran considerados antes un problema propio de los países de ingresos altos, actualmente ambos trastornos están en aumento en los de ingresos bajos y medianos, en particular en los entornos urbanos
La causa fundamental del sobrepeso y la obesidad, dice la OMS, está en el desequilibrio energético entre las calorías consumidas y gastadas.
Según los expertos, en el mundo se produjo un aumento en la ingesta de alimentos hipercalóricos ricos en grasa, sal y azúcares, pero pobres en vitaminas, minerales y otros micronutrientes.
Hay igualmente un descenso en la actividad física como resultado de la naturaleza cada vez más sedentaria de muchas formas de trabajo, de los nuevos modos de desplazamiento y la creciente urbanización.
A menudo, los cambios en los hábitos de alimentación y actividad física son consecuencia de cambios ambientales y sociales asociados al desarrollo y la falta de políticas de apoyo a sectores como salud, agricultura, transporte, planeamiento urbano, medio ambiente, procesamiento, distribución y comercialización de alimentos, y educación.
El sobrepeso y la obesidad -señala la OMS- son un importante factor de riesgo de enfermedades no transmisibles como las cardiovasculares, diabetes; los trastornos del aparato locomotor (en especial la osteoartritis, una enfermedad degenerativa de las articulaciones muy discapacitante), y cánceres del endometrio, mama y colon.
La obesidad infantil se asocia con una mayor probabilidad de muerte prematura y discapacidad en la edad adulta.
Los niños obesos sufren dificultad respiratoria, mayor riesgo de fracturas e hipertensión y presentan marcadores tempranos de enfermedad cardiovascular, resistencia a la insulina y efectos psicológicos.