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Para los niños de preescolar cuya edad oscila entre tres y cinco años, dormir bien resulta complicado pero puede convertirse en una lucha de voluntades o bien, que el pequeño no se levante de la cama.
De acuerdo con el centro de especialidades Mayo Clinic, las batallas a la hora de acostarse ponen a prueba la resolución de los padres, por lo que, además de paciencia, recomienda modificar las costumbres previas a dormir.
Se debe contar con una rutina predecible y tranquilizante y entre otros hábitos a cambiar, sugiere evitar los juegos activos y los dispositivos electrónicos, toda vez que resultan demasiado estimulantes.
Bañar al niño, cepillarle los dientes, leerle un cuento y rezar con él; elogiarlo por sus logros específicos o platicar sobre lo que pasó durante el día son otros consejos que ofrece de Mayo Clinic .
Si toca música a la hora de dormir, asegurarse de que sea tranquilizante, arropar al niño en la cama y desearle buenas noches.
Lo importante es experimentar rutinas, hasta descubrir lo que funciona mejor en el niño y una vez que se adapte a ella se debe seguir todas las noches de forma constante, si el niño se duerme tarde por falta de sueño, se debe disminuir las siestas o levantarlo antes por la mañana, hasta que se acostumbre a una hora fija.
Si el niño no quiere ir a la cama puede ser porque escucha conversaciones, risas o ruido de aparatos electrónicos, la recomendación es mantener todo en calma una hora antes de ir a la cama, apagar todo lo que pueda distraer como videojuegos, dispositivos móviles, televisiones o computadoras.
En lugar de ruido se debe bajar la intensidad de las luces y en su lugar limitar a toda la familia a actividades tranquilas; tales como leer o hacer rompecabezas, puntualiza.
Para motivarlo a dormir solo se tiene que sentir seguro, puede tener un objeto consigo que lo relaje, como un peluche o una cobija y si el niño tiene miedo a la oscuridad, se puede dejar una luz nocturna o una puerta abierta de la habitación.
Si el niño se levanta, hay que regresarlo rápidamente a la cama y procurar no permanecer mucho tiempo en la habitación, hay que intentar anticiparse a tener listo las cosas por las que pueda levantarse, y recordarle que no hay motivo para dejar la cama.
Las batallas a la hora de acostarse pueden poner a prueba la resolución de los padres, pero es importante no rendirse y tener paciencia, así como ignorar los berrinches del niño, finalizó.
Enero 28 / 2015 (Notimex).- Tomado del Boletín de Prensa Latina Copyright 2015 “Agencia Informativa Latinoamericana Prensa Latina S.A.