Las dietas hiperproteicas elevan el riesgo de padecer patologías renales y empeoran los marcadores urinarios y morfológicos del riñón, según un estudio realizado por investigadores de la Universidad de Granada, que se publica en Nutrición Hospitalaria (doi: 10.3305/nh.2013.28.1.6165.).

El trabajo muestra que la hiperfiltración renal que genera la ingesta excesiva de proteínas e insuficiente de hidratos de carbono se relaciona con la aparición de nefrolitiasis, debido a una disminución drástica del citrato urinario, a un aumento del calcio urinario, para compensar la acidez metabólica que provoca el exceso de proteína, y a un descenso del pH de la orina, además de que se eleva el riesgo de hipertrofia renal y puede aumentar el área glomerular. Según ha explicado a DM Virginia Aparicio García Molina, del Departamento de Fisiología de la Universidad de Granada, y una de las autoras del estudio, el trabajo se realizó con 20 ratas. «A un grupo se le administró proteínas de gimnasio -hidrolizados proteicos- para que el 45 % de su dieta estuviera formada por proteínas en lugar del 15 % habitual. El otro grupo recibió una dieta normoproteica -con un 12 por ciento% de proteínas- durante doce semanas». Los resultados son extrapolables a humanos.

Se analizaron los marcadores de acidez en sangre y orina, se realizó una histología renal y se observó la cantidad de calcio que contenían los huesos. Las ratas que siguieron una dieta hiperproteica perdieron hasta un 10 por ciento de peso corporal, pero sin que se produjera una mejora paralela en el perfil de lípidos en plasma. Además, el citrato urinario fue un 88 % inferior, y el pH urinario, un 15 % más ácido. El peso del riñón de los animales sometidos a una dieta hiperproteica aumentó un 22 %, y se incrementaron en un 13 % el área glomerular y un 32 el área mesangial.

«Las dietas en las que sólo se obtiene energía a partir de las grasas ayudan a perder peso, pero alteran el proceso metabólico y producen muchos cuerpos cetónicos, debido a la ruptura del equilibrio ácido base», dice Aparicio.Sumado a la ausencia de prescripción de ejercicio y a la eliminación de frutas y verduras, «principal fuente alcalina, y que ayudan a regular el pH…, es un doble crimen porque no compensan lo que eliminan. Además, son una fuente importante de antioxidantes, por lo que su ausencia produce importantes deficiencias nutricionales».

Otro trabajo en el que ha participado Aparicio, que se publica en Food and Function, establece que no está demostrada la relación entre un mayor riesgo de osteoporosis y dietas hiperproteicas, ya que «cuando hay más pérdidas de calcio en el hueso, siempre que haya un aporte adecuado del mineral y de verduras y hortalizas, se absorbe más cantidad por vía intestinal».
enero 7/2014 (Diario Médico)

V. A. Aparicio, E. Nebot, R. García-del Moral, M. Machado-Vílchez, J. M. Porres, C. Sánchez. “High-protein diets and renal status in rats”. Nutr Hosp. 2013 Ene Feb;28(1):232-7.

enero 13, 2014 | Dra. María T. Oliva Roselló | Filed under: Nefrología, Nutrición | Etiquetas: , , |

Comments

Comments are closed.

Name

Email

Web

Speak your mind

*
  • Noticias por fecha

    enero 2014
    L M X J V S D
    « dic   feb »
     12345
    6789101112
    13141516171819
    20212223242526
    2728293031  
  • Noticias anteriores a 2010

    Noticias anteriores a enero de 2010

  • Suscripción AL Día

  • Categorias

    open all | close all
  • Palabras Clave

  • Administración