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La desnutrición infantil es uno de los principales factores que impide salir de la pobreza a muchos países en desarrollo, según una serie de estudios que publica en su último número la revista científica británica The Lancet.
La calidad de la alimentación durante la gestación y sus primeros meses de vida no solo afecta a las posibilidades del niño de sobrevivir, sino que determina un amplio rango de características futuras como el rendimiento escolar y la susceptibilidad a enfermedades infecciosas.
Por ese motivo, los científicos advierten de que mejorar la nutrición infantil es un factor clave para asegurar el crecimiento económico y las mejoras sociales en países en vías de desarrollo.
«Las causas del problema tienen raíces políticas, sociales y económicas. La solución no es sencilla y no se puede enmarcar dentro de un solo ciclo político, lo que hace que el pronóstico sobre la situación no sea demasiado positivo», señaló Richard Horton, director de la revista.
Según el médico paquistaní Zulfiqar Bhuta, del Colegio Real de Pediatría y Cuidado Infantil británico, una inversión de 9600 millones de dólares (7344 millones de euros) salvaría la vida de unos 900 000 niños en un año.
El análisis de Bhuta sostiene que más de la mitad de ese capital podrían aportarlo los países afectados por el problema, mientras que entre 3000 y 4000 millones de dólares (2100 y 2800 millones de euros) deberían provenir de donantes externos.
Otra de las investigaciones divulgadas, dirigida por el investigador Robert Black, de la Escuela de Salud Pública John Hopkins de Baltimore (Estados Unidos), subraya que la malnutrición deriva de la falta de sustancias esenciales como la vitamina A, el zinc, el hierro y el calcio, así como de problemas durante la fase de lactancia.
Esas carencias pueden producir retrasos en el crecimiento, delgadez extrema, así como incrementar el riesgo de muerte por enfermedad tanto en la madre como en el niño.
«Los países no serán capaces de salir de la pobreza ni de lograr avances económicos sostenidos si gran parte de su población no alcanza la seguridad nutricional indispensable para una vida productiva y saludable», señaló Black.
Su equipo propone diez intervenciones urgentes para paliar la desnutrición infantil entre las que se incluye la administración de ácido fólico, calcio y complementos alimenticios a las mujeres embarazadas.
Los expertos aconsejan asimismo impulsar la lactancia materna y asegurar la alimentación complementaria para los niños, unas medidas que «han demostrado que reducen las enfermedades y las muertes en mujeres y niños con gran eficacia», señala el estudio.
«En los últimos años, algunos países han logrado una reducción rápida y sustancial de la desnutrición, lo que demuestra que una acción decidida puede atajar el problema. En Etiopía, por ejemplo, se han producido mejoras considerables en los últimos años», afirma un estudio liderado por Stuart Gillespie, del Instituto Internacional de Investigación sobre Políticas Alimentarias (IFPRI).
Para el director de The Lancet, si se «optimiza la nutrición infantil y materna los beneficios se extenderán a varias generaciones. Es por eso que debemos trabajar unidos para aprovechar ahora esta oportunidad», afirmó.
junio 6/2013 (EFE)
Tomado del Boletín de Prensa Latina: Copyright 2012 «Agencia Informativa Latinoamericana Prensa Latina S.A.»
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