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Los adultos mayores con una alimentación elevada en sal correrían más riesgo de padecer un accidente cerebrovascular (ACV), según un estudio sobre más de 2000 personas realizado en Estados Unidos.
Aunque es bien sabido que a medida que se incrementa el consumo de sal también es probable que aumente la presión sanguínea, está menos claro si una dieta salada finalmente generaría mayores riesgos de ACV y ataque cardíaco.
Pero los investigadores del nuevo estudio, cuyos resultados fueron publicados en la revista Stroke (doi:10.1161/STROKEAHA.111.641043 ), dijeron que de los casi 2700 adultos mayores que estudiaron, aquellos que consumían mucho más sodio del recomendado eran casi tres veces más propensos a sufrir un ACV en 10 años que quienes cumplían con lo aconsejado por la Asociación Estadounidense del Corazón.
«La ingesta elevada de sodio fue prevalente y estuvo asociada con un mayor riesgo de ACV independientemente de los factores de riesgo vasculares», escribió Hannah Gardener, experta de la Escuela de Medicina de la University of Miami, quien dirigió el estudio.
A diferencia de la presión sanguínea, que cambia rápidamente, el ACV y la enfermedad cardíaca son complicaciones de largo plazo, por lo que estudiar la relación entre el consumo de sodio de las personas y su riesgo de sufrir problemas cardíacos y ACV es más difícil.
La Asociación Estadounidense del Corazón (AHA por su sigla en inglés) sugiere que las personas limiten su ingesta de sodio a no más de 1500 miligramos (mg) diarios. Eso es un poco más estricto que otras recomendaciones. La Organización Mundial de la Salud (OMS), por ejemplo, aconseja un límite de 2000 mg.
Pero las personas del nuevo estudio, fundamentalmente negros e hispanos neoyorquinos, consumían habitualmente cantidades muy por encima de esas recomendaciones, promediando los 3031 mg de sodio por día.
Los resultados se basaron en 2657 adultos a los que se entrevistó sobre su salud y estilo de vida, y que completaron cuestionarios sobre alimentación. Tenían, en promedio, 69 años al inicio de la investigación.
En los siguientes 10 años, se registraron 235 ACV en el grupo. Las personas que ingerían al menos 4000 mg de sodio al día hacia el final del estudio eran casi tres veces más proclives a padecer un ACV que aquellos que mantenían el consumo diario de sodio por debajo de los 1500 mg.
Entre las 558 personas cuyo consumo de sodio alcanzó los 4000 mg por día, hubo 66 ACV. Eso comparado con 24 ACV entre las 320 personas que cumplían con las guías de la AHA.
Gardener advirtió que no podían sacar conclusiones definitivas sobre la relación causa-efecto, dado que las personas que mantenían su consumo de sal a raya también serían más saludables en otros aspectos.
No obstante, la autora y su equipo tuvieron en cuenta los hábitos tabáquicos, el ejercicio, la educación y otras condiciones de salud que pueden contribuir a los ACV, y aún así hubo una fuerte correlación entre el sodio y el riesgo de ACV.
Muy pocas personas en Estados Unidos cumplirían con las metas de consumo de sodio recomendadas. Se estima que el hombre estadounidense promedio ingiere 4000 mg de sodio al día, mientras que las mujeres suelen consumir 2800 mg diarios, en su mayoría por alimentos procesados o comidas en restaurantes.
Los expertos consideran que deben tomarse medidas por parte de la industria y los funcionarios de salud pública para disminuir el sodio en los alimentos preparados y las comidas de los restaurantes.
abril 26/2012 (Reuters) –
Nota: Los lectores del dominio *sld.cu acceden al texto completo a través de Hinari.
Tomado del boletín de selección temática de Prensa Latina: Copyright 2011 «Agencia Informativa Latinoamericana Prensa Latina S.A.»
Hannah Gardener,Tatjana Rundek,Clinton B. Wright,Mitchell S.V. Elkind,Ralph L. Sacco.Dietary Sodium and Risk of Stroke in the Northern Manhattan Study.Stroke;43:1200-1205, abr 12/2012