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Estudio reveló que los niveles bajos de excreción de sodio se hallaban asociados a un mayor riesgo de muerte cardiovascular.
La excreción urinaria de sodio en niveles superiores o inferiores a los valores de gama media, en personas con enfermedades cardiovasculares o diabetes mellitus, puede acarrear un mayor riesgo de sufrir accidentes cardiovasculares o muerte cardiovascular (para los niveles más altos) y hospitalización por insuficiencia cardíaca congestiva (para los niveles inferiores), según se publicó en JAMA (doi: 10.1001/jama.2011.1729). Por otra parte, el aumento de la excreción urinaria de potasio se asocia con un menor riesgo de ictus.
Existe cierta confusión respecto a la dosis óptima de sodio. Los resultados de estudios prospectivos de cohorte, que evaluaron la asociación entre la ingesta de sodio y los eventos cardiovasculares, han sido contradictorios.
Aclarar cuál es la dosis óptima diaria de sodio es particularmente importante en pacientes con enfermedad cardiovascular, ya que estas personas pueden ser especialmente vulnerables a sus efectos. Los autores añaden también que el nivel óptimo de la ingesta de potasio, un modificador de la asociación entre la ingesta de sodio y la enfermedad cardiovascular, aún no ha sido establecido con exactitud.
El estudio consistió en un análisis observacional de cohortes en el que los investigadores analizaron la excreción de sodio y potasio en muestras de orina de los participantes, tomadas en ayunas. Al inicio del estudio, el promedio estimado de excreción de sodio y potasio fue de 4,77 g, y 2,19 g respectivamente. Después de un seguimiento de 56 meses, los investigadores observaron que, tras un análisis multivariable, en comparación con la excreción de sodio de referencia de 4 a 5,99 g por día, el aumento o la disminución de la excreción de sodio se asoció con un mayor riesgo de muerte cardiovascular, infarto de miocardio, accidente cerebrovascular y hospitalización por insuficiencia cardíaca congestiva.
En comparación con el grupo de referencia, el aumento de la excreción de sodio se asoció con un mayor riesgo de muerte cardiovascular, infarto de miocardio, accidente cerebrovascular y hospitalización por insuficiencia cardíaca congestiva. Una menor excreción de sodio se relacionó con un mayor riesgo de muerte cardiovascular y hospitalización por insuficiencia cardíaca congestiva, según el análisis multivariable. Este mismo análisis reveló que el aumento de la excreción de potasio se hallaba asociado con un menor riesgo de accidente cerebrovascular.
Según los investigadores, «los resultados discrepantes de estudios anteriores se deben, probablemente, a las diferencias en los rangos de ingesta de sodio, a los participantes, a los métodos de medición, y a la falta de exploración no lineal».
noviembre 28/2011 (Jano,es)
Martin J. O’Donnell, Salim Yusuf, Andrew Mente, Peggy Gao, Johannes F. Mann, Koon Teo, et. al. Urinary Sodium and Potassium Excretion and Risk of Cardiovascular Events. JAMA 2011.