Cuando las esposas no pueden dormir, esto tiende a desatar tensiones matrimoniales al día siguiente, sugiere un estudio reciente, mientras que los problemas de sueño del esposo apenas tienen un impacto sobre las relaciones de la pareja.

Investigadores evaluaron los patrones de sueño de 35 parejas casadas, jóvenes y saludables, durante diez noches, usando sensores no invasivos que monitorizaban los ciclos de descanso y actividad. Las esposas que tenían dificultades para dormir provocaban significativamente más interacciones conyugales negativas al día siguiente, según la investigación, que será presentada el lunes en Minneapolis en la reunión anual de la Associated Professional Sleep Societies. Las investigaciones presentadas en reuniones médicas se deben considerar como preliminares hasta que se publican en una revista médica revisada por colegas.

\»Los hallazgos sugieren que la incapacidad prolongada de dormir de la esposa predice las interacciones conyugales tanto de ella misma como de su esposo. Éstas tienden a ser más negativas, y menos positivas\», señaló Wendy Troxel, profesora asistente de psiquiatría en la Facultad de medicina de la Universidad de Pittsburgh, e investigadora líder del estudio.

Troxel dijo que las parejas, que eran mayormente profesionales de raza blanca con una edad promedio de 32 años, usaron diarios electrónicos para proporcionar evaluaciones sobre sus interacciones conyugales, apuntando si eran negativas, como ser ignorado o criticado, o positivas, como ser atendido y respaldado. Los resultados fueron independientes de los síntomas de depresión.

Para las mujeres que tenían problemas para dormir, las interacciones conyugales se volvieron sustancialmente más negativas que positivas en ambos cónyuges, encontró el estudio. Al contrario, cuando los esposos dormían mal, hubo poca diferencia en cómo se relacionaba la pareja al día siguiente.

\»Por lo general, las mujeres son más expresivas y tienden a marcar el clima emocional de la relación de pareja\», explicó Troxel. Las esposas que no pueden dormir son más propensas a expresar estrés, a estar irritables y a verbalizar sus sentimientos, apuntó.

\»Los hombres son más propensos a reprimir sus sentimientos o a no estar conscientes o sintonizados con el clima de cambio que ocurre\», añadió Troxel.

Aunque la incapacidad de dormir de la esposa podría agitar los sentimientos negativos en un matrimonio, otros problemas de la relación también pueden resultar en insomnio, en vigilia esporádica durante la noche, y un sueño profundo inadecuado, anotó Troxel.

\»Es un proceso cíclico que puede afectar a las parejas y ponerlas en trayectorias negativas en cuanto a su salud mental y bienestar\», advirtió Troxel. \»Los problemas de sueño deben abordarse desde la clínica y quizás, si la pareja tiene problemas, iniciar terapia matrimonial\».

El Dr. Clete A. Kushida, director del Centro de Investigación sobre el Sueño Humano en la Universidad de Stanford, dijo que el estudio es único, al relacionar la incapacidad de dormir con la forma en que las parejas interactúan al día siguiente.

\»Enfocarse en el impacto del sueño inadecuado en términos de interacciones conyugales positivas o negativas al día siguiente es un enfoque interesante de los datos\», aseguró Kushida.

Esto añade a la concienciación de las consecuencias interpersonales y la angustia emocional que pueden resultar de la falta de sueño, señaló.

\»Cuando un médico valida una queja de sueño, es importante que el cónyuge también acuda a la consulta para averiguar en qué forma la falta de sueño de su pareja le afecta como persona, influye en su estado de ánimo o impacta la relación\», aconsejó Kushida.

Estudios anteriores de Troxel encontraron que la presencia estable de un esposo o cónyuge predecía una mejor calidad de sueño en las mujeres, y que las esposas que eran felices en sus matrimonios reportaban menos molestias del sueño. Ahora, se están analizando los datos de la investigación actual para determinar los tipos precisos de conducta conyugal y consecuencias interpersonales que ocurrían tras una noche de sueño inadecuado.

En general, el nuevo estudio encontró evidencia más potente que relaciona al sueño con las interacciones conyugales al día siguiente, en lugar de la dirección contraria, añadió Troxel.

\»Intuitivamente, esto tiene sentido en que no se funciona al mejor nivel cuando falta sueño, pero hay sorprendentemente pocos datos sobre cómo esto afecta las relaciones matrimoniales\», señaló Troxel.

El estudio fue financiado por el Instituto Nacional del Corazón, los Pulmones y la Sangre de Estados Unidos, y los Premios de Ciencias Clínicas y Translacionales (Clinical & Translational Science Awards).
junio 15/2011 (Diario Salud)

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