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Un nuevo estudio demuestra que la frecuencia de espina bífida y otras malformaciones congénitas en Carolina del Sur, disminuyó significativamente luego de que más mujeres comenzaron a tomar ácido fólico, lo que se suma a las pruebas de los beneficios del consumo de esa vitamina B durante el embarazo.Desde 1998, Estados Unidos le exige a la industria alimenticia agregarle ácido fólico a la harina, el pan, los cereales, las pastas, los copos de maíz y otros derivados de los granos.
Esa norma existe desde que estudios científicos demostraron que el ácido fólico durante el embarazo reduce el riesgo de que el bebé desarrolle defectos del tubo neural, del cerebro o la columna, incluida la espina bífida y la anencefalia.
El nuevo estudio, publicado en Journal of Pediatrics (doi:10.1016/j.jpeds 2010.12.037), surge de las tasas de defectos del tubo neural registradas en Carolina del Sur entre 1992 y el 2009.
Los bebés nacidos en esa región siempre tuvieron una frecuencia más alta de esos defectos que el resto de los recién nacidos de Estados Unidos. Pero, durante el estudio, la tasa de defectos del tubo neural \»aislados\» (sin otra malformación congénita) se redujo de 1,4 por cada 1000 partos y muertes fetales a 0,6 por cada 1000.
Y, entre 1998 y el 2005, la tasa de espina bífida y anencefalia, que son los defectos del tubo neural más comunes, fue de 0,69 por cada 100 000, la misma que en la población nacional.
Según el equipo del doctor Roger E. Stevenson, del Centro Genético Greenwood en Carolina del Sur, ese logro debería atribuirse al ácido fólico.
Las respuestas de las mujeres de entre 15 y 45 años residentes en Carolina del Sur entrevistadas durante el estudio demostraron que la cantidad de consumidores de ácido fólico creció del 8 al 35%.
Los expertos recomiendan que las mujeres en edad reproductiva consuman 400 microgramos de ácido fólico a través de multivitaminas o alimentos fortificados, además del folato, la forma natural del ácido fólico, que contienen alimentos como los espárragos, la espinaca, las legumbres secas y el jugo de naranja.
A pesar de los resultados positivos de la investigación, siempre hay posibilidades de mejorar. El equipo señala que, al final del estudio, solo el 35% de las mujeres tomaba ácido fólico, aunque dos tercios conocían los beneficios de la vitamina.
Pero el ácido fólico no puede hacerlo todo. La obesidad y la diabetes tipo 2 en la madre son otros dos factores asociados con el aumento del riesgo fetal de desarrollar defectos del tubo neural.
Según el estudio, el aumento del consumo de ácido fólico no eliminó el riesgo asociado con la diabetes.
Ese resultado, escribe el equipo, \»insta a prestar más atención\» a la prevención de la diabetes en las mujeres en edad reproductiva.
Los autores consideran que se necesitan estudios para conocer si las mujeres diabéticas deberían consumir dosis más altas de ácido fólico.
Nueva York, 16 marzo 2011, (Reuters Health) MedlinePlus
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Journal of Pediatrics: Long Term Maintenance of Neural Tube Defects Prevention in a High Prevalence State Original Research Article
In Press, Corrected Proof, Available online 23 February 2011
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