nov
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Una investigación reciente muestra que cuando las mentes de las personas se distraían de la tarea o actividad que tenían delante, reportaban ser menos felices que cuando se involucraban completamente en lo que hacían.
La mente humana es singularmente capaz de distraerse, es decir, de pensar en las cosas que han sucedido, de anticipar cosas que pasarán, y planificar cosas que podrían ocurrir, explicó el autor del estudio, Matthew Killingsworth, candidato doctoral en Psicología de la Universidad de Harvard. Esa capacidad es una de las características que hacen que los seres humanos sean humanos, señaló.
Pero la distracción cognitiva conlleva un costo. Cuando las personas piensan en algo distinto de lo que están haciendo, se sienten menos felices, descubrieron los investigadores.
\»Los seres humanos tienen una habilidad única de enfocarse en lo que no está presente. Tienen la capacidad de reflexionar sobre el pasado, planificar el futuro e imaginar cosas que tal vez nunca ocurran\», apuntó Killingsworth. \»Pero al mismo tiempo, los seres humanos usan esta habilidad torpemente y tiende a reducir, en lugar de aumentar, la felicidad\».
En el estudio, de 2250 participantes en momentos aleatorios del día. Se les preguntó cómo se sentían, qué hacían, si pensaban en algo distinto de lo que hacían en el momento y si aquello en lo que pensaban era de naturaleza agradable (como soñar despierto con unas vacaciones), desagradable (como preocuparse por una relación o las finanzas) o neutral.
Según la investigación, los participantes pasaban casi el 47% de sus horas de vigilia con sus mentes en un estado de distracción. \»Este estudio muestra que nuestras vidas mentales son invadidas por lo no presente, a un grado sorprendente\», apuntó Killingsworth. Hay una excepción notable. Cuando describían lo que hacían, los participantes podían elegir de 22 actividades que incluían caminar, comer, ir de compras, ver televisión, desplazarse y trabajar.
La única actividad durante la cual las personas parecían ser muy buenas para enfocarse mentalmente en la tarea fue hacer el amor. Durante el sexo, apenas el 10% de la gente reportó pensamientos que distraían.
En general, la gente también reportó estar más feliz mientras hacía el amor, hacía ejercicio o conversaba. Dijeron que eran menos felices mientras descansaban o dormían, trabajaban o usaban una computadora en casa.
Respecto a lo que pensaban, un 42,5% pensaba en temas agradables, el 26,5% en temas desagradables y un 31% tenía pensamientos neutrales.
Aunque la gente que pensaba en cosas agradables era más feliz que los que pensaban en cosas desagradables, los que pensaban pensamientos alegres eran menos felices que la gente que estaba totalmente involucrada en lo que hacía.
El estudio aparece publicado en la revista Science.
De cierta forma, la investigación provee evidencia científica de lo que muchos libros de autoayuda y algunas tradiciones religiosas afirman, que estar en \»el aquí y el ahora\» es vital para la felicidad, señaló Killingsworth.
Los participantes provenían de 83 países, una amplia variedad de ocupaciones y tenían entre 18 y 88 años de edad.
Barbara Becker Holstein, psicóloga y \»coach de felicidad\» de Long Branch, Nueva Jersey, dijo que los hallazgos hablan sobre la importancia de hacer cosas que provean una sensación de propósito y significado. Holstein explicó que las actividades de ese tipo hacen que mantenerse enfocado sea más fácil.
\»Esta investigación es fabulosa y fascinante\», dijo Holstein. \»Pero mucho antes de la investigación, los psicólogos y muchos educadores reconocieron que para sentir bienestar, hay que sentir que se tiene un propósito y un significado en la vida. Eso significa que en la mente es necesario tener proyectos, actividades, y así forzarla a no deambular todo el día\».
Si cree que su mente se dirige a un \»túnel oscuro\» de preocupación y ansiedad, intente salir de ese estado volviendo los pensamientos al presente, aconsejó.
\»Revivir las malas noticias o las cosas que no han funcionado, exagerar el drama que ya experimentamos, es una tendencia muy natural\», comentó. \»Pero si nos podemos distraer involucrándonos en hacer algo, obtenemos cierta distancia de lo que rumiábamos, y es mejor para nosotros\».
Harvard, noviembre 20/2010 (HealthDay)
Science: http://www.sciencemag.org/