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La depresión es una \»verdadera enfermedad\» relacionada con la disfunción de regiones específicas del cerebro implicadas en el control cognitivo y en las respuestas emocionales, según estudio de un equipo de psiquiatras franceses.
Esta conclusión, presentada en el 23 Congreso Anual del Colegio Europeo de Neuropsicofarmacología que se celebra en Amsterdam (Holanda), contrasta con que en la población en general la depresión se vincula frecuentemente a un estilo de vida poco saludable, la falta de voluntad o a la debilidad psicológica. Sin embargo, los estudios con imágenes cerebrales que el equipo del psiquiatra Philippe Fossati elaboró, confirman \»claramente\» que la depresión está relacionada con la disfunción de áreas específicas del cerebro, destaca la organización del congreso en un comunicado.
Los expertos señalan que la afección necesita ser definida a nivel neurobiológico para mejorar la eficacia de su tratamiento y reducir la carga de desórdenes depresivos. Actualmente, la depresión está definida por síntomas clínicos específicos, como la tristeza, la dificultad para experimentar placer o problemas para dormir, que se prolongan durante al menos dos semanas, con impedimento de la función psicosocial. Esos síntomas sirven de guía al médico para hacer un diagnóstico y seleccionar un tratamiento antidepresivo, que puede implicar medicamentos o psicoterapia.
Pero el estudio afirma que los indicadores neurobiológicos de la condición pueden ayudar a los psiquiatras a determinar procesos neuronales específicos, detectar las regiones cerebrales asociadas a la regulación afectiva, y a diseñar tratamientos antidepresivos según las necesidades biológicas de cada paciente, lo que podría mejorar las oportunidades de responder a modalidades de tratamiento específicas. Para llegar a esa conclusión, los científicos se centraron en el análisis de imágenes del cerebro obtenidas por resonancia magnética.
El estudio muestra que los pacientes que sufren depresión tienen una activación anormal del córtex prefrontal medio. Las alteraciones en esa zona del cerebro pueden explicar algunas dolencias específicas de pacientes con depresión, como el sentimiento de culpa o la reflexión excesiva. Se observó que esa anomalía se mantenía hasta ocho semanas después de haber iniciado un tratamiento contra la depresión.
A pesar de la \»dificultad\» para interpretar los resultados, los expertos determinaron que, después de remitir la depresión, las alteraciones persisten en regiones específicas del cerebro de algunos pacientes. Tales anomalías pueden indicar que, para reducir el riesgo de recaída, es necesario un tratamiento complementario, como puede ser la terapia cognitiva del comportamiento. El estudio manifiesta que el análisis de imágenes cerebrales puede proporcionar biomarcadores de diagnóstico y mejorar el tratamiento de los pacientes.
Bruselas, agosto 31/2010 (EFE)