Investigadores estadounidenses descubrieron un marcador en el líquido cefalorraquídeo de pacientes que sufren la enfermedad de Alzheimer que podría ser clave para el diagnóstico de la afección, según artículo publicado en la revista Archives of Neurology.
El estudio, dirigido por John Trojanowski de la Universidad de Pensilvania, Estados Unidos, incluyó a más de 300 pacientes mayores de 70 años, de los cuales 114 tenían memoria normal, 200 mostraban problemas de memoria y 102 sufrían la enfermedad de Alzheimer.
Tras el análisis del líquido cefalorraquídeo de estos pacientes, el equipo encontró un marcador proteínico en el 90% de las personas diagnosticadas con la condición. Además, este marcador también se encontró en el 72% de las personas con un deterioro cognitivo moderado, un trastorno que a menudo precede al desarrollo de la afección.
Los investigadores analizaron el líquido cefalorraquídeo en busca del fragmento de una proteína que interviene en la formación de placas en el cerebro, el órgano al que ataca la enfermedad. Se trata del beta-amiloide, un péptido (molécula formada por la unión covalente de dos o más aminoácidos) que es el principal componente de las placas seniles en el tejido cerebral y por ende una de las moléculas moduladoras de la enfermedad. Asimismo, buscaron la tau, una proteína microtubular que abunda en las neuronas y se acumula en las células nerviosas muertas y agonizantes del cerebro. Con un seguimiento de cinco años, los expertos fueron capaces de predecir casi con un 100% de seguridad los pacientes cuyo deterioro cognitivo muy moderado iba a progresar a la condición.
Entre los participantes que se detectó esta proteína, el 72% de los que presentaron deterioro cognitivo moderado y el 36% con función cognitiva normal mostraron señales de la enfermedad. Igualmente, todos los pacientes sin problemas cognitivos pero que dieron positivo a la proteína, desarrollaron la condición en un plazo de cinco años, lo que sugiere que la afección es activa y podría detectarse mucho más temprano. Los investigadores se plantean si los pacientes estarán dispuestos a someterse a esta prueba.
El líquido cefalorraquídeo se obtiene mediante la inserción de una aguja en el espacio entre vértebras y la extracción de una pequeña cantidad del fluido en la médula espinal. Es un procedimiento doloroso, por lo cual muchos médicos y más pacientes lo rechazan.
Los expertos han llegado al consenso de que el desarrollo de la enfermedad comienza una década o más antes de que las personas muestren síntomas, y para cuando las manifestaciones son evidentes, es quizá demasiado tarde para proteger el cerebro.
La enfermedad de Alzheimer es un proceso neurodegenerativo cuya causa se desconoce y que se caracteriza por el deterioro progresivo de las facultades físicas y mentales de quienes lo padecen. Los Centros para el Control de Enfermedades (CDC) calculan que hay unos 5 millones de personas en Estados Unidos con la enfermedad de Alzheimer, que afecta principalmente a personas mayores de 60 años. Según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS) correspondientes a 2008, en el mundo hay 18 millones de personas que padecen la afección.
Washington, agosto 10/2010 (EFE)

agosto 11, 2010 | Lic. Sandra Rodríguez García | Filed under: Enfermedades neurodegenerativas, Neurología | Etiquetas: , , , |

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